Hoy día existen los llamados gurús que las masas siguen
porque ven en ellos esperanza y respuesta a sus problemas. Hombres siguiendo a
hombres, en definitiva. No digo que alguien no pueda ayudar en este camino de
la vida que a veces se vuelve tortuoso, es más, necesitamos personas de
confianza en las que hallar consejo sabio. Lo que estoy tratando de poner por
escrito es la inutilidad de seguir a ciertas personas que se alzan ellos mismos
dando a entender que tienen todas las claves de la vida. Eso es una falacia pues
nadie tiene el conocimiento absoluto. Nuestro conocimiento es bastante
limitado. “Solo sé que no sé nada”, dijo el filósofo.
Muy diferente es el consejo de Dios. La Biblia, que es la
Palabra de Dios escrita, nos dice sobre ella misma: «La suma de tu palabra es verdad, y eterno es todo juicio de
tu justicia» (Salmos 119:160). En la Biblia está todo el
consejo divino para vivir exitosamente, no ante nuestros iguales, que es algo
relativo, sino ante el mismo Dios. La dimensión práctica de cómo llegar a ser
exitosos desde el único punto de vista eterno, el de Dios, está en la Biblia, y
como una muestra he aquí el siguiente texto extraído de ella:
Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. (Salmos 1:1-2)
Es una delicia poder sumergirme en la lectura de la Biblia. Siento
mucha alegría al dedicar tiempo a su lectura. Me baja el estrés, la tensión, el
malhumor y me quita hasta el cansancio. Hace que vea la vida desde un punto de
forma saludable, pues el mismo Dios me dice que me ama, me anima y me da valor.
¡El Ser más grande del universo está de mi parte! Tan solo me pide que la
Biblia sea mi deleite las veinticuatro horas de cada día. Querido amigo, ¿cuál
es el deleite de tu vida? Los video juegos, la televisión, la moda, el
consumismo, el deporte, la lectura, los cómics… Siento decirte que no son
comparables a la sencilla lectura de la Palabra de Dios.
El protagonista en los sesenta y seis libros que componen la
Biblia es JESUCRISTO. Al leer cada página puedes ver algo de Él. Jesús es por
tanto, el protagonista de la historia, nuestra historia. La tuya y la mía. Si no
apartamos nuestros pensamientos de la Biblia Cristo resaltará como un destello
penetrante de sol en nuestros ojos. ¡Veremos Su gloria! ¡Sí, veremos Su gloria!
Si quieres ver a Dios, lee la Biblia. En ella se muestra el relato histórico de
lo que Jesús vino a hacer por ti. En definitiva, vino a restablecer la
comunicación que nuestro pecado había roto por medio de la cruz y tomando el
lugar que nos correspondía: la muerte. Ahora debes ser sensible a su voz y
obedecerle. ¿No es maravilloso este mensaje? Redescúbrelo leyendo la Biblia.
¡He aquí la panacea!
¡QUE DIOS TE BENDIGA!
No hay comentarios:
Publicar un comentario