Muchos siguen tropezando con la realidad de la resurrección.
Cuando Jesús resucitó intentaron encubrirlo acusando a Sus discípulos de haber
profanado la tumba donde yacía robando Su cuerpo; los saduceos, una secta del
judaísmo, rechazaba la idea de la resurrección; el apóstol Pablo se encontró
con la incredulidad de los atenienses nada más tocar el tema de la resurrección
de los muertos; los discípulos no entendieron a Jesús cuando les anunció Su
muerte y posterior resurrección hasta después que estos hechos acaecieron. Si en
el pasado fue así, mucho más oposición a la resurrección hallamos en la
sociedad materialista que hemos creado.
No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación. (Juan 5:28-29)
Jesús anunció que todos resucitaremos y lo bueno o lo malo darán
como resultado la calidad de la resurrección. Es sencillo de entender: los que
hacen el bien resucitarán para vida y los que hacen el mal resucitarán también,
pero para condenación. ¿Qué está en la mente de Jesucristo cuando hace esta
distinción en cuanto a la resurrección para vida o condenación? Él mismo nos
saca de dudas: De
cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene
vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida (Juan
5:24). Hay una única bondad que podemos hacer y es creer (una
acepción es obedecer) la Palabra de Jesús dando crédito a Su Padre y esto nos asegura
una resurrección gloriosa. Dicho esto, la resurrección condenatoria es para
aquellos que han desoído la Palabra de Cristo rechazando al Padre dado que han
hecho lo malo.
En definitiva, creer a Dios por medio de Jesucristo hace la
diferencia entre la vida eterna y la condenación eterna. El evangelio es el
mensaje de esperanza que Cristo Jesús nos trajo. Dios se hizo hombre para pagar
la deuda de los delitos (pecados) que nosotros habíamos cometido contra el
Padre. Lo hizo por medio de dar Su vida en una cruz ocupando el lugar que tú y
yo merecíamos. Al resucitar venció a la muerte haciendo realidad que Su
resurrección aseguraba la de aquellos que con fe (confianza) le siguieran… para
los que no se labraron una resurrección condenatoria. Medita en esto hoy.
Haz lo bueno por ti.
¡QUE DIOS TE BENDIGA!
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