sábado, 19 de febrero de 2022

Preguntas y Respuestas

En la Biblia están las repuestas a las preguntas que toda persona se hace. Si realmente se quiere hallar la respuesta en la Biblia, la Palabra de Dios al hombre, ahí la tiene a su alcance. Primera pregunta: ¿Dónde estamos? (¿Cuál es la naturaleza del mundo que nos rodea?). Respuesta: Habitamos en la tierra, la cual es parte de la buena creación del único Dios vivo y personal. Segunda pregunta: ¿Quiénes somos? (¿Cuál es la naturaleza esencial de la humanidad?). Respuesta: Somos personas humanas creadas por este Dios a su misma imagen; una de las criaturas de Dios, pero únicos entre ellas en cuanto a relaciones espirituales y morales y en cuanto a responsabilidad. Tercera pregunta: ¿Qué es lo que ha salido mal? (¿Por qué se encuentra en semejante desorden el mundo?). Respuesta: Por la rebelión y desobediencia contra nuestro Dios Creador, hemos generado el desorden que ahora vemos en derredor en todos los órdenes de nuestra vida, relaciones y entorno. Cuarta pregunta: ¿Qué solución hay? (¿Qué podemos hacer para solucionarlo?). Respuesta: Nada por nuestra propia cuenta. Pero la solución ha sido iniciada por Dios mediante su elección y creación de un pueblo, […], a través del cual se propone brindar bendición a todas las naciones de la tierra y en última instancia renovar toda la creación.[1]

Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo. (Hechos 3:19-21)

La profecía se cumplió y Jesucristo vino a cumplirla por medio de reconciliar a los hombres con Dios por causa de los pecados de aquellos y restaurar, en el futuro, la creación que deterioraron por la rebelión con que se amotinaron contra Dios. Las respuestas a las preguntas enunciadas arriba las contesta la Biblia y Jesucristo, igualmente, las contestó una a una. Si no te satisfacen las respuestas seguirás en una grave posición delante de Dios. Tu falta de arrepentimiento por tus pecados y tu falta de fe en Jesucristo te llevarán donde no quieres: al infierno. Y es que a veces, las respuestas no gustan (¿Quién ha dicho que es cuestión de gusto?) o no se quiere dar el brazo a torcer (orgullo). La cruz que sufrió Jesús por tus pecados y los míos nos pregunta: ¿Quieres ser salvo? Respuesta: … (A ver qué le respondes). Ahí lo dejo.

La pelota está en tu campo…

¡QUE DIOS TE BENDIGA!


[1] Christopher Wright. La misión de Dios (Buenos Aires, Argentina: Certeza Unida, 2009), 69-70.

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