Siempre que me despido de alguien al cual no voy a ver por
mucho tiempo dejo mi vista en él o ella hasta que los veo desaparecer. Es como
si quisiera conservar una imagen nítida de ellos en mi recuerdo, y los persigo
con mis ojos hasta que algo se interpone entre los dos y se produce la
verdadera despedida… cuando ya no los veo más. Algo así les sucedió a los
discípulos de Jesús…
Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo. (Hechos 1:10-11)
No existen las despedidas alegres, a no ser que te despidas
por fin del pago de la hipoteca o cosas por el estilo. Despedirse de los seres
amados es costoso, sobre todo si no los vamos a ver durante mucho tiempo. El dolor
se multiplica si sabemos que ya no los veremos más. Los discípulos de Jesús lo
miraban desconsolados mientras que su Maestro se iba al Cielo. El que los había
enseñado y cuidado amorosamente ya no estaría con ellos como de costumbre.
De pronto dos personas se interpusieron en su campo visual
interrumpiendo la visión del ascenso de Jesús a los cielos. Estos personajes no
los dejaron reaccionar y les dejaron un mensaje de esperanza en medio de la
situación dolorosa que estaban experimentando cada uno de los allí presentes. ¡VOLVERÁ!
Jesús volverá igual que le habían visto irse.
Acabamos cada año recordando el nacimiento de Jesús. Su
nacimiento humano fue la primera vez que nos visitó, y lo hizo como un siervo
que sufriría por nuestros pecados. Embestimos contra Él como malas bestias y
creímos que lo habíamos derrotado al destinarlo a morir en una cruz. Todo fue
Su plan bien trazado para demostrarnos Su amor al más alto precio.
Jesús volverá como le vieron irse. Esta segunda visita será
como Rey y hará justicia como nunca antes en la historia de la humanidad. Los acontecimientos
hacen pensar que está cerca Su regreso. Querido lector, ¿estás preparado para
ese evento extraordinario que cambiará la faz de la tierra? Tan solo debes
arrepentirte de tus pecados y creer en Cristo porque hay esperanza: Volverá,
Jesús volverá como león por aquellos que lo aman y les hará justicia.
Pon tu vista en el cielo.
¡QUE DIOS TE BENDIGA!