“Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener
resultados diferentes”. Esta frase, de autor incierto, viene ni que pintada a
lo que vivimos en la actualidad. Una y otra vez tropezamos en la misma piedra
porque creemos que haciendo lo mismo hallaremos algo distinto: la solución a
todos los males que nos aquejan. Es como darse cabezazos contra la pared
pensando que una nueva idea vendrá a dar solución al problema. ¿No será mejor
dejar de hacerse daño, sentarse plácidamente y pensar? Ayer, mirando de soslayo
un periódico gratuito las encuestas daban como ganador a los sempiternos
pesoítas. Todo indica que buscamos cambios con lo mismo que ha demostrado no
funcionar.
Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo. (Mateo 15:14)
Detrás de la famosa frase de Jesús subyace una falta de
entendimiento del ser humano pasmosa. Los ciegos representan los faltos de
entendimiento y estos, a su vez, dirigen a otros ciegos (faltos de
entendederas) a un callejón sin salida. Jesús nos pone en alerta de ello: lo
que le pasa a la sociedad es la falta de entendimiento por eso repiten viejas
fórmulas que no funcionan dado que temen los cambios. Es paradójico que todos ofrezcan
el cambio y nadie lo quiera realmente. ¿Qué habría que entender para un cambio
real? El evangelio. Jesús no ambicionó entronizarse con los poderes fácticos. Él
buscó reinar en el corazón de cada persona abriendo el camino por medio de Su
sacrificio en la cruz. Tu cambio comienza con creer en Jesús y arrepentirte de
tus pecados. Eso no es locura sino lo único que podemos hacer para obtener
resultados diferentes.
El cambio es Jesús.
¡QUE DIOS TE BENDIGA!
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