Este mes se celebra en distintas partes del globo el mes de la Biblia. La Biblia, cuyas estadísticas sobrepasan de largo a cualquier obra literaria, merece ser celebrada. Una obra como El Quijote, en un honroso segundo lugar, ha sido impregnada por la Biblia. ¿Por qué la Biblia es el libro más vendido, más traducido, más amado, más odiado de la Historia? Porque, sencillamente y extraordinariamente, es la Palabra de Dios en negro sobre blanco. En ella encontramos nuestros orígenes, nuestra caída, historia, poesía, doctrina y sobre todo y ante todo a JESUCRISTO. De cabo a rabo sus páginas desprenden el grato olor de Su máximo protagonista, el SEÑOR JESÚS. Ahora bien, la Biblia fue escrita para los creyentes, es decir para aquellos que con fe viven de acuerdo a las enseñanzas de Cristo. Solo ellos entienden las palabras que emanan de las Escrituras en profundidad. En resumidas cuentas, la Biblia es la hoja de ruta para los cristianos.
Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino. (Salmo 119:105)
Una hoja de ruta nos muestra por donde ir para llegar a buen puerto. Si en algún momento nos desviamos, fracasaremos. Si nos valemos de un buen GPS solo nuestra torpeza al seguir sus instrucciones nos llevará a otro destino. No es de extrañar que el salmista describa a la Biblia como una lámpara o una lumbrera que conduce nuestro caminar para que alcancemos el fin de todos los creyentes, la obediencia a Dios. Si deseas saber qué hacer en cualquier situación, la Biblia te lo muestra. Las Escrituras son el Consejo directo de Dios para conducir al creyente a la imagen de Su Hijo Jesucristo.
Querido lector, ¿cuál es la hoja de ruta que guía tu vida? Quizá sea lo que has oído de otros, la televisión, la política, tus estudios, tus razonamientos, tus temores, tus anhelos… Este es un buen momento para meditarlo. Jesucristo, te dije que es el principal personaje de la Biblia, es esa lámpara o lumbrera en el camino del cristiano. El apóstol Juan hace esta descripción sobre Jesús: En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios (Juan 1:1). El Verbo es eterno, vive con Dios y es Dios. La palabra griega de la que se traduce la Biblia “Verbo” al español es logos, es decir, PALABRA. Juan nos dice que la Palabra es Jesucristo, por lo tanto, la Biblia es un libro vivo. Al contrario que toda la literatura, que por muy grandiosa que sea, está muerta, porque no causa la vida que Jesucristo te puede dar. La Palabra se hizo carne en Jesús al visitarnos en esta tierra. La Palabra nos alumbró para obedecer la voluntad de Dios. La Palabra sufrió la muerte en la Cruz en pago por nuestros horrendos pecados. La Palabra resucitó de la muerte porque ni ella podía contenerla. Querido lector, Dios quiera que te vuelvas de las tinieblas que te rodean a la Palabra, a la Lumbrera: JESUCRISTO. Ponte a bien con Él por medio de creer con fe (confianza en Su autoridad y señorío). Arrepiéntete sinceramente de tus pecados por vivir alejado de la Luz y Él, por medio del Espíritu Santo, vendrá a vivir dentro de ti para alumbrar tu camino y recordarte las verdades vertidas en la Biblia. Haz de Jesús la Hoja de Ruta de tu vida. Otras rutas te llevarán al infierno.
Celebremos a Jesús, La Palabra.
¡QUE DIOS TE BENDIGA!
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