A la gran mayoría de las personas nos gusta pasar
desapercibidos. Con tal fin nos camuflamos adquiriendo los colores de la flora
y fauna de nuestra sociedad. Rechazamos lo que se sale de los parámetros
aprendidos, que no racionalizados, y perdemos grandes oportunidades de
enfrentar la verdad en beneficio nuestro. Es más fácil navegar a favor de la
corriente que en su contra. Cuestión suficiente para ahorrarse problemas, sería
la mayor justificación. Defendemos a capa y espada aquello que nos han
inculcado pero lo sorprendente es que ni siquiera nos tomamos el tiempo para
profundizar en qué creemos y cómo lo hemos aprendido.
Ejemplos. Para los religiosos: “Soy católico porque nací en
España”. Para los evolucionistas: “Creo en la evolución porque la mayoría de
los científicos creen en ella”. Para los ateos: “A Dios gracias porque Dios no
existe”. ¿La Biblia enseña en algún lugar que se adquieren honores y derechos religiosos
por nacimiento? ¡Sí! Pero solo si se nace en la familia de Dios, no en una
religión o país. ¿No será que los evolucionistas, basados en su ley natural, no
soportan un pie a la puerta que les indique que existe lo sobrenatural? ¡Sí!
Ellos basan su ciencia en creencias cambiantes, ayer decían una cosa y otra,
sin embargo la Biblia es inamovible y nos enseña que Dios creó todo lo
existente. ¿Has visto a un ateo en momentos de necesidad? ¡Sí! Ellos viven con
la eterna duda y hablan más de Dios, a veces, que los propios cristianos dado
que buscan el alivio para sus almas intentando justificar su ateísmo. La Biblia
no duda en ninguna forma en la existencia de Dios.
Camuflarte, querido lector, dejando pasar la oportunidad de
conocer la Verdad de Dios es un grandísimo error por tu parte. Por muy cómodo
que te sientas en tu ambiente debes, por amor a ti, enfrentar la verdad de un
Dios que te ama intensamente, razón por la cual envió a su Hijo Jesucristo a
morir por tus pecados en una cruz, pagando el precio de tus delitos y de esa
forma se cambió por ti. ¡Sí! ¡Cuán grande amor por ti! Es tiempo de ponerte a
bien con Dios. Hazlo ahora, no lo postergues. Dile que te arrepientes de tus
pecados y crees en la obra de salvación de Jesús entendiendo el alcance que
tiene para tu vida pasada (tus pecados son perdonados), presente (eres hecho
hijo de Dios), y futura (vas a disfrutar del Cielo). Si no aceptas a Jesús
perderás lo beneficios que Dios tiene preparados para ti. Por favor, lleva a
cabo el consejo que Jesús te da: estudia la Biblia y deja de camuflarte.
Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en
ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no
queréis venir a mí para que tengáis vida. (Juan 5:39-40)
Ante Jesucristo no hay camuflaje que valga.
¡QUE DIOS TE BENDIGA!
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