A veces imaginamos lo que estaríamos dispuestos a hacer por
el bien de los demás. La diferencia con otros es que van más allá de la
imaginación y hacen realidad sus más altos pensamientos. Si sabes algo que
verdaderamente es bueno para ti lo normal es que sepas qué es bueno para los
que te rodean. Este es el singular caso de los cuatro amigos del paralítico. Por
medio de este blog intento acercarte, querido lector, al mismo Jesús porque en
Él, y solamente en Él, se encuentra la solución a tus necesidades. Hagamos una
lectura detenida de esta historia que se halla en Marcos 2:1-12 sabrás las vicisitudes
de su buena obra.
- Sabían dónde estaba Jesús
Entró Jesús otra vez en Capernaúm después de algunos días; y se oyó que estaba en casa. E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. (Marcos 2:1-2)
- Hicieron una labor conjunta, en equipo, dando oportunidad al paralítico de sanar
Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro.(Marcos 2:3)
- Salvaron los obstáculos
Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico. (Marcos 2:4)
- Pusieron su fe en Jesús a trabajar
Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. (Marcos 2:5)
- Experimentaron la oposición de los escépticos
Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones: ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios? (Marcos 2:6-7)
- Jesús está dispuesto a sanar
Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda? (Marcos 2:8-9)
- Experimentaron el poder de Jesús
Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. (Marcos 2:10-11)
- Su fe provocó que todos glorificarán a Dios
Entonces él se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa. (Marcos 2:12)
Que
este nuevo año derribes las barreras que te alejan de Jesús.
¡QUE
DIOS TE BENDIGA!
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