sábado, 23 de mayo de 2020

Dios Recompensa la Fe


Alguien me confesó esta semana que no tenía fe aunque se consideraba un “cristiano social”. Quizá “cristiano social” signifique para él vivir acorde a algunas enseñanzas de Jesús para ser una buena persona. Exactamente no sé qué quiso decir al catalogarse como tal pero me citó para seguir la conversación más adelante. Las enseñanzas del Maestro no tienen nada que ver con un “Cristianismo social”, como podría conceptuarse la Teología de la Liberación. De hecho, Jesucristo huía de aquellos que deseaban erigirlo rey, a la vez que daba ejemplo de cumplir con las leyes establecidas. Por ejemplo, los impuestos. Y es que lo uno no quita lo otro. El punto es que Dios no recompensa a “cristianos sociales”. Dios recompensa la fe de los que le buscan.
Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. (Hebreos 11:6)
Juan Sebastián Bach es un claro ejemplo de fe recompensada. Desde escuchar de boca de un alumno “Dios existe porque Bach existe”, experimentar como en una clase de historia de la música todos reverenciaban su fe cristiana o ayer, escuchar de un eminente músico afirmar que su música le trasmitía mucha paz son muestras del galardón que el mismo Dios ha otorgado a Bach. Su música es programada en la mayoría de conciertos porque es considerada como el culmen de ella en muchos aspectos. Su secreto se puede resumir en una fe viva que da testimonio profundo y evidente de a quién está dedicada su vida y obra: SOLI DEO GLORIA. Toda su música está rubricada con esa sublime frase que pone a Dios en el lugar que merece y al hombre rindiéndole culto. La fe de Bach fue recompensada de forma que él mismo nunca hubiese pensado o soñado. Dios recompensa la fe de los que le buscan. Bach confió en Dios dándole gloria y Dios premió a Bach dándole gloria.

Un día los creyentes estaremos en presencia de nuestro amado Señor y Su primer acto será honrar a Sus hijos por haberlo honrado a Él. Al igual que Jesucristo honró a Su Padre al sacrificar Su vida en una cruz en rescate por nosotros, en agradecimiento los cristianos deben glorificar al Padre con sus vidas y obras. Bach no se “ganó” el cielo por ser grande sino por los méritos de Jesús en la cruz ofreciendo Su vida por él. Bach simplemente depositó su fe en Jesús y le dio toda la gloria. En resumen, para Bach el protagonista fue Jesucristo. Quizá para ti el protagonista seas tú y no debes extrañarte que con esa actitud Dios no te recompense. Recuerda, Dios recompensa la fe de los que le buscan. Aún tienes oportunidad de cambiar tu futuro: arrepiéntete de tus muchos pecados y pon la fe en Jesús. Mi amigo piensa que ha perdido la fe pero la fe no se pierde sólo de deposita en otro sitio. Pon tu fe en Jesús.

Da gloria sólo a Dios.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

No hay comentarios:

Publicar un comentario