Décima
entrega del interesante librito ¿Tendré la fe correcta? Del ministerio RBC. ¡Que lo sigáis disfrutando!
8. FE
EN EL UNIVERSALISMO
Una fe muy popular que mucha
gente ha adoptado es la fe en el universalismo. Es la idea de que puesto que
Dios es amor, no va a enviar a nadie al infierno. Creen que un Dios de amor
nunca condenaría a ninguna de sus criaturas a la destrucción eterna. Según este
punto de vista, todo el mundo a la larga va a pasar la eternidad con Dios.
Ahora bien, la Biblia sí enseña
que Dios es amor (1 Juan 4:8,18). Nadie niega eso. Pero Dios también es un Dios
de santidad (Levítico 11:44-45; 16:2; 20:7; 1 Pedro 1:16). Puesto que es santo,
no puede ignorar el pecado. Debe juzgarlo. Debe castigar al pecador. La Biblia
enseña que el que peca morirá (Ezequiel 18:4), y que la paga del pecado es la
muerte (Romanos 6:23). Por tanto, tenemos que arreglar el problema de nuestro
pecado. Es por eso que Dios, por amor, proporcionó un camino de salvación, como
veremos en la siguiente sección.
¿Qué
dice la Biblia?
Los siguientes versículos
muestran que la fe en el universalismo es una fe equivocada:
Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua. (Daniel 12:2)
Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. (Mateo 7:22-23)
El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo. El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles. De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo. Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. (Mateo 13:38-42)
Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos, y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. (Mateo 13:49-50)
Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna. (Mateo 25:41-46)
Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego. (Apocalipsis 20:12-15)
Los que proclaman un evangelio
de amor sin hacer justicia a la enseñanza de la Biblia sobre la santidad de Dios
puede que sean muy sinceros. De hecho, los humanistas, escapistas, ocultistas,
místicos, sacramentalistas, legalistas, universalistas y los que creen en el yo
puede que sean sinceros en lo que creen. Pero la sinceridad no es suficiente. Una
persona puede estar sinceramente equivocada.
Resumen
Lo que está de moda hoy es la
tolerancia. La idea se expresa de la siguiente manera: «Que la gente haga lo que
quiera. De todas formas, lo que una persona cree no importa mucho. Lo
importante es que sea feliz.» La gente que habla así comete un grave error. Hay
una fe que es correcta y una fe equivocada.
Si se le deja solo, el ser humano
pone su confianza en los objetos de fe errados. Ya examinamos algunos que son populares
hoy día: el humanismo, el escapismo, el ocultismo, el misticismo, el sacramentalismo,
el legalismo, el universalismo y la creencia en el yo. La Palabra de Dios nos
muestra claramente que la fe que se pone en esos objetos terminará aplastada por
las piedras del desengaño y la desesperación.[1]
El universalismo te diluye.
¡QUE DIOS TE BENDIGA!
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