sábado, 30 de noviembre de 2019

Tu Talón de Aquiles


Todos tenemos nuestro talón de Aquiles y como ejemplos hay un buen ramillete de personajes relevantes en la historia que confirman el hecho. Está semana estoy inmerso en la lectura del libro "El talón de Aquiles: Los aspectos más oscuros de la condición humana a través de la historia", del historiador, entre otras disciplinas, Dr. César Vidal. Al igual que Aquiles tuvo su punto flaco, que lo llevó nada más y nada menos que a la muerte, el endiosamiento de Calígula, la intransigencia religiosa de Felipe  II, el alcoholismo de Edgar Allan Poe, la homosexualidad de Oscar Wilde o el odio por el ser humano de Lenin, los llevaron al fracaso personal y de su entorno.


¿Cuál es tu talón de Aquiles? ¿Qué te hará fracasar si no lo sueltas? Es más, ¿reconoces que tienes un defecto, una lacra que te impide el éxito? Los personajes arriba mencionados no se percataron de su propia debilidad por ambición, orgullo o insensibilidad. ¿Padeces tú de esos narcotizantes que te impiden ver tu realidad? En la Biblia el talón de Aquiles es el pecado. De hecho, lo que nos hace fracasar es el pecado en sus muchas formas de hacerse visible. De entre los personajes citados en el libro se halla el escritor ruso Fiodor Dostoievski cuyo talón de Aquiles era el juego. Era lo que hoy en día catalogamos como un ludópata. Su vida estuvo a punto de arruinarse de no ser por el encuentro que tuvo con Jesucristo.


El talón de Aquiles de Jesús fue el pecado. Nuestro pecado. Él no pecó jamás. Cristo entregó Su vida en una cruz para librar a la humanidad de su talón de Aquiles, el pecado. El pecado es lo que produce la muerte de cada uno de nosotros y la muerte no es otra cosa que vivir eternamente separados de Dios. El merecido castigo no recayó sobre nosotros sino sobre Jesucristo. Hoy, al igual que Dostoievski, puedes librarte de tu talón de Aquiles si te arrepientes de tus pecados y pones tu fe en Jesucristo como Salvador, el que te libra de la muerte y del infierno, y como Señor, el que gobierna con autoridad sobre tu nueva vida.

Tu debilidad te mata.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 23 de noviembre de 2019

Tejemanejes


Creo no equivocarme al pensar que todas las personas desean fervientemente vivir en paz, libres, saludables y con sus necesidades cubiertas. Por desgracia, anhelar pasar nuestros días en ese estado de gracia es imposible en medio de tantos tejemanejes, o lo que es lo mismo, los medios poco claros o sospechosos que utilizan las personas para conseguir algo, según la RAE. La humanidad tiende a la insatisfacción y al hartazgo. Esas dos características hacen que siempre se busque remedio a cualquier precio. La expresión más somera de esa búsqueda podría ser la “mentira piadosa” y la más agresiva el asesinato. ¿Quién no ha “mentido piadosamente” para conseguir su objetivo? ¿Cuántos casos en la historia mundial o nacional se conocen de asesinatos por conseguir el poder?

Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo. (Génesis 50:20)

Los tejemanejes de los hermanos de José lo llevaron como esclavo a Egipto. Conspiraron contra él hasta que consiguieron su objetivo y fueron tan crueles y cínicos que montaron toda una escena teatral para engañar a su decrépito padre, haciéndole creer que una alimaña había acabado con la vida de su amado hijo. El odio hace imposible una vida de ensueño. Si entre hermanos hay tejemanejes, ¿cuánto más entre amigos, allegados o desconocidos? ¿Qué decir de la patética, interesada y maloliente política de nuestros días? Como dirían Tip y Coll: “Mañana hablaremos del gobierno”.


Dios hizo realidad lo de “no hay mal que por bien no venga”, transformando el tejemaneje maligno que sufrió José en un bien para muchos. La vida de José se asemeja en muchos aspectos a la de Jesús. Cuando Satanás, los religiosos y el pueblo pensaron que le habían dado muerte, Dios llevó a cabo el mayor plan de salvación de la historia entre tanto tejemaneje malvado. En la cruz Jesucristo venció al pecado y a la muerte que nos separaba de Dios. Hoy las puertas del cielo están abiertas para todos aquellos que confían en Cristo arrepintiéndose de sus pecados y caminando de acuerdo al Maestro. En Él no hay tejemanejes, dobleces ni oscuridad porque cumple Sus promesas a rajatabla.

Jesús es la Verdad.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 16 de noviembre de 2019

Mentirosos Descarados


La mentira campa a sus anchas de forma descarada. Da igual el estrato social, todos mienten. Se miente para salvaguardar la imagen. Se miente para quitarse la responsabilidad de encima. Se miente para quedar bien. Se miente para lograr los propósitos en mente. En fin, se miente para que el ego engorde. La mentira es el mayor de los pecados de la humanidad. De ella emanan todos los demás. Engañar y auto engañarse es el pan nuestro de cada día cuando se trata de relaciones humanas interesadas y ruines. Si es triste y humillante que se mientan entre sí los ciudadanos de a pie, ¡cuánto más los que nos presiden y gobiernan! El pecado existe y se manifiesta por medio de la mentira.
El SEÑOR detesta los labios mentirosos, pero se deleita en los que dicen la verdad. (Proverbios 12:22)
Dios, que es el SEÑOR, es decir, el que manda, odia a la persona que miente. Sí, aborrece al que usa su lengua para mentir. Por el contrario, Dios se complace con los veraces. ¿Has mentido alguna vez? Por supuesto. Entonces no eres libre de culpa. Al igual que los políticos mentirosos que nos presiden hoy engañando a sus electores, tú estás en serios problemas con Dios, el SEÑOR. Dios condena a cada uno de los que mienten: a ti, a mí y a los políticos. La mentira es suficiente demostración para ser condenados ante el tribunal divino. Aquí nos podremos ir de rositas pero ante Dios, no. De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí (Romanos 14:12), nos advierte el apóstol Pablo.

Aún hay tiempo para escapar del juicio condenatorio de Dios. Para ello caminó LA VERDAD entre nosotros, JESÚS. Él pagó en una cruz por cada una de las mentiras de la humanidad, tanto las pasadas, presentes y futuras. Todo ha quedado saldado gracias a Su muerte y resurrección. Dios ha recibido con satisfacción el sacrificio de Su Hijo y ahora tenemos vía libre para librarnos de la condenación eterna. Tus mentiras han sido perdonadas y sólo has de acercarte a Jesucristo arrepentido de tus pecados y te acogerás a Su plan de salvación, el único que puede salvarte. Pon tu fe (confianza) en Jesús, los demás te intentarán mentir.

La VERDAD está a tu alcance.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 9 de noviembre de 2019

Sinéad O'Connor y Jesús


La cantante Sinéad O'Connor decayó después de romper una foto del Papa en un programa televisivo. Su gran error fue denunciar lo que ella consideraba como el principio de todos los males, la Iglesia Católica Romana. Quedó claro, una vez más en la historia humana, que oponerse a los poderes establecidos trae la ruina a quienes, como O'Connor, alzan la voz contra esos poderes fácticos. El problema para ella radicó en lo inoportuno de la denuncia al catolicismo romano pues  en esa etapa se estaban fraguando las aberraciones sexuales de sacerdotes católicos en las sombras. Sinéad O'Connor fue una adelantada a su tiempo “profetizando” lo que más tarde se descubrió como otra abominación más del catolicismo romano: la pederastia de sus sacerdotes. En resumen, Sinéad O'Connor fue linchada y relegada al olvido por su denuncia real contra el Papa.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. (Mateo 23:27)
Jesús recibió el mismo trato de los religiosos de Su época. Su crimen: denunciar su hipocresía. De cara a la galería se mostraban inmaculados pero en realidad estaban podridos. Pedían a los demás integridad cuando ellos no lo eran. Y Jesucristo sacó a la luz sus contradicciones personales y religiosas. Cristo vino a decirles algo así como: “Vuestra religión os lleva al infierno y arrastráis a otros al mismo destino”. No nos debe extrañar que igual que Sinéad O'Connor, Jesús fuese desacreditado hasta el punto de llevarlo a sufrir la muerte más vergonzosa y vil de la época, la cruz.

Ahora bien, Jesús no fue un mártir religioso, social o político. Dicho de otra forma, Jesús no fue vencido por los religiosos, la sociedad o la política de Su tiempo. ¡Jesús venció a la religión, a la sociedad y a la política! Él venció porque Sus miras no estaban puestas en agradar a sus contemporáneos sino en la misión que debía llevar a cabo: la salvación de la humanidad de sus pecados. Jesús murió en una cruz por decisión propia para salvarnos de la religión, la sociedad y la política que intentan subyugarnos hasta el punto de hacernos desaparecer. Cada uno de nosotros es importante para Dios y la demostración de ello es el amor demostrado cuando Jesucristo vino a rescatarnos pagando el precio por nuestros pecados. Querido lector, es tiempo de salir de la religión que te aplasta, de la sociedad que te minimiza y de la política que te esclaviza porque Jesús te ama y ha dado Su preciosa vida por ti. Sólo arrepiéntete de tus pecados, cree en Él y serás eternamente salvo.

Rompe tus ataduras.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 2 de noviembre de 2019

Mentirosos por Herencia


Una verdad a medias es una mentira. En mis años de EGB se nos inoculaba la siguiente mentira marxista: “La lucha de clases es lo que mueve la historia”. Yo, en mi ignorancia juvenil, lo veía muy lógico: “Yo, que soy de la clase trabajadora, aspiro a la clase rica, los que no trabajan y se lo pasan chachi”. Puede que las aspiraciones del ser humano a mejorar muevan la historia pero lo que Marx vendía era pura envidia venenosa para enfrentar a todos. Una verdad a medias, sigue siendo una mentira. Los políticos siguen las mismas prácticas mentirosas tapando, tergiversando y negando verdades como puños. Por desgracia, España está nutrida de estos mentirosos de la historia para escalar los peldaños lucrativos del poder.
No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. (Génesis 3:4-5)
La primera cuestión que la humanidad, representada en Adán y Eva, aprendió es a mentir. Para ello contaron con el mejor maestro del universo: Satanás disfrazado, como no podía ser de otra forma. Según lo califica la Biblia Satanás es el padre de la mentira (Juan 8:44), es decir, el que la inventó. Al momento que creyeron su media verdad, pecaron y perdieron su amistad íntima con Dios. ¿Qué creyeron? Que serían como Dios. Esa y no otra es la mentira que sigue creyendo la humanidad. Nos esforzamos para que otros nos adoren, siguiéndonos. Anhelamos el poder para el bien propio, peleando por alcanzar la divinidad, pero una vez más caemos en la cuenta de que la mentira se ha cebado en nuestras limitadas vidas. Satanás se ha reído otra vez de los que quieren ser como Dios.

De Satanás hemos heredado la mentira por eso Jesús, el Hijo de Dios, se nos presenta como LA VERDAD. “…y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres… Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”. (Juan 8:32, 36). La Verdad es excluyente, por consiguiente, sólo hay una Verdad, lo demás son mentiras por muy bonitas que se maquillen. LA ÚNICA VERDAD ES JESUCRISTO. Lo demás son patrañas. El costo de nuestra herencia mentirosa lo pagó Jesús en una cruz porque únicamente Él es la Verdad. Cree en Él y desconfía de los cantos de sirenas que te intentan seducir llevándote al mismo infierno, donde la esperanza ya está perdida. Ahora es el momento de abrirse a la Verdad y desechar la mentira de los hombres. Arrepiéntete de tus mentiras, cree en Cristo y serás salvo eternamente.

Hereda la Verdad: JESUCRISTO.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!