sábado, 27 de julio de 2019

Singularidad de Cristo


Cristo, cruz y religión son cuestiones en las que hay más desacuerdo que acuerdo. Extraigo el siguiente comentario que pone sobre la mesa la falta de aceptación del Jesús bíblico y de la verdadera religión por parte de la mayoría de las creencias o religiones del mundo.


El editor de religión de Newsweek, Kenneth L. Woodward, escribe:

Desde luego, la cruz es lo que separa de cualquier otro Jesús al Cristo del cristianismo. En el judaísmo no hay precedente de un Mesías que muere, mucho menos como criminal, como murió Jesús. En el islamismo, la historia de la muerte de Jesús se rechaza como una afrenta al mismo Alá. Los hindúes solo pueden aceptar a un Jesús que entra a un apacible samadhi, un yoga que escapa a la degradación de la muerte. El budista Thich Nhat Hanh dice que la figura de un Cristo crucificado «es una imagen muy dolorosa para mí. No contiene gozo ni paz, y esto no hace justicia a Jesús». En resumen, no hay espacio en otras religiones para un Cristo que experimenta toda la carga de la existencia humana, y por consiguiente no hay razón para creer en él como el Hijo divino a quien el Padre resucita de entre los muertos…

Que la imagen de un Jesús benévolo tenga atractivo universal no sorprende a nadie. Tampoco debe sorprender que la mayor parte del mundo no pueda aceptar al Jesús de la cruz. Por ende, que Jesús pueda servir como puente para unir religiones del mundo es atrayente, pero en última instancia sería imposible.[1]
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. (Juan 14:6)
El problema, o quizá uno de ellos, es el poco interés de oír a Jesús directamente y sin filtros. ¿Cómo hacer esto? Leyendo la Biblia porque ahí está de primera mano la información necesaria que puede satisfacer las preguntas más profundas que existen. Muchos se satisfacen con lo que han escuchado de otras bocas u otros escritos y no han ido a la Biblia para ser confrontados con la Verdad. ¿Cuál es la Verdad mayúscula? Jesús es el Único Camino a Dios. No la religión, no las ideas, no la ciencia, no los méritos personales, no la bondad humana. Nada de eso es una senda que lleva al cielo sino al infierno. Solo en Jesús hay salvación, por lo tanto, arrepiéntete de tus pecados, cree en Jesucristo y comenzará a experimentar una vida nueva que tiene todo que ver en cómo es Cristo y Su obra en tu vida.

Cristo murió.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!


[1] Craig Brian Larson y Drew Zahn, Ilustraciones perfectas: Sobre todo tema y para toda ocasión (Miami, Fl: Unilit, 2004), 272-273.

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