sábado, 12 de septiembre de 2020

El Lugar Para Descansar

Seguimos celebrando la Biblia, la Palabra de Dios, en este mes. Celebrar la Palabra de Dios es celebrar a Jesucristo, la Palabra hecha carne. Como se dijo el sábado pasado, la Biblia es una lámpara y lumbrera que guía nuestro periplo por esta vida. Igualmente, podemos decir que Jesucristo es esa lámpara y lumbrera en nuestra travesía. Muchos viven sin una guía segura y estable. Van dando tumbos, zozobrando en los mares de la inconsciencia, la desesperanza y el pecado. No saben que hay un lugar para descansar y arriar las velas. No perciben que ese lugar está al alcance de su puerto.


Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. (Mateo 11:28)

 

Las Escrituras, por medio de Jesús, nos afirman que la vida desgasta hasta la extenuación. Por eso ofrece un lugar para descansar: JESUCRISTO. A todos los que se fatigan por el esfuerzo realizado o a todos los que están cargados de ansiedad de espíritu, Cristo les promete descanso. La mayoría de las personas experimentan cansancio, no solo físico sino también emocional, frente a trabajos que están fuera de sus vocaciones o aspiraciones. Es entonces cuando llega el verdadero cansancio y ansiedad. Llegamos a cuestionar nuestra identidad, propósito y valía en situaciones de cansancio y ansiedad. Buscamos la felicidad, pero se nos escapa de las manos como el agua.


Bueno es conocer que existe el lugar para descansar. Mejor aún es reconocer que ese ÚNICO lugar es Jesucristo. Pero ese conocimiento no basta. Hay que agregar, en medio del cansancio y la desesperanza, una acción más de la voluntad, ya de por sí desgastada. Jesús demanda a los trabajados y cargados imperativamente que vayan a Su encuentro para que les dé el descanso deseado: VENID A MÍ. Aquel que llevó la carga de nuestras vergüenzas, ansiedades y pecados hasta la cruz; Aquel que trabajó hasta la más infinita ansiedad tiene el poder de hacernos descansar plenamente. En la cruz pagó el precio para que pudiésemos descansar y al resucitar garantizó que solo Él es el lugar para descansar. Querido lector, cree en Jesucristo y te arrepentirás de tus pecados. Síguele y hallarás descanso aún en las tormentas de la vida.

Jesucristo, la Palabra, es el descanso.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

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