sábado, 25 de diciembre de 2021

Navidad: Amor Práctico

El amor de Dios es eminentemente práctico. Tanto es así que el nacimiento de Jesús nos da una imagen en acción del amor de Dios. Si resumimos el por qué Dios envió a Su Hijo a nacer como un niño, diríamos lo siguiente: Dios envió a Su Hijo para mostrarnos Su amor y enseñarnos en qué consiste Su amor. Más resumido aún: El Dios que es amor envía a Su Hijo a salvarnos. ¿Por qué tiene Dios que mostrarnos Su amor? Primero, porque Él no puede dejar de amar de forma práctica. Segundo, porque nosotros no sabemos amar de forma práctica. El amor de Dios no podemos imitarlo a no ser que Él nos enseñe a ponerlo en práctica.


En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. (1 Juan 4:9-10)

 

Lo que primero hizo Dios no fue darnos una clase teórica sobre qué es Su amor. Lo primero que Dios hizo es dar una lección práctica y visual de Su amor puesto en funcionamiento. Más vale una imagen que mil palabras, y Dios nos ofreció esa imagen. Su amor fue sacrificial. El amor que Dios practica es costoso para Él. Dios envió a su único Hijo aquí. Con esto nos dice que Su amor por nosotros es infinito, hasta el punto de regalarnos a Su Hijo en sacrificio por nuestra salvación. Ahora que hemos visto el amor de Dios en acción, viene la lección teórica. Ahora nos sentamos en nuestras bancas del colegio y Dios nos explica en qué consiste Su amor. Pon en modo de grabación a tu cerebro y corazón. El amor de Dios es desinteresado. Dios no buscó que le amasen por el sacrificio de Su Hijo. El amor de Dios hacia nosotros es unilateral. Dios nos amó a pesar de que nosotros ni siquiera supiésemos que tal amor existía. Es más, muchos aborrecen abiertamente ese amor.


Advertencia: Un día el amor de Dios cesará por aquellos que decidieron no creer en Jesucristo y siguieron sus propias creencias. No amar a Dios acaba en que Dios no te amará. Ahora es el momento de amar a Dios. Tras la muerte el amor de Dios se acaba para el incrédulo. El propósito del amor sacrificial de Dios al enviar a Su Hijo unigénito es para que vivamos por Él. Que imitemos Su amor sacrificial por los demás. El propósito del amor desinteresado de Dios al enviar a Su Hijo unigénito fue que Jesucristo pagase la deuda que contrajimos con Dios por causa de nuestros pecados en una cruz. Tus deudas fueron pagadas por Jesús y Dios te puede y quiere perdonar. Querido lector, que esta Navidad nazca Jesús en tu mente y corazón. Así descubrirás como te ama Dios de forma práctica.

Si quieres amar, conoce a Jesús.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 18 de diciembre de 2021

Adviento 2021 (4): Como Simeón y Ana

La cuarta escena que elijo para esta cuarta semana de Adviento es la Presentación de Jesús en el Templo de Jerusalén. José y María llevan al Niño para consagrarlo a Dios, pues así se acostumbraba, por mandato divino, a hacer con los primogénitos de cada familia o animales. Jesús desde bebé fue, como no podía ser de otra forma, consagrado a Dios. al llegar al Templo se encuentran con los que serían dos testigos presenciales que confirmarían que el Niño era el Mesías prometido que salvaría al pueblo de sus pecados. Algo similar ocurrió con la escena de la visita de los pastores que vimos la semana pasada. Además, los astrólogos de oriente, por medio de sus regalos, confirmaron dando gloria y honor al Niño de Belén. Todos testigos del nacimiento del protagonista de la Navidad: JESÚS.

Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él. […] Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad, y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones. (Lc. 2:25, 36-37)

 

¡Qué maravilla! ¡Qué bendición! Encontrarnos hoy día con personas como Simeón y Ana sería todo un honor. Una bendición mayúscula. Simeón, que dedicó su vida a esperar al Señor y Dios le concedió lo que le prometió sosteniendo al Salvador en sus propias manos. ¿Qué decir de Ana? Ella decidió, al enviudar muy joven, dedicarse a servir al Señor en el Templo. Oraba y ayunaba esperando la salvación de Dios por medio del Mesías. Sus ojos contemplaron, como Simeón, a Jesús el Mesías. Mientras Simeón dio gracias a Dios y bendijo a los padres, Ana se unió en agradecimientos a Dios y en extender entre el pueblo que el Mesías había llegado.


Querido lector, dedica tu vida a estudiar la Biblia, la Palabra de Dios. En ella encontrarás a Jesús y nada, en este mundo o en la eternidad, te traerá más gozo. Como el gozo que recibieron Simeón y Ana. Además, dedica tu vida a servir en la iglesia en las formas que Dios te haya capacitado, dándole gracias y esparciendo a todos los que se crucen por tu camino que Jesús nació para perdón de los pecados a todo aquel que se arrepiente e igualmente, para salvación eterna a todos aquellos que por medio de la fe siguen a Jesucristo. Recuerda que este tiempo de Adviento fue el prólogo para que Jesucristo consumara Su obra de salvación en una cruz por ti y por mí.

Sé como Simeón y Ana.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 11 de diciembre de 2021

Adviento 2021 (3): Nuevas de Gran Gozo

En el capítulo dos del evangelio de Lucas nos encontramos con una escena que cambió la vida de unos sencillos pastores que guardaban sus rebaños. Los humildes pastores son los primeros que reciben el anuncio del nacimiento del Mesías, Jesús, nada más y nada menos que del ángel del Señor y una multitud de huestes celestiales. Dos verdades podemos aprender: Primera, Dios se revela en las tareas ordinarias, como el trabajo. Segunda, Dios abre Su reino a los que se mantienen en sus tareas fielmente y son como niños inocentes. El ángel del Señor les da a los pastores las buenas noticias en cuanto al Ser que nació. El Bebé es un Salvador, como Su nombre indica, el Bebé es el Cristo, el Ungido, el Mesías, y el Bebé es el Señor, Dios manifestado en carne.

Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios
por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho. (Lucas 2:20)

Dos señales son dadas a los pastores para que reconozcan al Niño: El Niño estaría envuelto en pañales y el Niño estaría acostado en un pesebre. Cualquier niño ha sido envuelto en pañales, pero ningún niño ha tenido que tener por cuna un pesebre. Dios se encarnó en Jesús de la forma más humilde posible. La multitud de las huestes celestiales irrumpió sin previo aviso y con voz de júbilo alabó a Dios manifestando la obra que el Bebé recién nacido iba a cumplir. El Bebé glorificaría a Dios con Su vida y obra; el Bebé traería paz con Su vida y obra; el Bebé traería buena voluntad para los hombres con su vida y obra. Para alcanzar Su buena voluntad arrepiéntete de tus pecados y recibe a Jesús como Señor y Salvador. Él nació en un pesebre y murió en una cruz para reconciliarte con Dios. Esas son las nuevas de gran gozo.

Los pastores visitan a Jesús. Por nada del mundo se iban a perder tal evento. Fueron de prisa a Su encuentro con Jesús y al llegar estaban María, José y el Niño y, talvez más personas. Con entusiasmo dieron testimonio del anuncio de los ángeles. Al final de la visita los pastores regresan de vuelta al trabajo, pero ya no eran los mismos. Hay tres características de aquellos que se encuentran con Jesús y vuelven a sus quehaceres diarios. Primero, vuelven a su vida diaria porque es bueno y justo. Segundo, Vuelven a su vida diaria glorificando a Dios. Y, tercero, vuelves a su vida diaria alabando a Dios.

Vuelve a tu vida, pero con Jesús.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 4 de diciembre de 2021

Adviento 2021 (2): Un Pesebre en tu Corazón

Seguimos nuestro recorrido por la Historia de Adviento. Ahora nos encontramos que José y María se han desplazado al pueblo de Belén Efrata para cumplir con el edicto de Augusto César de censar a todo el imperio. Cirenio es el brazo ejecutor de César en Siria y en Judea. Nada más llegar a Belén María se pone de parto. En cada hostal y mesón colgaba el cartel de ocupado. Se habían quedado sin una habitación tranquila y limpia donde María poder dar a luz a Jesús, el Mesías. Un mesonero in extremis les dejó un lugar en su establo movido, quizá, por la premura de la situación.

Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón. (Lucas 2:7)

En ese ambiente fétido, insano y poco acogedor nació Jesús, el Rey de reyes y Señor de señores. Como cada bebé, Jesús fue protegido entre pañales. Como ningún bebé, Jesús fue acostado en un pesebre a modo de cuna. La situación del nacimiento de Jesús en esas circunstancias adversas fue un anticipo del trato que recibiría por parte de la mayoría de Sus contemporáneos. No es mejor el trato que recibe en el presente. Lo vuelven a matar ignorándolo. O, por lo menos, eso creen los que lo ignoran. ¿Tú lo ignoras tras una capa de creer que lo sabes todo?

Querido lector, ¿hay lugar en ti para Jesús? ¿O lo relegas a un muñeco en el belén que montas año tras año? Quizá ni eso, porque prefieres el arbolito de navidad. Me gustan las pseudo pelis de navidad que ponen todos los años en diferentes canales. Lo triste es que estas películas han desechado por completo a Jesús de la Navidad. Ni se le menciona ni aparecen símbolos que recuerden a Él. Todo es arbolitos de navidad, manjares deliciosos, amores del pasado, familia perfecta y grandes escenarios llenos de luz y color. De Jesús ni “mu”. Jesús nació pero, ¿hay un lugar en ti para Él? Dale estas navidades toda tu vida porque Él dio la Suya por ti en una cruz. Contigo Jesús no se conforma con un establo, Él quiere morar en ti, dirigir tu vida. Arrepiéntete de tus pecados, pon tu fe en Jesucristo y, por fin sabrás lo que es Navidad de verdad.

Adviento es la llegada de Jesús a tu vida.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 27 de noviembre de 2021

Adviento 2021 (1): Nada Hay Imposible Para Dios

La Historia de Adviento, que recordamos año tras año, es la mayor demostración de la cercanía de Dios con nosotros. De hecho, uno de Sus nombres es Emanuel, Dios con nosotros. Dios se hizo carne en Jesús demostrando que nada hay imposible para Él. Todo lo que Su voluntad decreta, es llevado a cabo. Un ejemplo de ello son Sus decretos en la creación. Cada mandato que dio se hizo realidad: “Sea la luz”; y fue la luz (Génesis 1:3). En Adviento decretó a María “Darás a luz un hijo”; y fue Jesús (Lucas 1:31).

Nada hay imposible para Dios. (Lucas 1:37)

Todo parecía ir en contra de María para cumplir la voluntad de Dios de dar a luz a un hijo. ¡No tenía relaciones sexuales con José, su prometido! Aún no estaban casados, solo comprometidos. (En el mundo de hoy, tan sexualizado, esto suena ridículo, pero hubo un tiempo en que las relaciones sexuales se dejaban para el matrimonio). Elisabet, familiar de María, había quedado embarazada seis meses atrás. Aunque era estéril y vieja, Dios obró el milagro y llegó a ser la madre de Juan el Bautista. “Si Dios obró el milagro en Elisabet, también puede hacerlo conmigo”, pensaría María después de escuchar la noticia sobre Elisabet que el ángel le dio.

Al oír la afirmación “nada hay imposible para Dios” de boca del ángel Gabriel, María se sometió a Dios como sierva, cumpliendo la voluntad que Dios determinó para ella. Querido lector, Adviento tiene un claro mensaje para ti: Jesús fue concebido por el Espíritu Santo en el vientre de María para que sepas que nada hay imposible para Dios. De hecho, lo que para ti y para mí era imposible Jesús lo hizo posible. En la cruz pagó la deuda por nuestros pecados al Padre. Lo más difícil Jesucristo lo hizo para que, al confiar en Él nos pudiésemos reconciliar con Dios. Haz lo fácil: arrepiéntete de tus pecados ante Dios y sigue a Jesús. Serás eternamente salvo desde estas navidades que nuevamente recordamos que Jesús se llegó a nosotros.

Dios puede todo.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 20 de noviembre de 2021

Mi Gozo en un Pozo

En muchas ocasiones lo que nos causa alegría, se frustra. Lo que pensábamos que nos daría felicidad al final resulta ser engañoso. Eso ocurre cuando basamos la felicidad en lo efímero, lo quebradizo, la mentira… Nos dejamos llevar por obtener posesiones, escalar nuevos puestos, ser admirados y un sinfín de emprendimientos para dar nuevamente con el gozo en un pozo. El verdadero gozo no está en lo que tengo, lo que soy o lo que despierto en los demás. La felicidad duradera está en encontrar aquello para lo que los seres humanos estamos llamados a hacer en el plano espiritual y material.

Mientras él decía estas cosas, una mujer de entre la multitud levantó la voz y le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste. Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan. (Lucas 11:27-28)

Jesús lo explicó claramente. Ser bienaventurado no tiene que ver con la familia a la que se pertenece o con la educación que se ha recibido. El gozo duradero emana exclusivamente de la obediencia a la Palabra de Dios. ¿Quién no quiere ser feliz? Sería de tontos no querer serlo. Ahora bien, si eliges la felicidad vana no te extrañes nunca de perderla, como hasta hoy, a la más mínima contradicción. Ten muy en cuenta que el gozo que Jesús da al obedecerlo trasciende a las circunstancias, sean éstas felices o tristes. Es tremendo ver como el suicidio está ganando todas las estadísticas de causas de muerte al año. La alegría se fue de estas personas en grado sumo. Advertencia: Si tu vida se asienta en la alegría fugaz, tienes un problema mayúsculo.

Jesús trae alegría al corazón. Él vino a dar buenas noticias a los mendigos, vino a curar a los que tienen el corazón hecho añicos, vino a liberarnos del pecado y de Satanás, vino a que recobrásemos la vista y dejar la ceguera atrás. ¡Cómo disfrutan aquellos que han obedecido la Palabra de Dios! Jesús, con Su sacrificio en la cruz, nos trajo gozo eterno porque nos dio a conocer la verdad, nos curó el corazón, nos liberó de la muerte y nos devolvió la vista para ver Sus obras por nosotros. Querido lector, ¿quieres obtener esa calidad de gozo? Obedece la Palabra de Dios. Como el mejor inicio de tu obediencia arrepiéntete de tus pecados delante de Dios y comienza a seguir los pasos de Jesús que se hallan en la Biblia. Tu felicidad eterna depende de ello.

Mi gozo está en Jesús.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 13 de noviembre de 2021

La Respuesta Acertada

Como siempre nos encontramos a los “listillos” de turno intentando poner zancadillas a Jesús. Fariseos, saduceos y sacerdotes estaban a la busca y captura de una presa sustanciosa: Jesús. Ahora bien, las respuestas acertadas de Jesucristo eran épicas y han quedado grabadas en los corazones de todas las personas desde que fueron pronunciadas. Es que Jesús no era cualquier persona, ni siquiera cualquier sabio de la época. Jesús era el mismo Dios hecho carne que nos habló de tal forma, respondiendo acertadamente a nuestras inquietudes (sanas o insanas, interesadas o desinteresadas, traicioneras o bienintencionadas), que no había lugar a la duda por parte de Sus interlocutores.

Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. (Mateo 22:21)

En la conocida escena de la moneda con la efigie del César, Jesús no se amilanó ante los fariseos “listillos” de turno, y puso cada cuestión en su lugar. Los poderes del mundo debían recibir aquello que era suyo: los impuestos, mientras que Dios debía de recibir lo que también era Suyo: honra. ¿Estaban dispuestos los fariseos a honrar a César por medio de pagar impuestos, pero no estaban dispuestos a honrar a Dios por medio de reconocer en Jesucristo al mismo Dios? Los fariseos, saduceos y sacerdotes no estuvieron dispuestos a honrar a Dios por medio de reconocer a Jesucristo como el Mesías prometido desde la caída del hombre en el pecado.

Jesucristo tiene la respuesta acertada que estás buscando. Ahora bien, ¿con qué actitud le preguntas? ¿Vienes como los fariseos a pillarlo en algún fallo? ¿Le preguntas como los saduceos para desacreditarlo doctrinalmente? ¿Te presentas ante Él como los sacerdotes con el fin de seguir manteniendo el estatus que Jesús pone en peligro? Sea el caso que sea, recibirás una respuesta de Jesucristo certera, pero está en ti reconocer Su Verdad, Su conocimiento y Su autoridad. De lo contrario, Jesús te habrá respondido certeramente, pero tú seguirás siendo un fariseo hipócrita, un saduceo creído y un sacerdote blasfemo. Acércate humildemente a la cruz, lugar donde Jesús responde a tu más grande pregunta: ¿Qué puedo hacer para ser salvo? Jesús te responde, una vez más con Su acierto: Cree en mí y serás salvo.

Da a Jesús lo que te pide.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 6 de noviembre de 2021

Ecólatra

Al final todo lo que el ser humano ama lo transforma en un ídolo idólatra. Ahora la ecología se une a la pasarela de los ídolos reverenciados. Perseguir el ideal de una ecología verde, sostenible (y feminista) termina siendo un ídolo que exige devoción, sumisión y sacrificio. Por eso no es de extrañar que un cartel publicitario defina como ecólatra a todos aquellos que sienten devoción por una ecología verde, sostenible (y feminista). Es que el corazón del ser humano, cuando deja de adorar a Dios (verdadero objeto de nuestra adoración), se convierte en idólatra de aquello que persigue, véase la ecología convertida en ecolatría.

Los ídolos de ellos son plata y oro, Obra de manos de hombres. […] Semejantes a ellos son los que los hacen, Y cualquiera que confía en ellos. (Sal 115:4, 8)

Los ídolos que crean las personas pueden estar fabricados de materiales valiosos, pero solo son hechos por manos imperfectas que quieren alcanzar la perfección salvándose a ellos mismos del destino que saben que les espera. Un ídolo es frío, mudo, sordo, inexpresivo… sin vida. Pues bien, los que moldean tales ídolos son fríos, mudos, sordos, inexpresivos… sin vida. Un ídolo es cualquier cosa que pones en lugar del Dios Verdadero. Solo Dios puede ser adorado y Él no comparte esa honra con nada ni con nadie. Si idolatras a la ecología, eres un ecólatra. Has cambiado la adoración a Dios por un ideal que es estéril a la hora de redimirte.

Deja de confiar (poner tu fe) en lo que no te conviene. Ningún ídolo te librará de tus pecados que te han apartado de Dios. Es más, tus pecados aumentan cada vez que te arrodillas ante tus ídolos en actos de sumisión y sacrificio. Solo Jesucristo es digno de ser adorado. La razón es muy sencilla. Él es Dios. El Dios que pagó por tus pecados de idolatría en una cruz para que con Su sacrificio pudieses reconciliarte con Dios Padre. Querido lector, ser un idólatra te llevará al infierno, pero ser un adorador te llevará al cielo. ¿A qué estás esperando para cambiar tus ídolos por el Dios Verdadero? Arrepiéntete de tus pecados ante Dios y sigue a Jesús.

No sigas las modas idolátricas.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 30 de octubre de 2021

De las Tinieblas a la Luz

 

El 31 de octubre de 1517 fue la fecha en la que Martín Lutero clavó sus 95 tesis en la iglesia del palacio de Wittenberg. Ese día comenzaron a disiparse las tinieblas del oscurantismo católico romano en los países que se acogieron a lo que se conoce como la Reforma Protestante. Ha llovido mucho desde entonces, pero las sociedades que se anquilosaron al catolicismo siguen un fatal destino. Lutero intentó traer a la iglesia católica romana, a la que pertenecía, la luz de la Biblia, pero decidieron continuar en las tinieblas más densas. Hoy esas tinieblas, como antaño, ven su reflejo en el culto a los muertos que los católicos profesan.

No solo los católicos dan culto a las tinieblas, sino que todos aquellos que rechazan la luz de las Escrituras se jactan de reírse de la muerte por medio de sus fiestas y prácticas satánicas. El culto al infierno rampa por nuestras calles importado desde Norteamérica en la noche de todos los santos. Méjico se suma a tal desatino llevando comida a sus difuntos al mismo cementerio e invocando a espíritus demoniacos. Ellos, todos ellos, viven la cultura de la muerte y las tinieblas. La luz, que disipa las tinieblas, no está entre ellos esos fatídicos 31 de octubre y 1 de noviembre. Una cuestión es recordar a nuestros seres queridos y otra muy diferente es invocarlos.

El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz; Y a los asentados en región de sombra de muerte, Luz les resplandeció. (Mateo 4:16)

¡No hay excusas! Nuestras naciones que viven en tinieblas y sombra de muerte han recibido una gran Luz. Esa Gran Luz es Jesucristo que nos visitó para que tuviésemos la oportunidad de pasar de las tinieblas a la Luz. ¡Él es la Luz! Al morir en la cruz, pagando por nuestros pecados, disipó todas las tinieblas para que pudiésemos reconciliarnos con el Padre. Si sigues prefiriendo la cultura de la muerte acabarás siendo presa real de tus peores pesadillas. Realmente, el infierno te espera y, créeme, cuando sus puertas se abran para darte paso lo menos que querrás es seguir riendo. Arrepiéntete de tus muchos pecados ante Dios y pasarás de muerte a vida, de las tinieblas a la Luz.

Ven a la luz de Jesús.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 23 de octubre de 2021

Confesión

La confesión es el acto de hablar la misma cosa que se ha hecho, según la palabra griega de la que deriva. La imagen que puede venir al pensamiento cuando se piensa en la palabra confesión es la de un individuo que está ante un tribunal testificando de una serie de hechos que ha cometido él u otros. Dependiendo de la veracidad de su confesión el juez tendrá a su disposición suficientes elementos para declararlo inocente o culpable. Si el juez declara culpable al juzgado, pagará por sus delitos. Si, por el contrario, el declarante es inocente, será absuelto y quedará libre.

Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. (Romanos 10:9)

La Biblia suscribe que todos somos culpables por nuestros pecados y que estamos condenados por ello. La única escapatoria que nos libra de la condena es otro tipo de confesión. La confesión sincera que habla la misma cosa que estamos dispuestos a asumir conscientemente es una prueba indudable de que somos salvos. Declarar en voz alta que Jesús es nuestro Señor y que creemos en el poder de Dios para resucitar a Jesús de la muerte es la evidencia de alguien que reconoce quién es Jesucristo y el poder de Dios. Querido lector, ya va siendo hora de que te arrepientas de tus pecados delante de Dios y confieses que Jesús es tu Señor a otros creyendo en Su resurrección. Esta confesión es la forma más sincera y práctica de mostrar a todos que has sido salvo por la fe en Jesucristo.

Confiesa a Jesús.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 16 de octubre de 2021

¡Buenas Noticias!

Os traigo las mejores noticias del mundo. Hay un Camino para encontrarse con Dios. ¡Buenas noticias! Tú te puedes encontrar cara a cara con Dios. Hay una Verdad para conocer a Dios realmente. ¡Buenas noticias! Tú puedes conocer a Dios de forma real. Hay una Vida para vivir eternamente con Dios. ¡Buenas noticias! Tú puedes obtener de Dios la vida eterna. Entonces, ¿cuál es el Camino para encontrarte con Dios? ¿Cuál es la Verdad para que conozcas a Dios? Y, ¿cuál es la Vida eterna que Dios te quiere dar? ¡JESÚS!

Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. (Juan 14:6)

En Jesús tenemos el Camino que nos lleva al Padre. Por lo tanto, sigue a Jesús. Solo Él te puede llevar al Padre. En Jesús está la Verdad que nos lleva al Padre. Por lo tanto, cree a Jesús. Solo Él te habla la Verdad. En Jesús está la Vida que nos lleva al Padre. Por lo tanto, vive a Jesús. Solo Él te da la Vida eterna. Deja hoy de andar por tus caminos, deja hoy de creer tus “verdades” y deja hoy de vivir como si fueses a ser eterno sin Jesús. Arrepiéntete de tus pecados ante Jesús y síguele. Desde ese momento podrás encontrarte con Dios. Jesús se sacrificó en una cruz para que tú encontraras el Camino, la Verdad y la Vida en Él, y así poder reconciliarte con el Padre.

Sin Jesús no hay buenas noticias.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 9 de octubre de 2021

Una Pregunta

Imagínate que, tras tu muerte, llegas a las puertas del cielo. Por supuesto, tu deseo es entrar como todo hijo de vecino. Es totalmente normal el deseo de llegar a esas puertas celestiales y, como un momento glorioso, pasar adentro de forma triunfante. Sigue imaginando que Jesús sale a tu encuentro, porque Él es el que tiene las llaves y no Pedro, y te pregunta: ¿qué razón me das para dejarte entrar en mi casa celestial? Creo que es fácil imaginar que te quedarías a cuadros, pero nuevamente, como todo hijo de vecino, le argumentarías a Jesús: Jesús, la razón que te doy para entrar al cielo es que he sido buena persona.

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (Juan 3:16)

Siento decirte, querido lector, que si tu bondad es la razón por la que Jesús ha de abrirte las puertas del cielo de par en par, andas bastante descaminado. Jesús mismo nos dio la razón por la cual vamos al cielo. Esa razón es creer en Él. Dios te amó de una forma tan exagerada que ofreció a Su Hijo, la Persona más grande del cielo y la creación, con el propósito de poder reconciliarte con Él. La única condición para salvarte del infierno es creer en Jesús. Todos pecamos y, por desgracia, lo seguiremos haciendo, pero la condenación eterna no la provoca el pecado, sino la incredulidad de aquellos que conocen a Jesús y deciden no creer en Él.

Dios Padre te ha tendido Su mano para que os reconciliéis por medio del sacrificio de Jesucristo en la cruz. Nuestros pecados y delitos han necesitado ser juzgados por la justicia de Dios y el pago de nuestros pecados cayó sobre Su Hijo. La cruz fue el lugar más grande del amor de Dios y de reconciliación con Dios del universo. ¿Deseas entregar tu vida a Jesús? Ora a Dios arrepintiéndote de tus pecados y pidiéndole que te reciba como a un hijo. Desde ese mismo instante las puertas del cielo se abrirán para ti. Un día, cuando llegues a Su presencia y te pregunte por qué razón debería dejarte entrar a Su casa, tú le responderás: porque creí en ti. Con gozo te responderá: ¡Entra a tu casa, hijo mío!

Cree, no seas incrédulo.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 2 de octubre de 2021

Vida de Cruz

Hablar de una vida de cruz es una osadía. Lo normal sería hablar de vida saludable, actividades desestresantes y culto al cuerpo. El hedonismo es más visible que nunca. Las multitudes buscan vivir a tope “que son dos días” pensando en los goces terrenos antes de verse cara a cara con la temida muerte. Temida muerte que se intenta ignorar como si no hubiese un mañana. La egolatría rampante lleva a la esclavitud. Los que viven sin frenos realmente viven esclavos de sus deseos. Las reglas del juego no acotan la libertad, sino que hacen del juego algo más interesante.

Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. (Marcos. 8:34)

La vida de cruz fue la elegida por Jesucristo cuando vivió entre nosotros. Esa vida de cruz es la que pidió a Sus discípulos que vivieran cuando les exigió como condición para seguirle que habían de negarse a sí mismos dejando atrás sus pasiones, agendas y pretensiones terrenales. Sus discípulos estaban llamados a imitar a Su Maestro y para eso tomarían cada uno su cruz y caminarían detrás de Cristo. Negarse a uno mismo es morir a uno mismo para ser como Jesús. Por muy mal que suene hoy la única forma de vida que libera es la vida de cruz, aquella que vive como Jesús mostró.

Darse por los demás. Eso ejemplificó Jesús. Su vida de cruz tuvo como beneficiarios directos a la humanidad. Una humanidad caída por decisión propia. Tú y yo nos rebelamos contra un Dios amoroso y justo y entró el pecado en el mundo. Ese pecado, tuyo y mío, movilizó el amor y la justicia de Dios. El delito (pecado) ha de ser pagado y un Dios Justo no podía menos que ponerse manos a la obra para deshacer el entuerto que causamos. Lo sorprendente fue que llegado el momento de ajusticiarnos la condena no recayó sobre la humanidad, como merecíamos, sino sobre Jesucristo, Dios hecho carne. Él pagó nuestros delitos y pecados en una cruz y llevando una vida de cruz satisfaciendo la justicia de un Dios Justo. Ahora la reconciliación con Dios es posible por la acción sacrificial de Jesucristo a favor nuestra. Querido lector, reconcíliate con Aquel que llevó una vida de cruz y una muerte de cruz por amor a ti y por la justicia de Dios. Arrepiéntete de tus pecados y sigue a Jesús viviendo la única vida que merece la pena vivir: la vida de cruz. De lo contrario pasarás una eternidad lamentando haber desoído el llamado de Jesús.

Vive la cruz.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 25 de septiembre de 2021

Cultura Necia

La cartelera solo programa espectáculos basados en las ideológicas que transitan en la sociedad que nos ha tocado vivir. Hoy hay que visibilizar a unas minorías sufrientes en detrimento de unas mayorías felices. Y por el camino se pierde la belleza de las obras teatrales, del cine, de la música… Ya no se hace arte para alegrar los sentidos, sino que se hace un arte extraño cuyo mayor propósito es el enfrentamiento entre iguales. Otrora, el arte unía. Hoy, el arte divide. La máxima diabólica “divide y vencerás” está siendo llevada a la práctica en el mundo de la cultura, entre otros sectores.

Profesando ser sabios, se hicieron necios. (Romanos 1:22)

Es pasmoso el grado de ceguera a la que se ha llegado en el mundo de la cultura. Si los antiguos griegos buscaban el ideal de lo bello en todo lo que hacían, nuestros artistas encuentran el estímulo en lo feo y se creen sabios al exaltarlo. La necedad más grande es auto proclamarse sabio por sacar a relucir la basura que deriva en un enfrentamiento en la conocida como batalla cultural. Por ahora, parece que están ganando aquellos que reciben las pingües subvenciones de los impuestos de los ciudadanos. La pela es la pela. Hemos dejado atrás, muy atrás, el pensamiento crítico que conduce a la reflexión.

Jesús cruza trasversalmente toda la cultura. Es como un recordatorio de lo bueno y lo malo. Todo el arte que se hace hoy día pasa por el escrutinio de Jesucristo. ¿Qué trasfondo hay detrás del arte? ¿Bendice o maldice? ¿Enseña o mal enseña? ¿Hace sabios o produce necios? ¿Exalta lo bueno o exalta lo malo? Hace muchos años dejé de ver cine español porque está a la vanguardia de todo lo malo, lo grosero y lo pestilente. Lo contrario del Jesús al que sigo. Él está a la vanguardia de todo lo bueno, decente y de grato olor. ¿Eres sabio o necio? Ven a Jesús y Él te declarará lo que eres. Arrepiéntete de tus necedades y pecados ante Dios y serás sabio. Jesús nos visitó para salvarnos de la Ira de Dios y limpiarnos de la vergüenza de nuestros pecados en una cruz. No hay escena más sublime que la vivida por Jesús en la cruz por ti y por mí. Aunque quizá Su resurrección de la muerte sea más refulgente.

Sin Jesús la cultura es necedad.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 18 de septiembre de 2021

El Mes de la Biblia

Septiembre es el mes de la Biblia. Este año, aunque en un tono no exento de sarcasmo, la Sexta se ha hecho eco de la celebración. ¡Hasta se ufanaron de anunciar esta conmemoración de la Biblia en Prime Time! ¡Qué buenos y solidarios son con los cristianos en la Sexta! Entrevistaron a varios ciudadanos y se pudo constatar el desconocimiento supino que la gran mayoría tenía de la Biblia. Sexta: si la Biblia fuese mostrada en lo que llamáis Prime Time muchas cosas que no deseáis que cambien, cambiarían. Por eso la mencionáis con sarcasmo y encima os jactáis de vuestra heroicidad.

¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? (Romanos 10:14)

Una sociedad que solo escucha en los medios la diatriba interesada que vomitan, es un pueblo inculto. Si repasamos la oferta de los medios (excepto honrosos ejemplos) encontraremos con mentiras, comeduras de coco e inmoralidad. ¡No hay más! La verdadera cultura, la que enriquece al ser humano, ha quedado relegada a horarios intempestivos. No debe extrañarnos que el regeton haya desbancado a la música clásica, entre otros estilos musicales infinitamente más elaborados y sanos intelectualmente hablando. Que las telenovelas hayan usurpado a una buena lectura es evidente. Que los programas ocultistas hayan lapidado a la Biblia. Ese es el triste panorama que deja entrever una sociedad que está tristemente ovejunizada.

El mensaje de Jesús desmonta los intereses de los medios. Si esos medios hablan de Jesús el chiringuito se les desmonta. Por cierto, a los políticos que los gestionan, también. Por esa sencilla razón no interesa promover la lectura de la Biblia en medios audiovisuales de gran cobertura. ¡No vaya a ser que la gente apague el televisor y se vuelva como Jesús! Sí, este mes es el mes de la Biblia y ella te invita a seguir a Jesús, no a los hombres. Date el placer de apagar la tele, internet y la radio y sumérgete en la lectura de la Biblia. Te sorprenderá, como les sorprendía a los que participaron en el programa de la Sexta, que la Biblia hable abierta y sinceramente de muchas cuestiones sin tapujos.

Jesús te espera en sus páginas.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 11 de septiembre de 2021

La Biblia Bajo la Ciencia

Nuevamente me vuelvo a topar con argumentos para desprestigiar la autoridad y veracidad de la Biblia, la Palabra inspirada por Dios a nosotros, Sus criaturas. Lo trágico del asunto no es que el ataque venga de ateos, incrédulos o agnósticos que es lo más normal del mundo y de esperar. Lo patético es que se desprecie la inspiración e inerrancia de la Biblia entre los que se llaman a sí mismos cristianos, sean protestantes, católicos o cualquier otra denominación. La Biblia es puesta debajo de la ciencia como juez para ponerla en tela de juicio con la excusa de que fue escrita por hombres que en aquel momento no sabían de ciencia.

Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. (2 Timoteo 3:16-17)

El no creer en que Dios tiene poder para inspirar a hombres como tú y yo y darnos Su Palabra es el problema del hombre falto de entendimiento de los milagros que Dios puede efectuar. El materialismo ha permeado también las mentes y corazones de aquellos que se creen seguidores de Jesús, pero rechazan de pleno el hecho de que Dios puede usar hombres para legarnos Su Palabra. Aquí aplicaría de forma clara cuando Jesús dijo a los religiosos de su época: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios (Mateo 22:29). Hoy hay mucha ignorancia de la Palabra de Dios porque realmente no se cree en el poder de Dios. El error estriba en preferir la ciencia que cambia a diario por el fundamento bíblico que es eterno.

Querido lector, profundiza en las Escrituras. Ella es totalmente confiable debido a que Dios es confiable. Decir que los hombres desconocían la ciencia cuando fueron inspirados por Dios al escribirla es como decir que Dios no supo explicarse. Cierto es que la Biblia no es un libro de ciencia, aunque destile evidencias científicas que nos toca descubrir. Es más, el método científico fue desarrollado para ver la grandeza de Dios y no para desterrarlo de Su creación. La Biblia es un libro de salvación. Es la respuesta de Dios a un mundo caído por el pecado. Jesucristo es presentado como nuestra única posibilidad de salvación. La ciencia no salva, las riquezas no salvan, los títulos académicos, tampoco. Cristo es la única salida que tenemos para reconciliarnos con Dios. Arrepiéntete de tus pecados, cree en Jesús y empieza a seguirle.

La ciencia un día acabará.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 4 de septiembre de 2021

Siéntate en Silencio

Hoy vivimos en medio del ruido constante que provocan otros y, lo que es peor aún, el que generamos nosotros mismos. Se habla del estrés sonoro que sufrimos, pero no de buscar el retiro silencioso. ¿Por qué? Las personas no quieren encontrarse con ellas mismas. Les da temor enfrentarse con una realidad, que intuyen, y no están dispuestas a transformarla. ¿Cuál es esa realidad? No son tan buenos como creen y necesitan desesperadamente que Jesús los salve. Es de infinita importancia retirarse en silencio, quedarse a solas y examinar la vida desde la perspectiva de la Palabra de Dios, la Biblia.

Bueno es el Señor a los que en él esperan, al alma que le busca. Bueno es esperar en silencio la salvación del Señor. (Lamentaciones 3:25-26)

En un sermón sobre el texto bíblico anterior, el predicador inglés C. H. Spurgeon, dijo:

Recomiendo el retiro a cualquiera de ustedes que esté buscando la salvación; primero, para que estudie bien su caso como a los ojos de Dios. Pocos hombres se conocen a sí mismos como realmente son. La mayoría de las personas se han visto en el espejo, pero hay otro espejo que refleja la verdad y en el que pocos hombres se miran, Estudiarse a uno mismo iluminado por la Palabra de Dios y revisar cuidadosamente su propia condición, analizando tanto los pecados interiores como los exteriores, y usando todas las evaluaciones que se nos dan en las Escrituras, sería un ejercicio muy sano, ¡pero qué pocos se preocupan de transitar esta experiencia![1]

Estudiar la Biblia para hallar lo que Dios quiere enseñarnos es todo lo contrario al pensamiento vulgar que corre por todos lados y dice que los cristianos somos personas abducidas y sin criterio propio. ¿Quién carece de criterio propio sino aquellos que solo extraen el suyo por dejarse arrastrar de la moda sin más? El escritor Lewis Wallace se propuso escribir un libro para desbancar a la Biblia. Un amigo le aconsejó que, por lo menos, la leyera con el fin de tener argumentos de primera mano para derrocarla. A mitad de su lectura de la Biblia se convirtió al cristianismo y escribió lo que luego se plasmaría en el cine como la conocida película Ben-Hur que es el testimonio de su autor y describe cómo se dio cuenta que, en diferentes momentos de su vida, Jesús lo había llamado.

Jesucristo te está llamando, querido lector. Pero has estado tan atareado, con tanto ruido, que no lo has atendido porque no te has sentado en calma y has guardado el suficiente silencio del alma para escuchar Su voz escrita en la Biblia. Jesús es Aquel que dio Su vida en una cruz para poder reconciliarte con el Padre. Tus pecados te han apartado de Él y Jesús pagó por ellos con Su sangre. Si te miras en el espejo honestamente verás a alguien que necesita de Jesús, que necesita salvarse desesperadamente del ruido ensordecedor que no te deja escuchar que vas camino al infierno si no pones tu fe en Jesucristo y le sigues como Señor. Arrepiéntete de tus pecados en el silencio de tu retiro.

Enfréntate a ti mismo.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!



[1] Donald S. Whitney. Disciplinas espirituales para la vida cristiana (Illinois, EE. UU: Tyndale Publishers, 2016), 252.