sábado, 15 de julio de 2017

Distinguiendo I

Hay cosas, circunstancias, actos e ideologías que huelen mal. He compuesto una frase jugando con las palabras sobre el siguiente asunto: La ideología de género. Me encantan las frases sabias e inteligentes de diferentes pensadores. Por ejemplo: Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios (Lucas 20:25). Admiro esa frase por dos cuestiones: Primero, la dijo Jesucristo y segundo, muestra que la justicia demanda que cada cual reciba lo que le pertenece. C. S. Lewis escribió esta magnífica frase: Todo lo que no es eterno está eternamente pasado de moda. Enseñándonos que lo eterno es lo que realmente trasciende o importa. El escritor Paulo Coelho nos aconseja: Intenta dormir 8 horas diarias por lo menos, 9 si eres feo. Sé que no pasaré a la posteridad por mi frase pero seguiré intentándolo.

La ideología de género
Genera una generación degenerada
¡Sin ningún género de dudas!

La ideología marxista hizo creer al mundo que para acabar con la injusticia, hay que acabar con las diferentes clases que componen la sociedad, es decir, ricos y pobres debían igualarse para alcanzar el ideal de justicia propuesto por Marx. Resultado: millones de muertos. La ideología nazi llevó a una nación entera a creer que para acabar con la injusticia social, había que exterminar a las razas inferiores en pro de la pureza de la raza aria. Resultado: millones de muertos. La ideología de género está llevando a la gran mayoría de la sociedad a creer que por medio de sus postulados se alcanzará la justicia social. El verdadero problema se halla, no en la lucha de clases, no en la lucha de razas, sino en la lucha de sexos. Hay que erradicar, por lo tanto, la desigualdad sexual porque es un error de la cultura. Eso nos traerá la justicia social tan deseada. Resultado: millones de muertos (por ejemplo: abortos).

Tengo una teoría: Cuando estas pestilentes ideologías se dan en la historia poco se puede hacer, excepto a nivel personal. La neutralidad no tiene cabida. O se está a favor o en contra. No hay término medio. Estamos obligados a conocer de qué van estas cuestiones, y máxime como cristianos que han de responder ante Dios. Como he dicho, poco se puede hacer, excepto a nivel personal, distinguiendo los extremos en lucha. Los Salmos 11 y 12 nos ayudan a reconocer las partes implicadas en la lucha ideológica que estamos viviendo.

En Jehová he confiado; ¿Cómo decís a mi alma, Que escape al monte cual ave? Porque he aquí, los malos tienden el arco, Disponen sus saetas sobre la cuerda, Para asaetear en oculto a los rectos de corazón. Si fueren destruidos los fundamentos, ¿Qué ha de hacer el justo? Jehová está en su santo templo; Jehová tiene en el cielo su trono; Sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres. Jehová prueba al justo; Pero al malo y al que ama la violencia, su alma los aborrece. Sobre los malos hará llover calamidades; Fuego, azufre y viento abrasador será la porción del cáliz de ellos. Porque Jehová es justo, y ama la justicia; El hombre recto mirará su rostro. (Salmos 11:1-7)

Salva, oh Jehová, porque se acabaron los piadosos; Porque han desaparecido los fieles de entre los hijos de los hombres. Habla mentira cada uno con su prójimo; Hablan con labios lisonjeros, y con doblez de corazón. Jehová destruirá todos los labios lisonjeros, Y la lengua que habla jactanciosamente; A los que han dicho: Por nuestra lengua prevaleceremos; Nuestros labios son nuestros; ¿quién es señor de nosotros? Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos, Ahora me levantaré, dice Jehová; Pondré en salvo al que por ello suspira. Las palabras de Jehová son palabras limpias, Como plata refinada en horno de tierra, Purificada siete veces. Tú, Jehová, los guardarás; De esta generación los preservarás para siempre. Cercando andan los malos, Cuando la vileza es exaltada entre los hijos de los hombres. (Salmos 12:1-8)

Medita en ello.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

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