Quizá la peor cosa que le pueda ocurrir a una persona es
quedarse sola y la gente dice estar sola. Hoy, que vivimos la era de la
información, de la tecnología… la gente dice estar sola. Los psicólogos viven
de eso, los psiquiatras lo estudian y la sociedad padece la soledad. En esta
Semana Santa multitudes salen de su soledad para unirse al gentío que va tras
ídolos que tampoco resuelven esa soledad. ¿Quién inventó que una estatua
resuelve los males de las personas?
Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? (Mateo 27:46)
Jesús fue aclamado al entrar sobre un pollino en Jerusalén, admirado
por Sus enseñanzas, cuestionado por los religiosos, abandonado en los peores
momentos, asesinado vergonzosamente delante de todos, velado por si se escapaba
en un golpe de efecto, y por último, sólo en Su tumba. Pues bien, lo peor que
le pudiera ocurrir a Cristo no fue nada de lo anterior ya que Él tenía todo eso
más que previsto. Lo peor que le ocurrió a Jesús es que Su Padre se apartó de
Él porque fue hecho pecado por nuestra culpa. Jesús fue la única persona de la
historia que padeció el rechazo no sólo de nosotros sino también de Dios, Su
Padre. Literalmente Jesús se quedó solo.
El mundo sigue tras sus ídolos pudiendo seguir a Jesucristo.
Una cruda advertencia: Todos los que dejan a Jesús en esta vida yendo tras sus ídolos
serán dejados atrás por Jesucristo, el cual vino a pagar por sus pecados dándoles
la oportunidad de ser salvos. Un consejo: Deja las manifestaciones religiosas, culturales
y tradicionales porque ellas te están llevando al infierno. Por el contrario, acércate
a Jesús quien vino a liberarte de tus pecados por medio de Su cruz. Cree en Él
arrepintiéndote de tus pecados y síguele. Ya no volverás a estar solo.
Estás solo sin Jesús.
¡QUE DIOS TE BENDIGA!
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