John Newton fue un traficante de esclavos del siglo XVIII.
En una de sus travesías sufrió el azote de una gran tormenta. Tal fue el pánico
que experimentó que suplicó la ayuda de Dios. A partir de ese encuentro con
Dios comenzó un proceso de cambio en su vida que le llevó a renunciar a su
puesto en la marina para dedicarse al estudio de la teología.
En 1779 publica el archiconocido himno Sublime Gracia. Este
himno refleja el mensaje cristiano que anuncia que el perdón y la redención son
posibles a pesar de los pecados cometidos por el ser humano, y que el hombre
puede salvarse de la perdición mediante la gracia de Dios en Jesucristo. Gracia
de Dios mostrada en la cruz cuando Jesús fue clavado en ella en paga por
nuestros pecados. Aquí te dejo la letra del himno:
Sublime gracia del Señor
¡Que a mí, pecador, salvó!
Perdido estaba yo, mas vine a sus
pies;
Fui ciego, visión me dio.
La gracia me enseñó a temer;
Del miedo libre fui.
¡Cuán bella esa gracia fue en mi ser
La hora en que creí!
Peligro, lucha y tentación,
Por fin los logré pasar
La gracia me libró de perdición
Y me llevará al hogar.
Después de años mil de estar allí
En luz como la del sol
Podremos cantar por tiempo sin fin
Las glorias del Señor
Jesús dijo:
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna. (Juan 3:16)
El apóstol
Pablo añade:
Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no
tienen ningún mérito en eso; es un regalo
de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho,
así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo. (Efesios 2:8-9)
Solo Gracia, Solo Cristo.
¡QUE DIOS TE BENDIGA!
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