sábado, 18 de mayo de 2019

Dime lo que Lees y...


Tengo muchos alumnos a los que les encanta leer y a mí me fascina que eso sea así. Muchos usan el momento de acostarse para devorar sus libros (por supuesto, a escondidas de sus padres porque ellos desean que descansen). Por medio de sus lecturas se va formando su pensamiento crítico y van asimilando la cultura de su tiempo. Lo segundo es lo peligroso pues muchas de sus lecturas les contaminan la mente en forma de diversión. “Dime lo que lees y te diré como vives” es en resumidas cuentas el fruto de esas largas horas invertidas en las lecturas que escogemos.

La ley del SEÑOR es perfecta: infunde nuevo aliento.
El mandato del SEÑOR es digno de confianza: da sabiduría al sencillo.
Los preceptos del SEÑOR son rectos: traen alegría al corazón.
El mandamiento del SEÑOR es claro: da luz a los ojos.
El temor del SEÑOR es puro: permanece para siempre.
Las sentencias del SEÑOR son verdaderas: todas ellas son justas.
Son más deseables que el oro, más que mucho oro refinado; son más dulces que la miel, la miel que destila del panal
Por ellas queda advertido tu siervo; quien las obedece recibe una gran recompensa.
¿Quién está consciente de sus propios errores? ¡Perdóname aquellos de los que no estoy consciente!
Libra, además, a tu siervo de pecar a sabiendas; no permitas que tales pecados me dominen. Así estaré libre de culpa y de multiplicar mis pecados.
Sean, pues, aceptables ante ti mis palabras y mis pensamientos, oh SEÑOR, roca mía y redentor mío.
(Salmos 19:7-14)

Te propongo que leas la Biblia porque es la Palabra de Dios para ti. Sí, para ti. Es Su mensaje de amor para todos y de juicio para aquellos que desechan a Jesucristo y Su obra de salvación en la cruz. Sólo la Biblia tiene el efecto sanador descrito por el salmista. Tan sólo dedícate a reflexionar sobre sus enseñanzas y comenzarás a cambiar tu pensamiento y, por ende, tu vida. La Palabra de Dios es vida porque proviene de Él y todo lo que hace o dice fructifica. La Palabra de Dios es eterna porque Él es eterno y lo que dice lo cumple.

Vives lo que lees.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

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