¡Cuánto admiramos a nuestros héroes! Los héroes son personas
que consiguen o hacen aquello que nosotros no podemos alcanzar y por esa razón
los tenemos en alta estima. Nuestros héroes son importantes para nosotros dado
que nos alientan motivándonos a alcanzar nuevas cotas de realización personal.
Jesús es el héroe por excelencia.
No malinterpreten la razón por la cual he venido. No vine para abolir la ley de Moisés o los escritos de los profetas. Al contrario, vine para cumplir sus propósitos. (Mateo 5:17)
Jesucristo logró dos cosas que nadie en toda la historia
humana consiguió: no pecar en ningún punto de la Ley de Dios y cumplir todas las
profecías que el Antiguo Testamento dejó escritas sobre Él. ¿Para qué realizó
tamaña empresa? Para darnos esperanzas, alentarnos y motivarnos.
El objetivo de Cristo al humanarse fue nosotros. La
esperanza que nos legó es la victoria sobre el pecado y la muerte porque Él
venció a ambos resucitando de la muerte. Nos quiere devolver el aliento de vida
por medio de la fe en su Persona y obra. Ver su sacrificio nos motiva a seguir
su ejemplo de vida.
En las conocidas bienaventuranzas Jesús proclama que
aquellos que imitan su estilo de heroicidad, en medio de una sociedad que los
rechaza, van a ser galardonados por Dios con la más alta felicidad, esa
felicidad que Dios regala a aquellos que imitan a Jesucristo, su héroe.
Jesús consiguió allanarnos el camino.
¡QUE DIOS TE BENDIGA!
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