sábado, 22 de enero de 2022

Sal del Molde

Es fácil imitar sin darse cuenta de ello. Somos hijos de nuestro tiempo, dirían algunos. Nuestras maneras de vivir son el fruto de nuestra manera de pensar y, aunque nos gusta sentir que somos libres, la realidad es otra muy diferente. Somos esclavos de nuestro tiempo. Por lo tanto, es fácil amoldarse a los requerimientos sociales que trasuntan en cada época. Este mundo tiene un mismo molde para todos. Si te sales del molde serás visto como alguien raro que no cumple con las reglas (aunque no estén escritas) de lo socialmente correcto y admisible. Amoldarse es sinónimo de falta de libertad.

No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. (Romanos 12:2)

Acabo de aprender una palabra nueva: apateísmo. La palabra viene de apatía (falta de interés) y teísmo (creencia en Dios). El significado resultante es indiferencia o falta de interés por las cosas de Dios. El molde que esta sociedad está imponiendo es la indiferencia hacia el Dios revelado en la Biblia. No es que la gente ha dejado de indagar en el mundo espiritual. Es que la gente busca en cualquier sitio respuestas a sus inquietudes espirituales, excepto en el Dios revelado en la Biblia por medio de Jesucristo. Contra ese molde mundano, que desecha a Jesucristo, nos advierte el apóstol Pablo.

La Biblia te aconseja: sal del molde. Una sola cosa se puede hacer para desmoldarnos: trabajar en la transformación de la renovación de nuestros pensamientos. El propósito no es otro que descubrir cuál es el pensamiento de Dios. En un mundo apateísta por amoldamiento (no por haberse puesto a profundizar en el pensamiento ideológico mundano) la solución es pensar como Dios piensa, y eso les da pereza. Todo lo que suena a transformación, renovación, pensamiento y comprobar es demasiado esfuerzo en una sociedad acostumbrada a la velocidad del microondas e internet. Solo a los que han tomado la decisión de salir del molde Cristo les muestra Su buena voluntad, agradable y perfecta. Él sufrió en una cruz dando Su vida por ti y por mí para que conociésemos la Verdad. Él es la Verdad. Esa Verdad que descubrimos cuando nos desmoldamos valientemente y creemos en Jesús, nos arrepentimos de nuestros pecados y vivimos según Sus pensamientos y no los moldeados por un mundo apateísta.

No sigas el modelo mundano, sigue a Jesús.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!


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