sábado, 2 de marzo de 2013

¡Bach Existe!

A veces hay afirmaciones que no dejan lugar a dudas. El entusiasmo, el amor por algo, el apasionamiento de un corazón enardecido, pueden llevar a esas afirmaciones. Recuerdo, hace bastantes años, una de esas afirmaciones que vino de parte de un alumno.



- Pedro, ¡Dios existe! - me dijo exultante nada más entrar en clase.

- ¿Por qué cambiaste de idea? - le pregunté.

- ¡Dios existe porque Bach existe!

Su pasión por la música de Bach le había hecho reconocer, por lo menos, de boca para afuera, lo que para mí (y para el propio Bach) era más que evidente: ¡DIOS EXISTE! Realmente la música de Juan Sebastián Bach es reconocida mundialmente porque está dedicada íntegramente a la gloria de Dios. Buena prueba de ello es el encabezamiento de cada una de sus partituras "SOLI DEO GLORIA". Claro, que para llegar a dedicar tu vida y obra a Dios hay una premisa ineludible: creer que Dios existe. Siempre es triste cuando alguien me dice que no cree pero la tristeza se acrecienta cuando un niño, adoctrinado por el ambiente ateo que le envuelve, te afirma que no cree. La Biblia dice:

En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan. (Hebreos 11:6)

Agradar a Dios

La Biblia no se para en demostraciones en cuanto a la existencia de Dios, la da por hecho, y directamente te reta a agradar a Dios. Sin decírtelo, te lo dice: Dios es una persona a la cual hay que agradar. Dios, al igual que tú, tiene sentimientos. Siente alegría, tristeza, agrado, desagrado, amor, odio, y todo lo que cualquier persona, como tú, sienta. Al igual que a ti te gusta que te agraden, Dios no iba a ser menos. ¿Porqué necesitas agradar a Dios? Porque has vivido toda tu vida apartado de Él a pesar de las evidencias a tu alrededor que te indican de Su existencia. La Biblia llama a esto pecado, que lo podríamos definir como todo aquello que desagrada a Dios pues va en contra de todo lo bueno y puro que Él es. Mentir, murmurar, insultar, adulterar, emborracharse, maldecir y un montón de infinitivos más que bien conoces, es pecado. ¿Cómo agradas a Dios? Hay dos puntos a seguir para agradar a Dios.

1º Creer que Él existe

La Biblia llama a esto fe. La fe es más, mucho más, de los estereotipos que te han enseñado y a los cuales te has aferrado durante toda tu vida. La fe es certeza y convicción; certeza en cuanto a lo que se espera y convicción referente a las cosas que no se ven (Hebreos 11:1). La fe está llena de contenido con fundamento y no de superchería barata. Tú tienes fe en algo y la prueba es que desde que te levantas hasta que te acuestas la utilizas. Tienes fe en que todo va a ir bien en el devenir de un nuevo día. Tienes fe en que tus hijos van a estar bien. Tienes fe en que el tu casa no se caerá, que tus finanzas te darán el suficiente sustento, que tu equipo favorito vencerá el próximo partido... utilizas tu fe de muchas formas. La cuestión es que poner la fe en cosas o personas como tú y yo no resuelven el problema de agradar a Dios. Hay que poner la fe en Dios ya que no hay una persona mejor en todo el universo donde depositar tú fe.


Jesús vino para facilitarte el agradar a Dios. Él se paseó entre nosotros dando suficientes evidencias para motivarnos a creer en Dios de forma sincera y hasta el punto de querer dedicar nuestras vidas a Él. ¿Que hizo? Amarnos. Lo hizo tan vehementemente que se puso en el lugar que nos correspondía a ti y a mí: la muerte. Jesús murió en una cruz por amor a ti siendo que tu pecado desagrada a Dios y te separa de Él. Por ti mismo es imposible agradar a Dios a menos que creas en que lo que hizo Jesús por ti es para que te pudieras acercar al Padre. Jesús pagó, con Su sacrificio, la deuda que contrajimos con Dios por culpa del pecado que hay en nuestras vidas. Tu parte es creer que Dios existe y...

2º Recompensa a quienes lo buscan

La recompensa es agradar a Dios y ya sabemos que cuando alguien se siente agradado despliega todo su arsenal de premios con los cuales agasajar a los que le agradan. ¿Cómo quiere Dios recompensarte? Devolviéndote el rango de hijo, regalándote la vida eterna, entrada libre al Cielo, una vida con propósito. Todo ello por creer, y creer en Dios. Creer en Dios no te deja indiferente sino más bien te lleva a la acción.





Si crees de forma genuina te darás cuenta de tu pecado y te arrepentirás de él ante Dios pidiéndole perdón. Si crees de forma genuina vivirás, como Bach, una vida que le agrada y dedicarás tú obra a darle solo la gloria a Dios.




Por supuesto, creer que Dios no existe es dar la espalda a todo lo que Él, por medio de Su Hijo Jesucristo, hizo por ti. Dios no te condena ya que lo hace tu propia incredulidad. No dejes que esto ocurra jamás. Medita en tu mente y corazón y sé consecuente con la decisión que tomes.

Bach existe porque Dios existe.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

1 comentario:

  1. pasando a visitar su blog, reciban muchas bendiciones.
    mi blog www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com

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