sábado, 29 de agosto de 2015

Fe XV: Ejemplos de Fe en el Nuevo Testamento

Quinceava entrega del interesante librito ¿Tendré la fe correcta? Del ministerio RBC. ¡Que lo sigáis disfrutando!

EJEMPLOS DE FE EN EL NUEVO TESTAMENTO


Nicodemo: La conducta de este líder judío es fuerte evidencia de que él puso su fe en Jesús después que se reunió con Él en privado (Juan 3:1-21; 7:50-52; 19:38-42).






Mateo: Renunció a un empleo lucrativo cobrando impuestos para seguir a Jesucristo (Mateo 9:9).






Pedro: Este pescador reconoció a Jesús como Mesías e hizo profundas declaraciones de fe (Mateo 16:18; Juan 6:68; Hechos 1–12).




El funcionario etíope: Este hombre puso su fe en Jesús después que Felipe le explicara la profecía sobre el Mesías que aparece en Isaías (Hechos 8:26-40).



Pablo: Tuvo que quedarse ciego antes de poder ver a Cristo como Salvador y Señor. Su vida y palabras se convirtieron en testimonio de la salvación por gracia por medio de la fe (Hechos 9–28).




Cornelio: Este líder militar respondió en seguida al mensaje del evangelio que le llevó Pedro (Hechos 10:1-48).






Lidia: Dios abrió el corazón de esta mujer a la predicación de Pablo, y tanto ella como su casa fueron bautizados (Hechos 16:14-15).




El carcelero de Filipos: En un momento de crisis, este hombre preguntó a Pablo cómo podía ser salvo, y toda su casa creyó (Hechos 16:30-34).




Los bereanos: Mucha gente en Berea escuchó el mensaje de Pablo y estudió lo que él dijo para saber si era correcto antes de entregar su vida a Cristo (Hechos17:10-12).




Timoteo: Debido a la influencia de su abuela, de su madre y de Pablo, Timoteo creyó en Cristo (1 Timoteo 1:2; 2 Timoteo 3:14-16).[1]





Encontrarse con Jesús es el inicio de la fe.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!




[1] Varios autores, ¿Tendré la fe correcta?, Ministerios RBC, Grand Rapids, Michigan 2007

sábado, 22 de agosto de 2015

Fe XIV: Ejemplos de Fe en el Antiguo Testamento

Catorceava entrega del interesante librito ¿Tendré la fe correcta? Del ministerio RBC. ¡Que lo sigáis disfrutando!

EJEMPLOS DE FE EN EL ANTIGUO TESTAMENTO



Abel: Dios aceptó la oferta de Abel 
hecha con un corazón de fe 
(Hebreos 11:4; Génesis 4:2-4).







Noé: Cuando Dios miró una tierra rebelde, vio que sólo Noé vivía por fe 
(Hebreos 11:7; Génesis 6:8–9:29).




Abraham: Como «padre de todos los creyentes» (Romanos 4:11), Abraham fue declarado justo para con Dios debido a su fe, no por obras humanas (Hebreos 11:8-19; Génesis 15:6).



José: Los capítulos 39 al 50 de Génesis muestran que la fe de José fue firme ante la tentación (39), en el encarcelamiento injusto (40), en la interpretación de los sueños de Faraón (41), cuando gobernó a Egipto (41–50), y al dar las últimas instrucciones desde su lecho de muerte (50:22-26; Hebreos 11:22).




Moisés: Optó por entregarse al cuidado y la guía de Dios antes que depender de las riquezas de Faraón (Hebreos 11:24-28; Éxodo 2:1–4:31).




Rahab: Dio evidencia de su fe 
en el Dios de Israel cuando acogió a los espías judíos 
(Hebreos 11:31; Josué 2).




David: David creyó que Dios lo podía usar para matar a un gigante (1 Samuel 15–31), darle victorias militares (2 Samuel 5, 8, 10, 21), y perdonar sus pecados (Salmo 51).





Samuel: De niño, Samuel expresó 
su fe en Dios (1 Samuel 3:10). 
Luego dedicó su vida a servirle 
(1 Samuel 1–24).[1]




La fe en Dios engrandece a los hombres.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!




[1] Varios autores, ¿Tendré la fe correcta?, Ministerios RBC, Grand Rapids, Michigan 2007

sábado, 15 de agosto de 2015

Fe XIII: ¿Cuánta Fe Es Suficiente?

Treceava entrega del interesante librito ¿Tendré la fe correcta? Del ministerio RBC. ¡Que lo sigáis disfrutando!

¿CUÁNTA FE ES SUFICIENTE?

¿Cuánta fe necesita una persona para:

• ¿saltar de un avión en paracaídas?
• ¿cruzar un puente?
• ¿casarse?
• ¿sentarse en una silla?
• ¿subir a una montaña rusa?
• ¿saltar a una balsa salvavidas?
• ¿convertirse en cristiano?

En cada uno de estos casos, usted podría sentir temor o confianza hasta cierto grado. Pero, ¿cómo serían esas emociones indicadores de fe? Usted podría estar aterrorizado y aún así decidir saltar en paracaídas de un avión. O podría sentirse muy confiado y decidir no saltar al aire. La fe es más que un sentimiento. La fe es primordialmente una decisión de confiarnos a algo o a alguien en base de la información que tenemos disponible. Esa decisión implica el conocimiento de verdades esenciales, una aceptación personal de esas verdades como verdaderas y valiosas, y el compromiso de actuar conforme a esas verdades.

Por ejemplo, ¿cuánta fe necesitaría usted para cruzar un puente para peatones sobre un desfiladero? Primero, seguro que usted reuniría ciertos datos básicos evaluando visualmente la confiabilidad estructural del puente. Luego, si concluyera que es seguro, cruzaría el puente. La fe bíblica funciona de manera muy similar. Primero debe aprender de la Biblia información básica sobre Dios, el hombre, el pecado y Cristo (Hechos 10:34-43; Romanos 10:17). Luego, una vez se dé cuenta de que esos datos son ciertos y que exigen una respuesta personal, debe tomar la decisión de creer lo que Dios ha dicho y confiar en Jesucristo como su única esperanza de perdón y vida eterna (Juan 10:9; Hechos 20:21).

Entonces, ¿cuánta fe es suficiente? Para contestar esta pregunta considere las siguientes: ¿Conoce la información básica sobre Dios, el hombre, el pecado y Cristo? ¿Ha reconocido su irremediable condición sin Jesucristo? ¿Ha aceptado su oferta de rescate? ¿Ha respondido con confianza y obediencia? Si ha contestado Sí a cada una de estas preguntas, su fe es suficiente. Pero puede que pregunte acerca de la cantidad de fe que necesita después de haber colocado su confianza en Cristo para salvación. ¿Tiene que tener una gran fe en Dios para superar las pruebas de la vida?

Una vez más la respuesta depende de si su fe está en el objeto correcto. Cristo dijo a sus discípulos que la fe en Dios, aunque sea del tamaño de un grano de mostaza, sería suficiente para mover una montaña (Mateo 17:20). El asunto no es la cantidad de fe, sino el objeto de nuestra fe, que es lo que determina su efectividad.[1]

La fe es por conocer.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!



[1] Varios autores, ¿Tendré la fe correcta?, Ministerios RBC, Grand Rapids, Michigan 2007

sábado, 8 de agosto de 2015

Fe XII: La Fe Correcta (2)

Doceava entrega del interesante librito ¿Tendré la fe correcta? Del ministerio RBC. ¡Que lo sigáis disfrutando!

LA FE CORRECTA (2)

El testimonio de las Escrituras       

La Biblia dice que Jesús ha de ser el objeto de nuestra fe. Debemos poner nuestra confianza en Él si queremos el perdón de nuestros pecados y estar en paz con Dios. Cuando el carcelero de Filipos preguntó al apóstol Pablo: «¿Qué debo hacer para ser salvo?», él contestó: «Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo» (Hechos 16:30-31). En otros lugares la Biblia dice:


Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna (Juan 3:16).

El que en él cree [en Jesucristo], no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios (Juan 3:18).

Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna . . . (1 Juan 5:11-13).

Según estos textos, el que cree en Cristo será salvo, no perecerá ni será condenado. Pero el que rehúsa poner su fe en Cristo ya ha sido condenado y no tiene vida eterna.

Cómo poner la fe en Cristo

Si su fe está en algo que no sea Cristo, es inadecuada. Es una fe errada. Para tener la fe correcta, la Biblia da los siguientes pasos:

1. Usted debe admitir su pecado y desear alejarse de él. Jesús dijo: «. . . si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente» (Lucas 13:3).

2. Debe creer «que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día . . .» (1 Corintios 15:3-4).

3. Debe confiar en Jesucristo solamente como Salvador y Señor personal. Romanos 10:9 dice: «Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.» Por medio de un acto de fe, de una decisión deliberada, debe aceptar la oferta de salvación de Dios por medio de su Hijo y estar dispuesto a dejar que Él tome el control de su vida.

El momento de optar por confiar en Cristo, de convertirlo en el objeto de su fe, es ahora. Pablo escribió:

« . . . He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación» (2 Corintios 6:2). 

Puede hacerlo hoy inclinando la cabeza y orando más o menos así:

Señor, sé que soy pecador y que en mi propia fortaleza no puedo hacer nada para agradarte ni ganar la vida eterna. Creo que me amas y que enviaste a tu Hijo a morir en la cruz para pagar la pena por mi pecado.
Ahora pongo mi fe en Ti y confío completamente en Jesucristo para que me rescate. Deseo volverme de mi pecado y dejar que tomes el control de mi vida. Sálvame y sé mi Señor.Amén.

Si hizo esa oración con toda sinceridad, puede decir honestamente: «¡Ahora tengo la fe correcta!»[1]

Arrepiéntete de tus pecados y cree en Cristo.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!



[1] Varios autores, ¿Tendré la fe correcta?, Ministerios RBC, Grand Rapids, Michigan 2007

sábado, 1 de agosto de 2015

Fe XI: La Fe Correcta

Onceava entrega del interesante librito ¿Tendréla fe correcta? Del ministerio RBC. ¡Que lo sigáis disfrutando!

LA FE CORRECTA

Para contestar la pregunta: «¿Tengo la fe correcta?» hemos examinado primero ocho ejemplos de fe equivocados. Y hemos visto que todos son inadecuados porque tienen el objeto errado. Estos credos, que se originan en el hombre, dependen del hombre y terminan con el hombre, son contrarios a la enseñanza de la Biblia. Es en la Palabra revelada de Dios donde descubrimos el objeto correcto de fe: Cristo.

Cristo es el objeto correcto

Hasta desde una perspectiva humana, Jesús era la clase de persona en quien la gente desea creer. Era un maestro sabio. Tenía una personalidad y un magnetismo tales que lo seguían grandes multitudes. Era un hombre de sólidos principios y carácter impecable. Hablaba con autoridad. Refutaba a los piadosos falsos de su época. Era un hombre de verdad, integridad, oración y paciencia. Sí, era el tipo de hombre en quien se puede creer. Pero incluso más importante es que Jesús es el objeto correcto de fe porque es Dios.

Su deidad.

Los siguientes son algunos de los muchos versículos en la Biblia que indican que Cristo es Dios:

En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios (Juan 1:1).

Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad (Juan 1:14).

A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo [Jesucristo], que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer (Juan 1:18).

Mas del Hijo [Jesucristo] dice [el Padre]: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo (Hebreos 1:8).

Cuando Jesucristo nació, la segunda persona de la eterna Trinidad se hizo hombre. Sin perder su deidad adoptó nuestra naturaleza humana (Filipenses 2:5-11). Aunque esto es difícil de entender, la deidad de Cristo se enseña claramente en las Escrituras (Isaías 9:6; Mateo 26:63-65; Juan 10:30; 14:9; 17:11; Colosenses 1:15; Hebreos 1:3).

Ya que Cristo es Dios, la fe que se coloca en Él tiene una estabilidad inconmovible. Considere lo siguiente:

• Cristo es eterno (Juan 1:1; 17:5).
• Cristo es omnisciente (Juan 16:30; 21:17).
• Cristo es todopoderoso (Juan 5:19).
• Cristo es inmutable (Hebreos 13:8).
• Cristo es omnipresente (Mateo 18:20; 28:20).
• Cristo es el Creador de todo (Colosenses 1:16).
• Cristo es el que lo sustenta todo (Hebreos 1:3).

La fe equivocada pone su confianza en un objeto que es finito, inconstante y limitado en conocimiento y poder. ¡El contraste es obvio!

Su actividad 

La fe en Jesucristo se fortalece más cuando uno considera lo que Él ha hecho, lo que está haciendo, y lo que hará por nosotros. Por ejemplo:

• Cristo se hizo humano para rescatarnos de la muerte eterna (Filipenses 2:5-8; Hebreos 2:9).
• Cristo vivió como hombre para darnos el ejemplo (1 Pedro 2:21; 1 Juan 2:6).
• Cristo sufrió y murió para liberarnos de la pena por el pecado (Marcos 10:45; Hebreos 9:26-28). • Cristo resucitó de entre los muertos, probando con ello su victoria sobre la muerte y su poder para dar vida eterna (Romanos 6:8-11; 1 Corintios 15:20-22).
• Cristo está en el cielo preparando un hogar eterno para aquellos que han puesto su fe en Él (Juan 14:2).
• Cristo intercede a favor de sus hijos (Romanos 8:34; Hebreos 7:25).
• Cristo defiende a los creyentes de las acusaciones de Satanás (1 Juan 2:1; Hebreos 9:23; Apocalipsis 12:10).
• Cristo da la paz sobrenatural de Dios (Juan 14:27; Filipenses 4:6-7).
• Cristo resucitará los cuerpos de los creyentes de la tumba y los transformará en cuerpos incorruptibles e inmortales (1 Corintios 15:51-54; 1 Tesalonicenses 4:15-17).
• Cristo recompensará a los fieles y condenará a aquellos que no hayan confiado en Él (Juan 5:24-30; 1 Corintios 3:11-15; 2 Corintios 5:10-11; Apocalipsis 20:11-15).
• Cristo reinará en la tierra con sus santos durante 1.000 años (Apocalipsis 20:4,6).
• Cristo creará un cielo y una tierra nuevos y eternos donde no habrá muerte, tristeza, llanto ni dolor (Apocalipsis 21:1-6).[1]

Cristo es el verdadero objeto de la fe.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!




[1] Varios autores, ¿Tendré la fe correcta?, Ministerios RBC, Grand Rapids, Michigan 2007