- Pedro, ¡Dios existe! - me dijo
exultante nada más entrar en clase.
- ¿Por qué cambiaste de idea? -
le pregunté.
- ¡Dios existe porque Bach
existe!
Su pasión por la música de Bach
le había hecho reconocer, por lo menos, de boca para afuera, lo que para mí (y
para el propio Bach) era más que evidente: ¡DIOS EXISTE! Realmente la música de
Juan Sebastián Bach es reconocida mundialmente porque está dedicada íntegramente
a la gloria de Dios. Buena prueba de ello es el encabezamiento de cada una de
sus partituras "SOLI DEO GLORIA". Claro, que para llegar a dedicar tu
vida y obra a Dios hay una premisa ineludible: creer que Dios existe. Siempre es
triste cuando alguien me dice que no cree pero la tristeza se acrecienta cuando
un niño, adoctrinado por el ambiente ateo que le envuelve, te afirma que no
cree. La Biblia dice:
En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan. (Hebreos 11:6)
Agradar a Dios
La Biblia no se para en demostraciones
en cuanto a la existencia de Dios, la da por hecho, y directamente te reta a
agradar a Dios. Sin decírtelo, te lo dice: Dios es una persona a la cual hay
que agradar. Dios, al igual que tú, tiene sentimientos. Siente alegría,
tristeza, agrado, desagrado, amor, odio, y todo lo que cualquier persona, como
tú, sienta. Al igual que a ti te gusta que te agraden, Dios no iba a ser menos.
¿Porqué necesitas agradar a Dios? Porque has vivido toda tu vida apartado de Él
a pesar de las evidencias a tu alrededor que te indican de Su existencia. La
Biblia llama a esto pecado, que lo podríamos definir como todo aquello que
desagrada a Dios pues va en contra de todo lo bueno y puro que Él es. Mentir,
murmurar, insultar, adulterar, emborracharse, maldecir y un montón de
infinitivos más que bien conoces, es pecado. ¿Cómo agradas a Dios? Hay dos
puntos a seguir para agradar a Dios.
1º Creer que Él existe
La Biblia llama a esto fe. La fe
es más, mucho más, de los estereotipos que te han enseñado y a los cuales te
has aferrado durante toda tu vida. La fe es certeza y convicción; certeza en
cuanto a lo que se espera y convicción referente a las cosas que no se ven
(Hebreos 11:1). La fe está llena de contenido con fundamento y no de
superchería barata. Tú tienes fe en algo y la prueba es que desde que te
levantas hasta que te acuestas la utilizas. Tienes fe en que todo va a ir bien
en el devenir de un nuevo día. Tienes fe en que tus hijos van a estar bien.
Tienes fe en que el tu casa no se caerá, que tus finanzas te darán el
suficiente sustento, que tu equipo favorito vencerá el próximo partido...
utilizas tu fe de muchas formas. La cuestión es que poner la fe en cosas o
personas como tú y yo no resuelven el problema de agradar a Dios. Hay que poner
la fe en Dios ya que no hay una persona mejor en todo el universo donde
depositar tú fe.
Jesús vino para facilitarte el
agradar a Dios. Él se paseó entre nosotros dando suficientes evidencias para
motivarnos a creer en Dios de forma sincera y hasta el punto de querer dedicar
nuestras vidas a Él. ¿Que hizo? Amarnos. Lo hizo tan vehementemente que se puso
en el lugar que nos correspondía a ti y a mí: la muerte. Jesús murió en una
cruz por amor a ti siendo que tu pecado desagrada a Dios y te separa de Él. Por
ti mismo es imposible agradar a Dios a menos que creas en que lo que hizo Jesús
por ti es para que te pudieras acercar al Padre. Jesús pagó, con Su sacrificio,
la deuda que contrajimos con Dios por culpa del pecado que hay en nuestras
vidas. Tu parte es creer que Dios existe y...
2º Recompensa a quienes lo buscan
La recompensa es agradar a Dios y
ya sabemos que cuando alguien se siente agradado despliega todo su arsenal de
premios con los cuales agasajar a los que le agradan. ¿Cómo quiere Dios
recompensarte? Devolviéndote el rango de hijo, regalándote la vida eterna,
entrada libre al Cielo, una vida con propósito. Todo ello por creer, y creer en
Dios. Creer en Dios no te deja indiferente sino más bien te lleva a la acción.
Si crees de forma genuina te darás cuenta de tu pecado y te arrepentirás de él ante Dios pidiéndole perdón. Si crees de forma genuina vivirás, como Bach, una vida que le agrada y dedicarás tú obra a darle solo la gloria a Dios.
Por supuesto, creer que Dios no
existe es dar la espalda a todo lo que Él, por medio de Su Hijo Jesucristo,
hizo por ti. Dios no te condena ya que lo hace tu propia incredulidad. No dejes
que esto ocurra jamás. Medita en tu mente y corazón y sé consecuente con la
decisión que tomes.
Bach existe porque Dios existe.
¡QUE DIOS TE BENDIGA!
pasando a visitar su blog, reciban muchas bendiciones.
ResponderEliminarmi blog www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com