Lo que antaño supuso un descubrir los misterios de Dios por
medio de la ciencia ha derivado en un ateísmo recalcitrante. Nos disponemos a
celebrar la Semana Santa y aun el Cristianismo, en algunas de sus formas, ha
sido penetrado por el pensamiento científico ateo: Dios es una fábula. No es de
extrañar entonces que parte de esa cristiandad vaya detrás de ídolos de madera.
Por lo tanto, cada invento o descubrimiento del ser humano ha acabado con el
hombre ensoberbecido y alejado de Dios. Se sienten autosuficientes y han
derrocado a Dios… o por lo menos lo creen.
En el principio creó Dios los cielos y la tierra. (Génesis 1:1)
Todo es cuestión de poner las cosas en su sitio. El libro de
Génesis es el libro de los principios, como su nombre indica. En él encontramos
las respuestas a las preguntas que el ser humano necesita conocer, o más bien,
que el hombre rehúsa creer porque quiere hacer lo que le venga en gana. En
Génesis podemos aprender cómo Dios creó todo lo que nos rodea, cómo formó al
hombre, cómo instituyó la semana laboral, cómo compuso el matrimonio entre un
hombre y una mujer, etc. ¡Y TODO LO HIZO BIEN!
La rebeldía de la humanidad también tuvo su principio
relatado en Génesis. El matrimonio heterosexual que Dios había instituido se
reveló contra Él porque quería derrocarlo. Como podemos observar no hay nada
nuevo bajo el sol y lo que al principio fue la causa de nuestro estado de hoy,
lo sigue siendo en el presente: rebeldía ante Dios y usurpación de Su lugar. El
hombre quiere ser Dios… y la ciencia atea le sirve para este fin que concluye
que Dios es una fábula.
El que suscribe estas palabras deja claro que para él Dios
NO es una fábula. Un simple vistazo a la Palabra de Dios y una mirada a la
sociedad le hacen ver cuán verdadera es la Biblia y cuán falsa la ciencia atea.
Dios nos ofrece vida y la ciencia atea muerte, Así de sencillo y profundo a la
vez. Querido lector, si crees a Jesucristo, aquel que murió en una cruz y
resucitó al tercer día, obtendrás la vida y el cielo. Si por el contrario, crees a la
ciencia atea te espera la muerte y el infierno. Así de crudo, así de real. No
te lo pienses mucho porque no sabemos cuánto tiempo Dios ha establecido para
cada uno de nosotros en esta tierra, pregunta que la ciencia atea no te puede
contestar.
Dios es Dios.
¡QUE DIOS TE BENDIGA!
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