El próximo 31 de octubre se celebra el 5º Centenario de la
Reforma Protestante. El 31 de octubre de 1517 el fraile agustino Martin Lutero
clavó sus 95 tesis en las puertas de la iglesia de Wittenberg alentado por el
estudio profundo de las Sagradas Escrituras. Por eso celebramos la Reforma
Protestante como el resurgimiento y vuelta a las Escrituras, la Palabra de
Dios. La Biblia, traducida a los diferentes idiomas vernáculos, trajo una nueva
luz que se expandió a todas las áreas de la sociedad y que ha brillado, dejando
su huella indeleble, en nuestro incipiente siglo XXI.
La educación se abrió camino ante la oportunidad de aprender
a leer de primera mano la Biblia. La ciencia se expandió de tal forma que aún
hoy bebemos de sus fuentes. El trabajo fue dignificado hasta tal punto que daba
lo mismo ser un humilde labriego o un alto dignatario, pues ellos daban gloria
a Dios por igual con sus respectivas labores. La economía vio el nacimiento de
los bancos asentando las bases para un mejor aprovechamiento de los recursos y
un justo trato mercantil. Por primera vez en la historia destacó la primacía de
la ley frente al despotismo: la ley gobierna aun sobre las instituciones y no
al contrario. La mentira deja de ser un pecado venial para considerarse el
pecado capital y la propiedad privada es, por fin, respetada. Dado que el ser
humano necesita de cierto control se efectúa la separación de poderes con el
fin de defenderse contra la posible corrupción de las instituciones.
La música es parte activa de esta revolución espiritual. El
coral luterano, que como su propio nombre indica fue creado por el reformador
Martin Lutero, fue la expresión musical de todo aquello que se estaba fraguando
gracias al renacimiento de las Escrituras. El coral es una composición sencilla
que a veces usaba melodías populares, estaba compuesto a cuatro voces, el texto
escrito en alemán y su textura homofónica. La razón de esta nueva forma musical
salta a simple vista: el propósito del coral luterano se centra en que todos
los fieles puedan exaltar a Dios en igualdad de condiciones y en su lengua
materna.
¿Qué descubrió Lutero en la Palabra de Dios para ser
impulsado a intentar reformar la iglesia a la que pertenecía? La enseñanza que
recibió de sus meditaciones a la luz de la Biblia se resumieron en las “cinco
solas”. Sola Escritura, Solo Cristo, Sola Fe, Sola Gracia, y Solo Gloria a
Dios.
Sola Escritura devuelve a la Palabra escrita de Dios el lugar que le corresponde como autoridad máxima para el cristiano. La Biblia debe estar en manos de todos, independientemente del estatus social porque “ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada” 2 Pedro 1:20.
Solo Cristo evidencia que el único camino posible para la
salvación es Jesucristo. No hay ningún atajo o senda que nos facilite el acceso
al Padre, fuera de Jesús. Él mismo dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la
vida; nadie viene al Padre, sino por mí” Juan 14:6.
Sola Fe clarifica que la única fe que salva es creer en
Cristo y Su sacrificio en la cruz por los pecados de toda la humanidad. Las
Escrituras manifiestan que “a todos los que le recibieron, a los que creen en
Su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” Juan 1:12.
Sola Gracia declara que la salvación es un don inmerecido
que el hombre recibe de Dios. Por medio de los méritos personales nadie puede
“ganar el cielo”, ya que, como la propia Biblia declara: “todos pecaron, y
están destituidos de la gloria de Dios” Romanos 3:23.
Solo Gloria a Dios manifiesta el fin de la salvación que
recibimos por medio de Cristo. Los cristianos han de glorificar a Dios por Su
salvación, dando testimonio de Sus virtudes y carácter. El apóstol Pedro dice a
los creyentes: “Vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa,
pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os
llamó de las tinieblas a su luz admirable” 1 Pedro 2:9.
Si quieres ser salvo de la condenación que pende sobre ti deja
que la Biblia te enseñe sobre tu pecado, la reconciliación con Dios, Cristo sea
tu camino, verdad y vida, la fe en Cristo te reconcilie con el Padre, la gracia
te haga desistir de intentar relacionarte con Dios por méritos propios y tu
vida será un fiel reflejo de la gloria de Dios.
¡El conocimiento de la Biblia trae luz!
¡QUE DIOS TE BENDIGA!