sábado, 27 de abril de 2019

Voto de Muerte o Vida


Mañana escogemos, entre las opciones que hay, la que más se adecúe a nuestro sistema de pensamiento y valores. Mis pensamientos y valores van acordes con el pensamiento y valores bíblicos. El respeto a la vida desde su concepción a su defunción, el matrimonio entre un hombre y una mujer (no entre quienes sientan ser esto o aquello), la separación de poderes iglesia-estado, el respeto a la propiedad privada y al libre comercio, y un largo etcétera que la Palabra de Dios enseña que es Su voluntad para nosotros. Mi voto irá a aquellos que más puntos bíblicos respeten porque, quizá sin pensarlo ni quererlo, sus conciencias han sido afectadas por el buen Cristianismo.

Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal […] A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia. (Deuteronomio 30:15 y 19)

Sí, mañana España se halla en una gran encrucijada: elegir lo mejor para que todo vaya mejor. Dios puso a Israel en una encrucijada parecida. En este caso no había que elegir entre varios partidos políticos sino que la elección era mucho más seria. Las opciones eran la vida o la muerte, el bien o el mal. Tal vez a menor escala estemos votando mañana entre la muerte o la vida. Según a quien apoyemos habrá más muerte y menos vida en España; según depositemos la confianza en forma de voto habrá más maldición o más bendición en España.

Dios acaba aconsejándonos que escojamos la vida. La razón es muy sencilla y también nos lo dice Dios: para que vivas tú y tu descendencia. Claro queda, no sólo por el testimonio bíblico sino también por la experiencia científica, que si no elegimos la vida, moriremos. No es de extrañar que Jesús, siendo Dios y Hombre proclamase YO SOY EL CAMINO, Y LA VERDAD, Y LA VIDA (Jn. 14:6). Querido lector, deposita tu voto en Jesús porque Él es la fuente de la vida. De hecho, estamos aquí paseando por la tierra porque nos creó con Sus propias manos para después elegir la cruz a causa de nuestros muchos pecados contra Él. Cuando de vida se trata también se puede elegir. Elige a Jesús para tener vida eterna porque lo otro es muerte eterna y creo que eso no lo querrás.

Elige bien tu voto.

¡QUE DIOS NOS BENDIGA MAÑANA!

sábado, 20 de abril de 2019

Jesús Solo


Quizá la peor cosa que le pueda ocurrir a una persona es quedarse sola y la gente dice estar sola. Hoy, que vivimos la era de la información, de la tecnología… la gente dice estar sola. Los psicólogos viven de eso, los psiquiatras lo estudian y la sociedad padece la soledad. En esta Semana Santa multitudes salen de su soledad para unirse al gentío que va tras ídolos que tampoco resuelven esa soledad. ¿Quién inventó que una estatua resuelve los males de las personas?

Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? (Mateo 27:46)

Jesús fue aclamado al entrar sobre un pollino en Jerusalén, admirado por Sus enseñanzas, cuestionado por los religiosos, abandonado en los peores momentos, asesinado vergonzosamente delante de todos, velado por si se escapaba en un golpe de efecto, y por último, sólo en Su tumba. Pues bien, lo peor que le pudiera ocurrir a Cristo no fue nada de lo anterior ya que Él tenía todo eso más que previsto. Lo peor que le ocurrió a Jesús es que Su Padre se apartó de Él porque fue hecho pecado por nuestra culpa. Jesús fue la única persona de la historia que padeció el rechazo no sólo de nosotros sino también de Dios, Su Padre. Literalmente Jesús se quedó solo.

El mundo sigue tras sus ídolos pudiendo seguir a Jesucristo. Una cruda advertencia: Todos los que dejan a Jesús en esta vida yendo tras sus ídolos serán dejados atrás por Jesucristo, el cual vino a pagar por sus pecados dándoles la oportunidad de ser salvos. Un consejo: Deja las manifestaciones religiosas, culturales y tradicionales porque ellas te están llevando al infierno. Por el contrario, acércate a Jesús quien vino a liberarte de tus pecados por medio de Su cruz. Cree en Él arrepintiéndote de tus pecados y síguele. Ya no volverás a estar solo.

Estás solo sin Jesús.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 13 de abril de 2019

Dios Es Una Fábula


Lo que antaño supuso un descubrir los misterios de Dios por medio de la ciencia ha derivado en un ateísmo recalcitrante. Nos disponemos a celebrar la Semana Santa y aun el Cristianismo, en algunas de sus formas, ha sido penetrado por el pensamiento científico ateo: Dios es una fábula. No es de extrañar entonces que parte de esa cristiandad vaya detrás de ídolos de madera. Por lo tanto, cada invento o descubrimiento del ser humano ha acabado con el hombre ensoberbecido y alejado de Dios. Se sienten autosuficientes y han derrocado a Dios… o por lo menos lo creen.

En el principio creó Dios los cielos y la tierra. (Génesis 1:1)

Todo es cuestión de poner las cosas en su sitio. El libro de Génesis es el libro de los principios, como su nombre indica. En él encontramos las respuestas a las preguntas que el ser humano necesita conocer, o más bien, que el hombre rehúsa creer porque quiere hacer lo que le venga en gana. En Génesis podemos aprender cómo Dios creó todo lo que nos rodea, cómo formó al hombre, cómo instituyó la semana laboral, cómo compuso el matrimonio entre un hombre y una mujer, etc. ¡Y TODO LO HIZO BIEN!

La rebeldía de la humanidad también tuvo su principio relatado en Génesis. El matrimonio heterosexual que Dios había instituido se reveló contra Él porque quería derrocarlo. Como podemos observar no hay nada nuevo bajo el sol y lo que al principio fue la causa de nuestro estado de hoy, lo sigue siendo en el presente: rebeldía ante Dios y usurpación de Su lugar. El hombre quiere ser Dios… y la ciencia atea le sirve para este fin que concluye que Dios es una fábula.

El que suscribe estas palabras deja claro que para él Dios NO es una fábula. Un simple vistazo a la Palabra de Dios y una mirada a la sociedad le hacen ver cuán verdadera es la Biblia y cuán falsa la ciencia atea. Dios nos ofrece vida y la ciencia atea muerte, Así de sencillo y profundo a la vez. Querido lector, si crees a Jesucristo, aquel que murió en una cruz y resucitó al tercer día, obtendrás la vida y el cielo. Si por el contrario, crees a la ciencia atea te espera la muerte y el infierno. Así de crudo, así de real. No te lo pienses mucho porque no sabemos cuánto tiempo Dios ha establecido para cada uno de nosotros en esta tierra, pregunta que la ciencia atea no te puede contestar.

Dios es Dios.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 6 de abril de 2019

Viaje Provechoso


No sé cuántos kilómetros anduvo Jesús en sus tres años de ministerio público pero fueron una infinidad. Él viajó desde el cielo para seguir viajando en la tierra. ¡Eso son muchos kilómetros! Su viaje no fue de placer, fue de negocios: vino a atender los negocios de Su Padre. Por cierto, no vino a enriquecerse pues lo tenía todo, tampoco vino a por fama porque ya era bastante famoso en el cielo, ni siquiera vino para que le amásemos ya que el Padre le amaba más que a nadie. JESUCRISTO VIAJÓ PARA VIAJAR A NUESTRO LADO. Jesucristo siempre da el primer paso al acercarse a nosotros ya que nuestro viaje es en sentido opuesto al Suyo.

Salió de Judea, y se fue otra vez a Galilea. Y le era necesario pasar por Samaria. (Juan 4:3-4)

La circunstancia geográfica obligaba a atravesar Samaria. Algo tan normal cambió la vida a muchas personas, al igual que la circunstancia que obligó a Jesús a morir en una cruz transformó la vida a millones de personas. Entre nosotros y Dios está el pecado, un abismo que el hombre no puede franquear exitosamente. Jesús, por medio de Su sacrificio en la cruz, hace de puente para que podamos llegar al Padre. Una vez más Jesús hace un viaje provechoso salvando a todo aquel que toma Su camino para reconciliarse con Dios y hallar el perdón se los pecados.

 ¿Cuántos kilómetros de nuestra vida han servido para algo?, deberíamos preguntarnos. Jesús te dice que los provechosos únicamente los puedes hacer con Él. Al leer estas líneas Jesús se acerca a ti, como lo hizo con tantos otros, deseando que también tu viaje por estos rincones sea provechoso. Sólo escúchalo, está a tu lado y va a entablar una conversación contigo de un momento a otro. ¿Te pedirá agua? ¿Te pedirá que le sigas? Y tú, ¿qué le responderás?

Viaja con Jesús.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!