sábado, 30 de junio de 2012

Injusticiero


Es atroz. Cuando vemos que la injusticia campa a sus anchas diariamente, nos quedamos pasmados. Vemos como asesinos se jactan de su "proeza" diabólica y la Ley no es capaz de enjuiciarlos como se merecen. Nos indignamos. Oímos como los ricos se libran de sus fechorías comprando hasta el silencio de la justicia. Nos indignamos. 
Los Bancos piden rescates voluminosamente desproporcionados y el pueblo gime por un trabajo digno. Nos indignamos. La llamada clase política está llena de corrupción, incongruencia y van con las modas, como diría el poeta Antonio Machado: "el nuevo gay trinar". Nos indignamos. Vemos como el grande explota al pequeño, el fuerte abusa del débil, niños y mayores mueren de hambre, el inteligente se mofa del simple, el hombre mata a la mujer, el político aprovecha su posición, los padres no saben educar a los hijos, los hijos no respetan a los padres, la televisión no para de hacernos creer que lo normal es lo que se ve por medio de su programación, el concepto puro de familia es menoscabado, etc. ¿Nos indignamos o somos tan cobardes que ya hemos perdido el norte en pro de lo políticamente correcto? ¿Cómo haríamos justicia con cada caso que he descrito?


...y Dios...¿Qué hace Dios mientras tanto? Hacer Justicia. Su Justicia. Y Su Justicia no tiene nada que ver con la nuestra. Es opuesta a lo que humanamente entendemos por justo. Dios es más Alto que nuestros más altos pensamientos. Es más Justo que nuestras justicias más bondadosas. DIOS ES ÚNICO Y COMO CONSECUENCIA SU JUSTICIA LO ES. Sigue leyendo, querido lector y, por lo menos, entenderás lo que quiero decir. Es que Jesús puede aparecer a tu vista como "el injusticiero". Esta historia aclara el tema:

Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa. Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume. Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora. Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Dí, Maestro. Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta; y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Dí, pues, ¿cuál de ellos le amará más? Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado. Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos. No me diste beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies. No ungiste mi cabeza con aceite; mas ésta ha ungido con perfume mis pies. Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama. Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados. Y los que estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste, que también perdona pecados? Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, vé en paz. (Lucas 7:36-50)

Hay un concepto que describe el relato que no es común en el medio en que vivimos y lo explica el escritor cristiano Charles R. Swindoll en su libro "El despertar de la Gracia" Ed. Betania, pág. 42.

"Imaginemos que usted tiene un hijo de seis años al que ama entrañablemente. Un día trágico, usted encuentra que su hijo ha sido cruelmente asesinado. después de una larga búsqueda los investigadores encuentran al criminal. Usted tiene una de varias opciones. Si usara los medios a su alcance para matar al asesino por el crimen cometido, eso sería VENGANZA. Si se conformara con quedarse al margen y dejar que las autoridades legales se hagan cargo y realicen lo que corresponde: un juicio, una declaración de culpabilidad, una pena de muerte...eso es JUSTICIA. Pero si usted intercediera por la absolución del asesino, lo perdonara completamente, lo invitara a su casa y lo adoptara como hijo, eso es GRACIA.

¿Se da cuenta por qué la gracia es tan difícil de comprender y de aceptar? Son muy pocas las personas (si hubiera alguna) que leen estas líneas, que harían algo así y se sentirían felices de hacerlo. Sin embargo, Dios lo hace TODOS LO DÍAS. Toma al culpable, al pecador que cree y que confiesa: "Estoy perdido, no valgo nada, soy culpable de lo que se me acusa, y no merezco ser perdonado", y le otorga el gratuito don de la vida eterna. Lo hizo en mérito a la muerte de Cristo en la cruz, que satisfizo la demanda por el pecado, que era la pena de muerte. Y Dios ve al pecador culpable (que acude por fe) como si fuera tan justo como su propio Hijo. De hecho, nos invita a su hogar y nos adopta para siempre en su familia. En lugar de vengarse o de ejecutar justicia, Dios extiende su gracia."


La misma gracia que Jesús mostró con la mujer pecadora que lo bañaba en lágrimas. Los espectadores de la escena ridiculizaban el acto viéndolo como un derroche. No hay pecado, por muy horrendo que este sea, que no pueda alcanzar la gracia perdonadora de Dios. No importa la profundo y oscuros que sean tus muchos pecados, DIOS LOS PERDONA SI VAS A ÉL ARREPENTIDO. Te lo voy a repetir: si eres un asesino, un ladrón, adultero, afeminado, mentiroso, idólatra, pederasta o lo más bajo que puedas imaginarte, quizá la justicia humana te condene o no. Pero ten por seguro que Dios quiere restaurarte y sanar tu corazón endurecido por tu pecado con Su Justicia mostrada en JESÚS que no es otra cosa que el más sublime ejemplo de la AMOROSA GRACIA DE DIOS.

¡INCREÍBLE!...pero ciertísimo.

Quizá a tus ojos Jesús sea el injusticiero porque es capaz de perdonar a los que te hacen mal. Recuerda que tú, estimado lector, también has hecho y harás en algún momento mal a otros. Deja que la gracia de Dios te alcance. Lo necesitas. Aparta un tiempo para reflexionar. Lee la Biblia pues ella te informará de primera mano. Habla con Dios y pídele que se muestre de forma práctica y entendible para ti. Dios lo hará. Solo te toca estar atento.


Un día, no muy lejano ya, habrá un juicio en el Cielo. Dios juzgará a los que por cualquier razón rechazaron creer en Jesucristo como su único Salvador y Señor. En ese momento la Gracia de Dios habrá cesado y solo prevalecerá su Justicia. Esta Justicia condenará al infierno a todo aquel que haya rehusado la Gracia de Dios por medio de Jesús. 

¿En qué bando estarás tú?


Justicia se escribe con jota de JESUCRISTO.


¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 23 de junio de 2012

El YOYO


Manifiesto de un Yoísta:

Yo soy el primero por encima de todos.

Yo siempre tengo la razón y los demás no.

Yo valgo más que mis conocidos y los que no lo son.

Yo soy autosuficiente y no necesito a nadie.

Yo soy merecedor de todo lo bueno y los otros si sobra algo.

Yo tengo una inteligencia muy por encima de la media.



Yo sé que lo mejor que hicieron mis padres fue traerme a este mundo.

Yo soy digno de la admiración de todos.

Yo reconozco que soy un lujo para el que me tiene como amigo.

Y es que YO lo valgo. Lo creas o no lo creas, me da igual.

Firmado: EL YOYO


Querido lector, ¿Te has encontrado con alguien así? Espero por tu bien que no. El miércoles alguien nos catalogó de egocentrismo a mi esposa y a mí. El todo por la parte. Me explico: por un detalle que no le pareció bien, a saber, defendimos lo que creemos justo, nos tachó todo la vida de egocéntrica. Y me pregunto: ¿qué hay en el centro de mi vida, de mi corazón? ¿Yo? ¿Qué hay en el centro de tu corazón? ¿Tú? Si la prioridad en mi vida soy YO y nada más que YO, estoy equivocando el tiro. A veces percibo en mi atisbos de egocentrismo y superioridad y esto es horrible pues rebaja a las demás personas de mi entorno. ¿Te ves reflejado en lo que acabo de escribir? No es cuestión de humildad, sino más bien de reconocerse a uno mismo. En el corazón del hombre, en mi corazón y en tu corazón hay cosas muy malas que la Biblia, la Palabra de Dios, cataloga como PECADO. Hay que desterrar el pecado de nuestras vidas, se llame como se llame, porque nos destruye, daña a nuestros semejantes, y sobre todo, nos separa de Dios.


Hay alguien que sí se otorgo el YO SOY con todas las de la ley. Fue Jesucristo, el Hijo de Dios hecho carne.


Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. (Juan 6:35)

Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. (Juan 8:12)

Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. (Juan 10:9)
Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. (Juan 10:11)

Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. (Juan 11:25) 
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. (Juan 14:6)

Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. (Juan 15:1)

Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. (Juan 15:5)



O Jesús era el mayor yoísta de la historia, o decía la verdad. El egocéntrico solo se ve a sí mismo. Jesús en cada una de sus aseveraciones no trata de denostar, no margina, no humilla, no degrada a nadie. Si observaste el manifiesto del yoísta saltaba a la vista su poco respeto por sus iguales. Él se veía en una posición de superioridad. Jesús es nuestro superior... pero que distinto superior. Cristo quiere darnos el pan y el agua que nos sacia para siempre. Jesús desea darnos su luz para disipar toda tiniebla de nuestra existencia. El Señor quiere ser la puerta para entrar a la salvación y protección. Jesús es el buen pastor que ha dado su vida para que podamos alcanzarla hoy. Él es la resurrección y la vida ¡hasta los que están muertos vivirán si tan solo creen en Él! El Mesías es el Camino, la Verdad y la Vida que nos trasportan al Padre. Jesucristo es la vid verdadera, el que cree es pámpano de esa vid y llevará mucho fruto. Una advertencia: SEPARADOS DE ÉL NADA PODÉIS HACER.

¿Y qué significa esto último?

No te puedes salvar a ti mismo pues tu pecado lo impide. Necesitas de Jesús para ello. Si eres un yoísta te será difícil reconocerlo, pero no te quedará más remedio que vaciar tu corazón de ti mismo y poner al que le corresponde por derecho: CRISTO. Por muy competente que seas; por mucha experiencia que tengas; por todo lo bueno que te creas, esto no sirve ante EL GRAN YO SOY. Nada, ni nadie es lo suficientemente espléndido, lo suficientemente excelente o lo suficientemente magnífico como para llegarle siquiera a la suela de sus zapatos. Me dirás: "exageras, chico". Y yo te diré: "es que no te hablo de cualquiera. Te hablo del mismo Dios, creador del Cielo y la Tierra. Él es el sustentador de todo. Él te conoce más que tú a ti mismo. Él es el único en todo el universo capaz de salvarte del pecado de la egolatría y hacer que ames a tu prójimo como a ti mismo. Y es que Jesús dejó su Trono de Rey en el Cielo, donde era adorado como EL GRAN YO SOY, para venir a este mundo a ser humillado como EL GRAN DON NADIE. Lo hizo por AMOR  a ti y a mí. Cristo vertió su preciosa sangre clavado de una cruz para pagar las letras de nuestro pecado. Las pagó una a una sin rechistar. Si no eres capaz de hacer esto por los demás no utilices tanto el YO en tus conversaciones y pensamientos. El único YO merecido es el que Cristo ganó por el pago de amor y obediencia al mandato de su Padre de pagar por nuestros delitos. ¡SUBLIME AMOR DE DIOS POR TI!


Deja de vivir una vida dominada por la tiranía del YO y comienza a vivir una vida guiada por Jesús. Arrepiéntete de tus pecados delante de Dios y pídele que te perdone y te reciba como hijo. Dios anhela salvarte y solo espera que vengas a Él con fe. La fe no en tus capacidades y valías sino en SUS CAPACIDADES Y VALÍAS.


Un día darás cuentas a Dios por las decisiones que tomes hoy. Si hoy decides que no necesitas a nadie que te salve porque te crees autosuficiente, está bien, pero sabes que las consecuencias eternas son bastante oscuras para ti que rechazas la salvación que Dios, por medio de Jesús, te ofrece. Táchame de radical, pero es por tu bien el advertirte: cuando mueras irás directo al infierno y ya no habrá oportunidades de, ni remotamente, acercarse a Dios. Piénsalo bien, amigo lector.


Jesús es el único que puede utilizar el YO por derecho.


¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 16 de junio de 2012

Cactus Con Buen Rollo


Mi amada esposa tiene varias pasiones. Una de ellas son las plantas. Sabe cuidarlas perfectamente. Planta que cae en sus manos enfermita, recobra todo su esplendor. En dos palabras, como diría el torero-cantante: IM-PRESIONANTE. Esta semana estuvo mirando plantas en un tenderete de flores y encontró un cactus que nunca habíamos visto. El cactus en cuestión tenía forma de las Pagodas típicas orientales. Su nombre es cactus templo de Buda y podéis verlo en la foto. Otra maravilla del Creador de todo lo que existe, Dios. La dueña de la floristería se acercó informando a mi esposa del cactus: "Este cactus proporcionará energía positiva a tu casa y suerte en la vida". El precioso cactus se quedó más plantado que nunca. Ver plantas, oler flores, disfrutar de la creación, caminar por el bosque y rodearte de perfumes es genial. Dios nos creó, entre otras cosas, para que fuésemos felices en medio de tanta belleza. Dar propiedades místicas/divinas a un humilde cactus, disculpen mi osadía, es una extravagancia y un "mal rollo" para el cactus, que ni siquiera escogió su nombre común. Cada día estamos más convencidos, mi esposa y yo, de que la "energía positiva" de mi hogar y la "suerte" está sustentada por Dios. Presta atención a lo que la Biblia dice al respecto:

Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado. Oh alma mía, dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor;no hay para mí bien fuera de ti. Para los santos que están en la tierra, y para los íntegros, es toda mi complacencia. Se multiplicarán los dolores de aquellos que sirven diligentes a otro dios. No ofreceré yo sus libaciones de sangre, ni en mis labios tomaré sus nombres. Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa; Tú sustentas mi suerte. Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos, y es hermosa la heredad que me ha tocado. Bendeciré a Jehová que me aconseja; aun en las noches me enseña mi conciencia. A Jehová he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra, no seré conmovido. Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma; mi carne también reposará confiadamente; porque no dejarás mi alma en el Seol, ni permitirás que tu santo vea corrupción. Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre. 
(Salmos 16:1-11)

Este es un salmo escrito por el rey David. En este salmo declara de forma inequívoca de donde viene su "buen rollo". Resalto a continuación estas declaraciones:

- En ti (Dios) he confiado.
- Tú eres mi Señor; no hay bien fuera de ti.
- El Señor es mi todo (herencia y porción).
- Tú (Dios) sustentas mi suerte.
- David es feliz con su heredad (Dios).
- Dios va delante de él por eso está confiado.
- No morirá eternamente.
- Dios le muestra donde está la vida.
- En Dios hay gozo total y delicias eternas.


Y te preguntó, querido lector: ¿dónde tienes puesta tu confianza? ¿En las prácticas de yoga, en el yin y el yang, en la filosofía zen o en los cactus con buen rollo? ¿Quién es tú señor? ¿El dinero, el prestigio, ídolos, etc.? ¿Quién sustenta tu suerte? ¿La evolución, o lo que es lo mismo, la casualidad, la prosperidad, el futuro incierto? ¿Cuándo mueras lo harás por la eternidad? ¿Te librará de esta muerte la confianza que tienes depositada en el yin y el yang, en cualquier filosofía oriental u occidental o en el cactus con buen rollo? El ser humano, sin Dios, está naufragando entre fetiches, amuletos que son muestra de la superstición que les invade. Es un instinto ancestral, pues aun en las tribus más recónditas, si se las observa detenidamente, se puede ver que poseen sus ritos religiosos muy entremezclados con la superstición. El hombre cree profundamente que debe ganarse el paraíso por medio de rituales y sacrificios. Que debe hacer tal o cual cosa para no enojar al fetiche que lo tiene amedrentado. La triste realidad, estimado lector, es que si sigues estos rituales, tu idea de Dios es paupérrima. Si vives creyendo que Dios delega en un fetiche su poder o que Dios está detrás de filosofías humanas y es tan absurdo que los humildes cactus hacen su labor de traer buen rollo al alma humana, estás equivocado. DIOS NO COMPARTE CON NADA NI NADIE SU MAJESTAD Y PODERÍO.


Dios mostró al rey David la vida. ¿Te gustaría encontrar la verdadera vida? Para eso es necesario que reconozcas que estás muerto. Hasta que un alcohólico no reconoce su enfermedad no hay forma humana de que abandone el vicio. Así mismo pasa con nuestra existencia. No reconocer un hecho, como nuestra muerte eterna sin Dios, no quita el problema. Lo único que hace es acallarlo. ¿Cómo sabes que estás muerto? Por la sencilla razón de que hay mucho pecado en tu vida. El pecado te ha llevado a la muerte eterna y no hay nada que puedas hacer para ser salvo del juicio de Dios. Dios tiene todo el derecho del universo a estar muy enojado contigo porque le fallas cada vez que pecas y de esta forma contradices su voluntad para tu vida. Pero no lo está. Lo estaría si fuera un dios griego con sus defectos y bajas pasiones. Ardería en ira siendo el obeso buda. Te quemaría con sus rayos de sol si fuese el dios Ra de los egipcios idólatras. Pero no. Es que mi Dios es Dios, el ÚNICO DIOS.

¿Sabes cómo es Dios? DIOS ES AMOR. Por esto ideó con su Hijo el plan para nuestra salvación. El plan fue Jesús. No había otro mejor plan. Jesús fue humillado, avergonzado, abofeteado, traicionado, flagelado, escupido, crucificado y hasta por un momento de su vida se quedó solo porque su mismo Padre se tuvo que alejar de Él. En Jesús se crucificaron todos los pecados cometidos contra Dios por el hombre. ¿Qué debes hacer tú al respecto? Darle la espalda a tus fetiches, liberar a tus cactus de tener una función para la que no fueron creados, reconocer tu necesidad de Dios, creer en Jesús y arrepentirte de tus pecados pues son ellos los que te separan de que Dios te pueda mostrar la vida. Medita profundamente en ello y sé coherente y consecuente con lo que decidas.


¿Quieres seguir atado a supersticiones y amuletos que degradan tu vida y te ciegan para ver al verdadero dador de la vida? Dios te espera como al hijo pródigo con las manos abiertas porque te ama y quiere que en tu vida, al igual que en la del rey David, haya plenitud de gozo cuando estés en la presencia de Él y delicias a su diestra.


Habla con Dios estás palabras:

Señor, ayúdame a conocerte. Auméntame la fe. Creo en ti y me arrepiento de cada pecado que he cometido. Ahora reconozco que he seguido tras fetiches, supersticiones y prácticas que más que acercarme a Ti, me distanciaban. Quiero depositar mi confianza en Ti y vivir de acuerdo a tus enseñanzas. En el Nombre de tu Hijo Jesucristo. Amén.


Según la Biblia, la fe es la que salva. La fe puesta en Jesús. La fe en que el sacrificio de Jesús en la cruz es suficiente para rescatarte del infierno al que estás abocado si no crees. No hay otro camino. La oración anterior se puede convertir en un amuleto que acalle tu conciencia pero puede ser tan nociva para tu salud espiritual como el cactus con buen rollo. Si no tienes fe en el Hijo de Dios no sirven para nada los rezos, oraciones o cualquier ritual religioso. Por el contrario, si has sentido el llamado de Dios y has respondido con tu mente y corazón arrepintiéndote de forma genuina, eres un nuevo hijo de Dios. Pasaste de muerte a Vida. Ya te puedo llamar mi hermano en la fe. Déjame darte unos consejos: lee la Biblia y cuéntale a Dios, por medio de la oración, tus inquietudes. asiste a una Iglesia evangélica de tu ciudad. Si necesitas ayuda, estoy deseoso de hacerlo, es más, nada me haría más feliz que eso.


Si te es indiferente el mensaje que acabas de leer me da  tristeza. Amigo, no entiendes. No percibes el peligro que corres. Reflexiona pues tu alma está en juego. Dios te ama y te lo ha demostrado por medio de Jesús. ¿Quizá te ciegan tus ídolos, amuletos y cactus con buen rollo? Date la oportunidad de pensar. Te va la vida en ello. Se puede decir más alto pero no más claro. La salvación del hombre está en Dios y no en lo que este pueda hacer para salvarse.


¡Libérate de tus amuletos!


¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 9 de junio de 2012

Tres Cosas Hay En La Vida


Tres cosas hay en la vida: Salud, dinero y amor. 
El que tenga esas tres cosas que le dé gracias a Dios. 
Pues con ellas uno vive libre de preocupación. 
Por eso quiero que aprendan el refrán de esta canción. 

El que tenga un amor, que lo cuide, que lo cuide. 
La salud y la platita, que no la tire, que no la tire. 
Hay que guardar, eso conviene. 
Que aquel que guarda, siempre tiene. 
El que tenga un amor, que lo cuide, que lo cuide. 
La salud y la platita, que no la tire, que no la tire. 

Un gran amor he tenido y tanto en él me confié. 
Nunca pensé que un descuido pudo hacérmelo perder. 
Con la salud y el dinero lo mismo me sucedió. 
Por eso pido que canten el refrán de esta canción. 

Rodolfo Sciammarella 


Un conocido me recordó esta semana, el lunes, por ser más preciso, esta canción. Y es que en un momento de la mañana él dijo, pletórico: "Tengo salud y dinero..." lo del amor se lo calló y su mirada se perdió en una infinita satisfacción por su situación actual. Sé que a alguno de vosotros, queridos lectores, les gustaría preguntarle cuál es el secreto de su éxito. En tiempo de crisis es peligrosillo ir comentando por ahí sobre la bonanza que, ¿cómo no?, a Dios gracias, le acaece a uno. Creo que su contestación podría resumirse en una palabra: ESFUERZO.

Es fenomenal disfrutar del éxito personal. El rey Salomón, hijo del gran rey David, nos lo enseña de esta forma:

No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma se alegre en su trabajo. También he visto que esto es de la mano de Dios. (Eclesiastés 2:24) 

Y es que el mismo Dios, cuando trabajaba en la creación de todo lo que existe, exclamaba como muestra de satisfacción: "¡Esto es bueno en gran manera!". Luego se tomó un descanso para saborear aún más su éxito. ¿Disfrutas de tus éxitos? Es bueno en gran manera que hagas fiesta por ellos y, como dice la canción, dale gracias a Dios por los mismos. 

La canción es muy práctica. Lee nuevamente la segunda estrofa. 

Un gran amor he tenido y tanto en él me confié. 
Nunca pensé que un descuido pudo hacérmelo perder. 
Con la salud y el dinero lo mismo me sucedió. 
Por eso pido que canten el refrán de esta canción. 

Las tres cosas que hay en la vida fallan. No son perfectas. El amor, aun cuidándolo, se puede llegar a malograr. Imagínate si lo descuidamos. La salud nos va dando avisos al pasar del tiempo y experimentamos como se debilita. Si nos cuidamos nuestro vigor puede durar más pero no aseguraríamos que esta regla se pueda cumplir a rajatabla en todos. La salud juega malas pasadas. El dinero: el día que agotemos los recursos nos daremos cuenta de que el dinero no se come. Esta frase era el eslogan de una ONG cristiana. El dinero da estabilidad y hasta cierta felicidad, pero no libra de los baches de la vida. ¿Qué nos dice la Biblia sobre las tres cosas que hay en la vida? Veamos... 


SALUD 
Porque: Toda carne es como hierba, y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae. (1 Pedro 1:24) 
Nos marchitamos. Tenemos unos años de esplendor y gloria. Después sobreviene la sequedad y la caída que es la muerte. ¿Porqué la muerte? La muerte es el interés que debes pagar por haber desobedecido a Dios. Es el débito por andar por la vida sin querer saber nada sobre la voluntad de Dios para ti. Pecado es aquello que destierra a Dios del primer lugar de tu vida. Si confías en tu salud, sabes que un día acabará hasta el punto de enfrentar tu propia muerte. ¿Duro?, pero verdadero. Si estás pasando por la enfermedad ya estás gustando el futuro que te espera. Si ya sabes que te queda poco en esta tierra déjame decirte que morir es separación total de Dios. Con salud, enfermo o moribundo hay vida después de la muerte. ¿Cuánto tiempo le dedicas a tu vida para que esté preparada para la otra? Sigue leyendo. 


DINERO 
Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. (1 Timoteo 6:8-10) 

La avaricia rompe el saco. La codicia es una enfermedad del alma. ¿Tienes sustento? ¿Tienes abrigo? ¿Qué deseas más? Al intentar trepar por la escalera infinita del éxito humano caemos en tentaciones y ataduras tontas y dañinas, hasta el punto de que aceleramos el proceso de nuestra propia muerte. Superarse es bueno en gran manera. Amar a las cosas como el dinero, la posición social o el poder sobre todas las cosas es malo en gran manera. El texto que hemos leído nos dice que esta actitud es destructiva y nos lleva a la perdición. Puedes vivir tan atareado en conseguir las cosas que te olvidas de vivir. No disfrutas tus logros, no conoces a tu familia, y sobre todo, te olvidas de Dios. Las cosas, como el dinero, son infinitamente menos importantes que tu vida. ¿A qué le estás dedicando más energía? 


AMOR 
El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. (1 Juan 4:8-10)

Estos versículos de la Palabra de Dios clarifican qué es el amor. Te explico: 

1º Amar es conocer a Dios: porque Dios es amor. Esta es la esencia de Dios. Descubrir a Dios es entender el verdadero amor. ¿Cuál es el verdadero amor? 

2º Dios envió a su Único Hijo aquí para que lo reflejemos: Amor es entrega. La más profunda muestra de amor es estar dispuesto a dar tu vida por una causa justa. La causa de Dios fue liberarnos del pecado que nos separa eternamente de Él. Jesús fue la justicia que Dios usó por amor a nosotros. Dios entregó a su tesoro más preciado por ti y por mí. 

3º Resumiendo: el amor es una decisión: consiste en que Dios nos ama a pesar de nuestros pecados. Dios no nos quiere salvar porque le amemos sino más bien todo lo contrario: Él nos salva porque es amor. DIOS ES AMOR. 

Amor es conocer la obra que Dios, por medio de su Hijo Jesucristo, ha realizado por ti. Amor es entregarse hasta la muerte para el beneficio de otros. Como lo hizo Jesús. Amor es tomar decisiones correctas, aunque los receptores no sean merecedores de tal amor. No merecemos ni un ápice, por nuestros pecados y rebeliones, el amor de Dios. Pero a Dios, ¡ALELUYA!, le plació regalarnos tal amor. Jesucristo fue el sacrificio que se ofreció por amor a nosotros. ¿Qué vas a hacer con tal demostración del amor de Dios por ti? ERES VALIOSO PARA DIOS. 

Tres cosas hay en la vida: 

prepararte para la eternidad, 

vivir para lo importante 

y el amor de Dios por ti. 


Reconcíliate con Dios. Reconoce que has pecado contra Él. Pídele perdón y comienza a andar en obediencia a sus mandamientos. Me encantaría ayudarte en el proceso. Escríbeme tus dudas y preguntas. 


Date la oportunidad de seguir meditando en lo que acabas de leer. Es un tema de suma importancia. Aquí preparamos nuestra eternidad. Dios tiene la respuesta y esta viene con el sello de su gran amor hacia ti: JESÚS, el todo en tu vida. 


Estas son las cosas que más importan para vivir la vida. 

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 2 de junio de 2012

El Pasota


En la década de los ochenta se puso de moda la figura del pasota. El pasota era aquel que pasaba de todo, menos de curso. Y es que las libertades lícitas, aunque buenas, llevan, a veces a esperpentos de este tipo. Verdaderos frikis de la transición, los pasotas. Molaba ser pasota y decir "paso de todo". Hoy se ve como algo jocoso. Nuestros hippies fueron los pasotas con marca "Made in Spain". En el fondo de esta manera de vivir se evidenciaba un desinterés por todo lo que fuera responsabilidad personal y un sentimiento de "nadie me comprende". Los que hemos tenido la experiencia de tener a un pasota cara a cara entendemos de lo que escribo.

Un día Jesús será un pasota con todas las de la ley. Cerrará las puertas de la salvación y la vida eterna y pasará de todos aquellos que un día pasaron olímpicamente de Él. Ahora es cuando los pasotas alzarían la voz y proclamarían "YO PASO". He aquí la trampa en la frase: "AHORA". Cuando llegue el "DESPUÉS" no habrá vuelta atrás. Tendrá lugar un JUICIO cuyo JUEZ será JESÚS. Todos los pasotas (los que pasaron del mensaje del evangelio rechazando a Jesucristo) estarán presentes. ¿Eres tú un pasota? A ver si te suena esto...

Niño: demasiado juego como para interesarme en Dios. A lo que Jesús te responde:

Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos. (Mateo 19:14)


Joven: demasiados proyectos como para interesarme en Dios. Salomón te aconseja:

Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento. (Eclesiastés 12:1)

Adulto: demasiado trabajo como para interesarme en Dios. Jesús te pregunta:

Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?
(Marcos 8:36)

Anciano: demasiado quemado como para interesarme en Dios.

Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento; antes que se oscurezca el sol, y la luz, y la luna y las estrellas, y vuelvan las nubes tras la lluvia; cuando temblarán los guardas de la casa, y se encorvarán los hombres fuertes, y cesarán las muelas porque han disminuido, y se oscurecerán los que miran por las ventanas; y las puertas de afuera se cerrarán, por lo bajo del ruido de la muela; cuando se levantará a la voz del ave, y todas las hijas del canto serán abatidas; cuando también temerán de lo que es alto, y habrá terrores en el camino; y florecerá el almendro, y la langosta será una carga, y se perderá el apetito; porque el hombre va a su morada eterna, y los endechadores andarán alrededor por las calles; antes que la cadena de plata se quiebre, y se rompa el cuenco de oro, y el cántaro se quiebre junto a la fuente, y la rueda sea rota sobre el pozo; y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio. (Eclesiastés 12:1-7)

Naces, creces, te reproduces y mueres. Estas son las etapas en la vida de una persona normal. Si sigues tan ocupado en tus planes como para atender al llamado que Jesús te hace déjame decirte que eres un pasota espiritual. Piensas que no tienes ninguna responsabilidad personal en el asunto y de todas formas si Dios existiese seguro que no te entendería. Porque, claro, Dios se movería según tus parámetros de lo  qué es bueno y malo.

Permíteme hablarte de que sí tienes responsabilidad en el asunto. Por culpa de tu pecado y el mío Jesús tuvo que pagar con su vida el precio de nuestros desmanes. ¿Por qué? Porque Dios no pasa de nosotros. A Dios le importas infinitamente. Él no quiere que te pierdas pues te ama. Se dice que el amor mueve montañas y si hay algo más grande que las montañas es el que las creó: DIOS. El se movió para que tu pecado pudiese ser perdonado y lo hizo entregando a su único Hijo, JESÚS, a morir en una cruz. POR AMOR A TI.

El pecado es separación. Separación de Dios. Dios odia el pecado pero ama al pecador. Te ama a ti. ¿Qué debes hacer? PASA DEL PECADO. Pasa de todo aquello que te separa de Dios. Seamos prácticos por si piensas que no tienes pecado. Envidia, idolatría, mentira, adulterio, fornicación, orgullo, soberbia, murmuración, tiranía, ira, enojo, burla y un largo etcétera es pecado y te separa de Dios. Si has tenido envidia la Biblia declara que eres un envidioso, si has mentido eres un mentiroso, si has murmurado y criticado eres un murmurador y criticón. Lo dice la Biblia, no yo. Si no pasas del pecado estás condenado y no hay nada que te libre de la condena.


Pasos que debes dar para no ser un pasota espiritual:

- Cree en el mensaje de salvación que Dios, por medio de Jesús, te ofrece.

- Reconoce a Dios que hay pecado en tu vida. A Él no le puedes mentir.

- Arrepiéntete y pide perdón a Dios por tus pecados.

- Pide a Jesús que te salve y te haga un hijo suyo. Creer en Jesús y arrepentirte de tus pecados de corazón te abren la puerta de la salvación eterna.

- Interésate en crecer en el conocimiento de Dios. Lee la Biblia y reúnete con cristianos que te ayuden a madurar en tu fe.




Si has desaprovechado la oportunidad que Jesús te ha dado de ser salvo estás en riesgo de muerte eterna. La última etapa de la vida no es ser anciano sino la muerte. Después de morir ya no hay posibilidad de salvación. La muerte tiene solución a pesar de lo que los refranes digan, si se ha creído en Jesús antes de que ésta llegue. Piénsalo bien hoy, mañana quizá sea demasiado tarde.


Si pasas hoy de Jesús, Jesús pasará un día de ti.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!