sábado, 19 de septiembre de 2020

Fundamentos Destruidos

Seguimos celebrando el mes de la Biblia. El rumbo tomado nos ha encaminado a ver que la Palabra de Dios es nuestra hoja de ruta en la tierra y el lugar para descansar. Es más, Jesucristo es esa Hoja de Ruta y el Lugar para Descansar porque Él se encarnó para que viésemos a la Palabra en acción. Dios nos habló por medio de Cristo y desde la primera palabra en el libro del Génesis, hasta la última en el libro de Apocalipsis, se nos indica que Jesús es el Hijo de Dios y el Salvador del mundo. Ahora bien, no todos se dejan guiar por Jesús y no todos descansan en Él. El porqué de esa forma de vida se debe a unos fundamentos destruidos.

Si fueren destruidos los fundamentos, ¿Qué ha de hacer el justo? (Salmo 11:3)

 

La actualidad en nuestra sociedad no deja lugar a dudas sobre la destrucción de los fundamentos que la sustentan. Se puede hacer una revisión para saber si éstos se aplican debidamente. Lo que nunca se ha de hacer es llegar al callejón sin salida de la auto destrucción. Auto destrucción es el camino que está tomando la mayoría de una sociedad que ha decidido “liberarse” de los fundamentos que le dan solidez. Por supuesto, la Biblia es ese fundamento por antonomasia. El salmista David se imagina un mundo donde la Palabra de Dios (¡Dios mismo!) es desterrada. Su conclusión, a modo de pregunta, es muy reveladora. Su preocupación es por el justo, es decir, por aquellos que viven bajo el fundamento de las Escrituras (¡Dios mismo!). Es normal, porque solo Dios puede convencer al injusto, al que tiene los fundamentos destruidos, al que ha destruido a Dios de su vida, de volver a Él. Una vez más podemos constatar que la Biblia fue inspirada para los cristianos y no para los ateos, agnósticos u otras tendencias.


Si Jesucristo es la Hoja de Ruta para el creyente y el Lugar donde Descansar, por supuesto, ¡Jesucristo es el Fundamento del cristiano! Él es el Suelo que pisamos, la Roca que nos sustenta, el Pan que comemos, el Camino que transitamos, la Vida Eterna que anhelamos. ¡JESUCRISTO ES EL TODO! Querido lector, tú que aún no fundamentas la vida en Él, te pregunto: ¿A qué esperas para hacerlo? ¿Aún no te has dado cuenta lo alejado que vives de Jesús? Es más, ¿aún sigues confiando en la política, en la filosofía, en la sicología? ¿Aún crees que te pueden salvar? ¿O es que crees que eres tu propio dios? Cristo (¡Dios mismo!) vino a pagar por tus muchos pecados en la cruz para llevarte a restablecer los fundamentos que has destrozado al vivir a tu manera y no a la que Dios tenía prefijada para ti. Él, por amor, ocupó tu lugar. Ahora el balón está en tu campo. Has creer en Jesucristo como Dios, Salvador y Señor arrepintiéndote de tus pecados para restablecer los Fundamentos sólidos que necesitas. De lo contrario, el infierno te espera por haber destruido los fundamentos.

Jesús es el Fundamento.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

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