sábado, 5 de noviembre de 2016

Humildad y Tocar Fondo

Quiero reiterar que me encanta recibir comentarios de aquéllos lectores que se topan con este blog y leen alguna de sus entradas. Este es el caso reciente de gocame1 y le estoy agradecido por ello. Podéis ver su comentario en respuesta a CRECIMIENTO en: 


De todas formas aquí os dejo su punto de vista del tema: 

“LA HUMILDAD NO ES SINÓNIMO DE TOCAR FONDO, SINO DE SABER CORREGIR EL CAMINO” 

Mi tesis en la entrada que ha recibido el comentario es sencilla: El verdadero crecimiento lo da Dios. El problema es que el ser humano no quiere ser humilde y reconocer que solo en Dios está la verdad, por lo tanto, pone su confianza y fe en sus semejantes. Desde mi punto de vista hay por parte de gocame1 un punto de no entendimiento de lo que escribí. Me explico: la humildad es reconocer que necesitamos a Dios dirigiendo nuestras vidas (la misma idea de principio del párrafo). 

Por otro lado, tocar fondo puede ayudar a que consigamos ver la necesidad de humildad. Humildad para reconocer que necesitamos ayuda. Lo he visto en muchas vidas y en la mía propia. Cuando nos encontramos en un callejón sin salida en el que nadie puede traer respuestas que acallen nuestras almas, entonces muchos claman a Dios. Yo entre ellos. 

¿Cómo saber corregir el camino, llegado el momento, si nadie nos puede dar una respuesta? Ahí es donde confluye la humildad y tocar fondo. Te recuerdo: La humildad es reconocer que necesitamos a Dios dirigiendo nuestras vidas. Si no reconoces esa necesidad profunda del alma no eres humilde, tocarás fondo y no podrás corregir el camino. 

El malvado levanta insolente la nariz, y no da lugar a Dios en sus pensamientos. (Salmos 10:4)

La Biblia trae claridad porque es el consejo de Dios para nosotros. No es humilde el insolente sino malvado. Dicho de otra forma: El que rechaza el consejo de Dios de cualquier forma es malo porque no da lugar a que Dios dirija sus pasos. 

Reconoce que Dios es Dios. 

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

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