sábado, 7 de marzo de 2015

Desconectado

En mis caminatas hacia el trabajo observo como multitud de personas (vosotros mismos podéis constatarlo) están conectadas a sus móviles por medio de los cascos. Está claro que vivimos en la era del ocio y el último gran invento es el móvil, centro de ocio por excelencia, que facilita a grandes y chicos a pasar el tiempo sin más. He intentado varias veces conectarme al móvil pensando en aprovechar la oportunidad y así escuchar música que aún no había escuchado (eminentemente clásica). He durado, a lo más, tres días conectado. ¡Prefiero escuchar el mundanal ruido! Me incomoda profundamente ir por la vida desconectado de lo que me rodea.

Para algunos seré un carca, carroza, cavernícola, retrógrado, anticuado, raro… pero un signo más de los tiempos que vivimos es esa desconexión “movilística” que sufrimos. La consigna: Pasar el tiempo lo más chupi posible sin importar el mundo que me rodea. ¡EXAGERADO! Sí, sí, sí… las maquinitas nos han atrapado con sus reclamos de diversión y cada vez menos disfrutamos de las personas que amamos. Exagerados los que usan estos cacharros para apartarse del mundanal ruido.

Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo. Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. (Efesios 5:14-16)

Muchos viven tan distraídos que olvidan lo realmente importante. Tienen que despertar de sus letargos ociosos, que los hacen vivir moribundos por el despropósito de vida que reflejan, y poner oídos a las cosas espirituales. Buscar a Cristo es el antídoto para dejar de llenar la vida con cosas que simplemente la queman sin ninguna ganancia eterna. Este autoexamen debe hacerse con rapidez, sin lugar a la necedad para que nuestra introspección sea sabia. El apóstol Pablo nos anima, como fin del consejo, a aprovechar bien el tiempo, porque los días son malos. Parafraseándolo: Desconéctate, sal de la moda, y Jesús te hablará. Examínate inteligentemente, aprovecha tu vida, porque la cosa está muy mal.

La mejor forma de aprovechar tu vida es conocer al Autor de la Vida: JESUCRISTO. Él posee los secretos del arte del buen vivir. Dios nos creó para vivir bien pero hicimos mal uso de la confianza que depositó en nosotros. ¡Pecamos creyendo que podíamos usurpar Su lugar! Desde entonces muchos duermen anestesiados para las cuestiones espirituales. Si deseas dejar de estar adormecido, sé sabio, y arrepiéntete de tus pecados ante Dios, cree en Cristo como tu Señor y Salvador porque pagó por tus pecados en una cruz, haciendo posible la reconciliación con Dios.

Desconéctate para oír.


¡QUE DIOS TE BENDIGA!

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