sábado, 3 de agosto de 2013

Jesús No Quiere a los Tibios

La afirmación que estoy a punto de decir va a dejar boquiabierto a más de uno. Ahí va:


"JESÚS NO VINO A HACER CRISTIANOS"




Jesús sabía nuestra tendencia a institucionalizarlo todo poniendo normas donde Él mismo no había establecido límites o libertad. Es más, a los seguidores de Jesús se les llamó cristianos tiempo después de haber ascendido al Cielo. Cuando Cristo caminaba entre nosotros calificaron de secta a Su movimiento.

En España preguntamos a cualquiera y nos diría que son cristianos. Todos los españoles somos cristianos porque hemos nacido en España. Eso es como decir que todos la rusos son comunistas porque nacieron en Rusia, o que todos los vascos son etarras por haber nacido en Las Vascongadas, o que todos los españoles somos toreros o flamencos por haber nacido en la piel de toro.


Jesús deja claro el propósito por el cual vino:

Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. (Mateo 28:18-20)

Jesús quiere discípulos en Sus filas. A Él no le interesan cristianos de nombre. Mi esposa y yo tenemos un vecino bastante fastidioso porque tiene un serio problema con el alcohol. A esto hay que añadir que el dormitorio de matrimonio va a dar a su salón y la pared que nos separa se puede confundir perfectamente con papel de fumar. Las fiestas que montaba y a veces sigue montando en su casa son un verdadero suplicio ya que es imposible conciliar el sueño. Da igual el día de la semana, cuando menos lo esperábamos había fiesta. En varias ocasiones tuvimos que llamar a los municipales para que bajase el volumen de la música o el sonido de su voz gutural. Un día hablando con él intenté compartir el mensaje del evangelio. Le dije que era cristiano y él, ni corto ni perezoso, dijo: "Yo también soy cristiano". Me quedé a cuadros. Creo que no entendía y sigue sin entender las implicaciones de ser un cristiano de verdad.

Ahora bien, ser un discípulo de Jesús es algo bien distinto. Es normal que esta sociedad se quiera poner la etiqueta de cristiana. Según en qué círculos hasta queda bien. Ser cristiano en la mayoría de ocasiones significa no tener un compromiso real en obedecer a Cristo. Ser un discípulo del Maestro implica compromiso a todos los niveles de la vida. Por eso el mundo está lleno de cristianos nominales y pocos discípulos. Resumiendo, un discípulo es aquel que ha dejado todo por seguir al Maestro. Un discípulo es aquel que se niega a sí mismo y deja que Cristo viva por él.


¿Qué demanda Jesús de Sus discípulos? ¡Hambre! Verdadera hambre por Sus cosas. El verdadero discípulo tiene hambre de Dios, hambre de hacer discípulos y hambre de pagar el precio que haya que pagar.

Hambre de Dios

Cual ciervo jadeante en busca del agua, así te busca, oh Dios, todo mi ser (Salmos 42:1)

Pide a Dios apetito por las cosas que quiere mostrarte. Recuerda que Dios se muestra por medio de la Biblia y por medio de la naturaleza. Él es el Creador de todo lo que existe.

Hambre de hacer discípulos

Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que son mis discípulos. (Juan 15:8)

El fruto al que se refiere Jesús es a ganar a otros para que sean a su vez discípulos reales. Es el galardón más grande sobre la tierra cuando un discípulo se multiplica en otro discípulo. Esto traerá más gloria a Dios y demostrará que somos Sus discípulos.

Hambre de pagar el precio que haya que pagar

Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz cada día y me siga. (Lucas 9:23)

Quizá este sea el paso más difícil pero a la vez el más bendecido por Dios. Al igual que Jesús se negó a sí mismo al sacrificarse por ti en la cruz para darte vida, también te pide que no peques más y lo sigas allá donde Él te quiera llevar. El precio es mínimo comparándolo a las bendiciones que esperan en la Tierra y en el Cielo a los que dan la agenda de sus vidas a Cristo para que Él escriba con renglones derechos.


Jesús no se conforma con menos porque Su sacrificio en la cruz no es para menos. Él pagó al Padre por los pecados que hemos cometido y cometeremos muriendo en una cruz. Solo entenderás eso si tienes una deuda tan grande que si alguien no te socorre, jamás podrás pagarla. La única forma de pagar por tu pecado era que Jesús te sustituyera ya que pecar contra Dios hizo que murieras. Un muerto no puede hacer nada por salvarse a sí mismo. Jesús quiere darte la vida eterna si te arrepientes de tus pecados y crees en Jesucristo como tú único Señor y Salvador. O todo, o nada. No hay medias tintas.



Por el contrario, si pasas de largo la oferta de salvación, sigues con la soga al cuello. Un día te presentarás ante Dios y como no has recurrido a Cristo para entrar al Cielo, te enviará directamente al infierno. No lo digo yo, lo enseña la Biblia, la Palabra escrita de Dios.





Sopesa el costo de seguir a Jesús. No te quedes con ser un cristiano insípido que no te llevará a ninguna parte. Jesús ha prometido estar siempre con aquellos que lo dejan todo por seguirlo a Él.

Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. (Mateo 28:20)

Jesús no quiere a los tibios.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

2 comentarios:

  1. Jesus nos comisiono hacer discipulos " id y haced discipulos enseñandoles que guarden todas las cosas que os he mandado" mt 28:19-20.
    Y esto es lo menos que hemos hecho, les invito volver a los principios de los que EL SEÑOR nos manda a realizar : HAGAMOS DISCIPULOS FORMANDO CARACTERES CRISTOCENTRICOS.
    Gustavo Larrea Martinez

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  2. Totalmente de acuerdo, querido Gustavo.

    Bendiciones.

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