Un controlador aéreo tiene que estar concentrado en la
pantalla que tiene delante para observar lo que está sucediendo en el cielo. De
ello depende la vida de miles de personas que viajan de un lado al otro del
globo terráqueo. Muchos desplazamientos se dan a la vez y todos ellos los puede
visualizar en un abrir y cerrar de ojos. El controlador aéreo está preparado
ante cualquier incidencia por leve que esta sea. No me extraña que ante una
huelga de estos profesionales las compañías aéreas se echen a temblar. Sin
personas que miren al cielo no se puede volar de forma segura. Me imagino que
el siguiente versículo de la Biblia puede ser su mejor eslogan:
Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. (Colosenses 3:2)
A los cristianos se nos aconseja mirar al cielo con el fin
de estar orientados a lo verdaderamente importante y trascendente. En el
momento que miras a las cuestiones de la tierra “un avión se estrella”. Somos
responsables de lo que ocurre debajo de las plantas de nuestros pies y para
controlar que no haya incidentes indeseables hay que mirar hacia arriba, donde
se hallan las respuestas. Si las personas mirásemos más al cielo y menos a la
tierra seguro que algunos de los males que nos azotan como el hambre, la
injusticia, los abortos, el lobby gay y la corrupción a todos los niveles, por
poner unos pocos ejemplos, dejarían de existir o por lo menos serían atajados
justamente. La gente, en general, no haya respuestas y soluciones porque no
mira al cielo.
Hubo alguien que se permitió mirar a la tierra porque al
hacerlo cumplía los objetivos del cielo: JESUCRISTO. Él vino a nosotros para
enseñarnos hacia dónde mirar. De hecho, cuando murió en una cruz escenificó lo
que estoy tratando de compartir. Jesús fue alzado de la tierra al cielo para
que nuestra mirada se elevase por encima de nuestras cabezas y de esa forma
encontrar las respuestas. Cuando miro al cielo veo a Jesús tendiéndome una mano
amorosa y diciéndome “Yo soy hacia donde debes mirar”. Querido lector, mira a
Jesús. Él tiene las respuestas a tus dudas e inquietudes. Solo Él tiene las
respuestas a tus dudas e inquietudes.
¿Hacia dónde estás mirando?
¡QUE DIOS TE BENDIGA!
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