sábado, 20 de octubre de 2018

Juan Sin Miedo


La historia de Juan sin miedo de los hermanos Grimm me trae buenos recuerdos que me llevan a cuando cursaba la EGB. Han pasado muchos años pero parece como si fuese ayer por lo vívido que me resulta la experiencia infantil que se desarrolló en torno a este cuento. La maestra me pidió que leyera el cuento delante de toda la clase y previamente lo leí con el afán de prepararme y leerlo lo mejor posible. Quería quedar muy bien delante de la maestra y de mis compañeros de clase. Me puse delante de la clase y comencé a leer el cuento a mis compañeros. Mientras leía llegó un momento que comencé a reírme ante todos por el simple hecho de entender lo que estaba leyendo. Todos se quedaron perplejos ante mi risa. El caso es que en mi lectura previa de ensayo no había entendido casi nada de la historia. Todo cambió cuando la leí frente a la clase. Mi entendimiento se abrió, entendí lo gracioso del cuento y no pude contener la risa.

Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino. (Salmos 119:105)

Creo firmemente que esta experiencia es la que viven muchos en cuanto a la Biblia, no por la risa, evidentemente, sino por no entenderla hasta el momento que algo ocurre al entendimiento y la chispa de la luz hace mella en la comprensión de ella. Por supuesto, si nunca te has enfrentado a su lectura nunca podrás acceder a su enseñanza. Por otro lado, si te expones a su lectura llegará un momento que entenderás su importancia y trascendencia para tu vida, como ha ocurrido a muchos que honestamente se han acercado a la Palabra de Dios.

Desde las primeras palabras en Génesis hasta las últimas en Apocalipsis la Biblia es mono temática. Su protagonista es Jesucristo que por amor a Su Padre sufrió en una cruz por nuestros pecados salvando a todos aquellos que con fe le siguen. El punto a entender es la necesidad que tienes de ser salvado y que la puerta está abierta en Jesucristo para ello. Es muy sencillo porque hasta un niño como fui lo entendió en su momento. Es más difícil captarlo cuando los males de la vida han pasado arrollándote. Haz como yo: sé valiente y lee hasta que entiendas el mensaje de la Biblia. Puede que tus miedos desaparezcan al contrario que a Juan sin miedo, que finalmente tuvo miedo y quiso aparentar que seguía sin miedo.

Lee la Biblia hasta que entiendas.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

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