sábado, 25 de mayo de 2019

Clamor Sincero


Dios conoce el corazón de la personas. A Él no se le puede engañar. Nadie esconde sus verdaderos propósitos e intenciones ante Jesús. El Señor nos conoce porque ha creado todo nuestro ser y sabe lo sincero o falso que emana de nuestros labios. Sólo el peligro, los problemas o las contrariedades de la vida sacan la verdadera naturaleza latente en cada uno. Es ahí que “cuando truena clamamos a santa Bárbara”.
Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. (Hechos 2:21)
Invocar denota el interés sincero de la persona que busca a Dios y esto suele ocurrir cuando la vida nos ha metido en un callejón sin salida donde el único sitio al que mirar pidiendo auxilio es el cielo. Invocar al Señor hace que Dios atienda al que clama. Se ve que el que invoca no lo hace sobre cualquier cuestión porque su clamor lleva la promesa de salvación directa.

Querido lector, si quieres que Dios te oiga debes invocarlo, no como haría un espiritista, un gurú, o un hechicero sino como la persona que ha descubierto que la única forma de salvarse de la condenación eterna y del infierno es postrarse ante Jesucristo solicitando Su perdón. Dios quiera que la vida, tu vida, desemboque en un encuentro obligatorio con Jesús.



Si no le invocas te equivocas.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 18 de mayo de 2019

Dime lo que Lees y...


Tengo muchos alumnos a los que les encanta leer y a mí me fascina que eso sea así. Muchos usan el momento de acostarse para devorar sus libros (por supuesto, a escondidas de sus padres porque ellos desean que descansen). Por medio de sus lecturas se va formando su pensamiento crítico y van asimilando la cultura de su tiempo. Lo segundo es lo peligroso pues muchas de sus lecturas les contaminan la mente en forma de diversión. “Dime lo que lees y te diré como vives” es en resumidas cuentas el fruto de esas largas horas invertidas en las lecturas que escogemos.

La ley del SEÑOR es perfecta: infunde nuevo aliento.
El mandato del SEÑOR es digno de confianza: da sabiduría al sencillo.
Los preceptos del SEÑOR son rectos: traen alegría al corazón.
El mandamiento del SEÑOR es claro: da luz a los ojos.
El temor del SEÑOR es puro: permanece para siempre.
Las sentencias del SEÑOR son verdaderas: todas ellas son justas.
Son más deseables que el oro, más que mucho oro refinado; son más dulces que la miel, la miel que destila del panal
Por ellas queda advertido tu siervo; quien las obedece recibe una gran recompensa.
¿Quién está consciente de sus propios errores? ¡Perdóname aquellos de los que no estoy consciente!
Libra, además, a tu siervo de pecar a sabiendas; no permitas que tales pecados me dominen. Así estaré libre de culpa y de multiplicar mis pecados.
Sean, pues, aceptables ante ti mis palabras y mis pensamientos, oh SEÑOR, roca mía y redentor mío.
(Salmos 19:7-14)

Te propongo que leas la Biblia porque es la Palabra de Dios para ti. Sí, para ti. Es Su mensaje de amor para todos y de juicio para aquellos que desechan a Jesucristo y Su obra de salvación en la cruz. Sólo la Biblia tiene el efecto sanador descrito por el salmista. Tan sólo dedícate a reflexionar sobre sus enseñanzas y comenzarás a cambiar tu pensamiento y, por ende, tu vida. La Palabra de Dios es vida porque proviene de Él y todo lo que hace o dice fructifica. La Palabra de Dios es eterna porque Él es eterno y lo que dice lo cumple.

Vives lo que lees.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 11 de mayo de 2019

Rechazar a Jesús


Pocas cosas hay tan fáciles de entender como el evangelio. Su mensaje trascendente se puede expresar de forma resumida de tal manera que hasta un adulto pueda entenderlo, ya que los niños lo captan con naturalidad. Parece que cada día que pasa nuestras mentes y corazones de endurecen más a este mensaje esperanzador. Se abre la mente y el corazón a tantas cuestiones banales que no llevan a ningún sitio, que no aportan nada, y se aparta al evangelio de Cristo sin más.

El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio. (Marcos 1:15)

Jesús simplificó Su mensaje con las cortas frases anteriores. En cada una de ellas hay tantos matices que  teólogos, creyentes, filósofos y ateos se han ocupado en entenderlas desde que se pronunciaron. La promesa de un Salvador se cumplió en Jesús cuando Dios se humanó acercando a nosotros Su reino. La forma de entrar a ese reino es el arrepentimiento y creer en Jesucristo, el evangelio hecho carne. ¿Lo entiendes?

Ahora bien, el problema no es entender el evangelio de Jesucristo, el problema radica en rehusarlo, se entienda o no. Rechazar el evangelio es rechazar a Jesucristo directamente y pisotear Su sacrificio en la cruz a favor de nosotros. Rechazar el evangelio es la peor decisión que puedas tomar porque tus pecados seguirán en tu mochila y te llevarán directo al infierno por la eternidad. No lo digo yo, lo dice Jesús. Él no te condena, te condenas tú debido a tu incredulidad. ¿Lo entiendes? ¿Tiene sentido para ti?

Simple pero profundo.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 4 de mayo de 2019

Un País Estéril


Después de las elecciones del pasado domingo no nos queda más remedio que ver como la infertilidad se sigue adueñando de España. Nos quedamos viejos fruto del egoísmo de los que eligen el libertinaje abortista y homosexual. El aborto es matar una vida y la homosexualidad es una relación estéril. Entre esas dos facciones nos quedamos irremisiblemente viejos. Algunos ya avisan que no hay vuelta atrás, desapareceremos como nación.

Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo. (Proverbios 11:14)

¿Qué decir a un pueblo ciego ante la verdad divina? Dios ya habló… y sigue hablando por medio de Su Palabra y de Sus hijos, aquellos que le obedecen y viven con la fe puesta en Jesucristo. ¡Leed las Escrituras! ¡Arrepentíos de vuestros pecados! ¡Creed en Jesucristo! Una nación que se aparta de Dios es una nación estéril, como España. Caeremos porque la sabiduría que emana de Dios ha sido defenestrada.

Aún hay esperanza para aquellos que quieren conocer la verdad. La verdad no está en la política, el libertinaje o la justicia social. La verdad está en Jesucristo que entregó Su vida en pago por nuestros pecados y así los mentirosos, ladrones, homicidas, abortistas, homosexuales, tú y yo podamos salvarnos del infierno que nos hemos ganado por méritos propios. Por eso, deja tu orgullo y soberbia y cámbialos por humildad para reconocer tus pecados y volver a Dios.

Esterilidad por sufragio universal.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!