Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado. (Hechos 3:19-20)
El mensaje del evangelio conlleva un componente de denuncia
en medio de una sociedad cada vez más corrupta e insana. Jesús inició Su labor
entre nosotros demandando nuestro sincero arrepentimiento pues la oportunidad
nos era propicia: Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el
reino de los cielos se ha acercado. (Mateo 4:17). ¿Por qué pedir que
las personas se arrepientan si todo marcha bien? Esta demanda implica que la
cosa va mal, muy mal. Jesús veía a la gente con amor y compasión pero no por
eso se achicaba a la hora de denunciar el pecado de sus contemporáneos. A cada
persona que se cruzó en Su camino intentó avisarla de su situación pecaminosa y
distanciada del Padre celestial y por eso a veces le seguían algunos, y otras
veces huían algunos. Unos aceptan de buen grado que se les denuncie el pecado
que hay en sus vidas y se arrepienten, y otros, muchos otros, simplemente se
alejan cegados por sus propios razonamientos. El evangelio denuncia la realidad
de una sociedad que vive sin contar con Dios.
Días atrás varias feministas en
el congreso, y con el torso vergonzosamente desnudo, gritaron sin ningún tipo
de pudor: ¡El aborto es sagrado! Diputados de izquierda unida (los más alejados
de Dios, por cierto) aplaudieron esta desvergozada y patética interrupción en
el mencionado foro. ¡Qué vergüenza es conseguir votos defendiendo la muerte de
los débiles! ¡Qué falta de sesera el recurrir al exhibicionismo como argumento
simbólico para reafirmarse en que las abortistas hacen con sus cuerpos lo que
les venga en gana! ¡Qué absoluta falta de moral! ¿De dónde habrán sacado el
concepto de lo que es sagrado y lo que no lo es? Por supuesto y sin lugar a
dudas de la Biblia, pero en este caso, al igual que Satanás hace con la Palabra
de Dios, han tergiversado a su conveniencia el concepto de lo que es sagrado.
En un libro que estoy leyendo su
autor comenta que cuanto más alejada una nación está de Dios, más primitiva se
vuelve y esto se deja ver en las relaciones y costumbres egoístas. El aborto se
ha vuelto una costumbre egoístamente asesina. Observamos a las tribus que nos
parecen salvajes y creemos que somos mejores. Nos equivocamos de pleno: ¡hemos
llegado a ser infinitamente peores! Asesinamos a seres vivos porque queremos
vivir nuestras vidas egoístamente. No prevemos las consecuencias de nuestros
posibles errores y asesinamos para quitarnos de encima el problema. No exagero,
solo denuncio.
Si en las cosas más atroces hay
quien no se corta un pelo ¿qué harán con las consideradas más pequeñas? No hay
pecados veniales y mortales como la religión católica romana intenta hacernos
ver. Todos los pecados son igualmente detestables para Dios y lo único que los
diferencia a nuestros ojos es el alcance y la dimensión. La mentira, el aborto,
la homosexualidad, el adulterio, el robo, etc., son lo mismo ante Dios porque
todos de igual forma quebrantan Su ley. El adulterio arrastra a más personas y
por esto ante nosotros puede ser peor en sus consecuencias. Por un lado unas dos
personas pecan adulterando y otras ven como sus hogares quedan destruidos por
el pecado de esas dos personas infieles a sus cónyuges. El aborto es sustancialmente
lo mismo pero con el agravante de un asesinato premeditado que quita la vida del
desprotegido, del indefenso. Esto se paga caro, en esta vida y en la siguiente.
El Señor es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable. El Señor marcha en la tempestad y el torbellino, y las nubes son el polvo de sus pies. (Nahúm 1:3)
¿Dónde han quedado los hombres
varoniles que hacen sentir a sus esposas protegidas y se hacen cargo de sus
hijos? ¿Dónde están esas esposas amantes de sus esposos, protectoras de sus
hijos y que de sus hogares hacen un pedazo de cielo sobre la tierra? ¿Dónde
están esos hombres de verdad que no han dejado que los estereotipos los
aplasten y saben su lugar en la sociedad y en sus hogares tomando las riendas?
Hay esperanza si te arrepientes de
tus pecados, crees en Cristo como tu único Salvador y le sigues de corazón. Dios
quiera abrir tus ojos para que entiendas lo que hay de malvado en tu corazón y
de qué forma se desagrada Dios de tu pecado. Dios tiene la capacidad de
perdonarlo todo y puedes venir confiado a Él pues no te va a rechazar. Quizá la
sociedad no te perdone, quizá tus amigos te hayan dejado solo, quizá tu propia familia
te mire mal, pero Cristo solo quiere tu bien y es por eso que denuncia lo
depravado que hay en cada uno de nosotros.
Jesús murió en una cruz para pagar
por tus pecados y los míos. Ahora espera para que te arrepientas de tus faltas
y te reconcilies con Su Padre. Si lo haces Dios quitará la carga y el pesar por
todo lo malo que hayas cometido y te dará una nueva vida. Si persistes en hacer
lo malo delante de Dios, aunque para ti sea lo bueno, sigues condenado al
juicio de Dios que te culpará y condenará justamente. Sí, justamente pues has
querido por iniciativa propia vivir conforme a tus parámetros, despreciando los
Suyos.
Nos ha tocado vivir en un tiempo
de corrupción rampante que sublima los deseos personales por encima hasta de
vidas de inocentes que aún no han visto la luz del día. Estas criaturas han
sentido de parte de sus madres desnaturalizadas, no una caricia amorosa en sus
vientres, como queriendo trasladárselas a los bebés sino un deseo criminal de
acabar con sus vidas. Estos preciosos fetos no han oído palabras amorosas a su
alrededor de padres deseosos de conocerlos sino las maquinaciones de sus
progenitores en cuanto a la fecha y hora en que los iban a abortar fríamente,
el costo económico y la supuesta liberación de tamaña tara.
¡Qué paren el mundo que yo me
bajo!
¡QUE DIOS TE BENDIGA!
Es incongruente gritar "el aborto es sagrado" cuando exponen sus cuerpos (el templo de Cristo) que tambien es sagrado. !Que poca dignidad de mujer!
ResponderEliminarY que incongruente es como muchos politicos y personas de a pié se rasgan las vestiduras ante la muerte de un toro bravo en la plaza y estan a favor del aborto.
En que mundo vivimos??.
!!Salvemos al toro bravo, salvemos el lince ibérico, salvemos...salvemos...salvemos.. Matemos a los santos inocentes en el vientre materno porque no es un ser vivo, ¿que es??, que alguien me lo diga... ni siquiera es un vegetal porque estos nacen se reproducen crecen y mueren por lo tanto está vivo. Entonces???.... miedo me dá la vida que les espera a nuestros nietos tener que luchar contra corriente en una sociedad que se están perdiendo los valores humanos y la fé.
Yo tambien grito !que paren el mundo que yo me bajo!.
Gracias Pedro por este blog.
A.D.T.B.
Gracias a ti, María, por el ánimo que me das.
ResponderEliminarBendiciones.