sábado, 7 de septiembre de 2013

Yo, No II

Aunque pudiera parecerlo, mi intención no es convencer a nadie del mensaje del evangelio. Me encantaría tener la facultad de hacerlo, pero, a Dios gracias, no es mi cometido. El trabajo que Dios asigna al creyente es extender el evangelio por los medios que están a su alcance, por lo tanto, intento ser obediente en la medida de mis capacidades y posibilidades. Solo soy como el sembrador que va esparciendo la semilla en este mundo de la información que es internet. Dios es el que hace que la semilla del evangelio brote en las mentes y los corazones de los que leen y escuchan.


Solo hay un evangelio por el cual los hombres pueden ser salvos y este es: JESUCRISTO. Solo hay un Creador el cual está revelado en la Biblia. Entonces, cuando no se cree en ellos, ¿en quién o quiénes se está creyendo? El mundo espiritual está plagado de peligros y solo está conformado por dos bandos. Jesús dijo en cierta ocasión:

El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama. (Lucas 11:23)


Jesús no se andaba con chiquitas, al contrario, era bastante claro en sus afirmaciones. Jesús te dice que si no estás por Él estás por el Diablo. No hay término medio, no hay otro bando, no hay más opciones, no existe la neutralidad en esta guerra espiritual. Es más, puede ser que sientas que estás en la luz y “liberado de Dios” porque el propio Satanás se viste como ángel de luz. El Diablo es el engañador y su misión es hipnotizarte con creencias y prácticas que pudieran parecer hasta pías, es decir, buenas y plausibles. Quiero recordar que parecer, no es ser.


Uno de los indicativos de que alguien está errado en cuanto a sus creencias en la Palabra de Dios es su uso de ellas. Esto es el indicativo de la paternidad espiritual que tiene y sigue, aun sin darse él mismo cuenta.





Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. (Juan 8:44)

Cuando Satanás tentó a Jesús en el desierto usó la Palabra de Dios con textos sacados de su contexto. La utilizó de forma errática para que dijera aquello que le convenía para tentar a Cristo. Jesús le respondió con la misma Palabra, poniendo en evidencia los desatinos del enemigo (Mateo 4:1-11). Este es mi gran ejemplo: si Jesús usó sus propias Palabras para responder a los ataques, yo he de hacer lo mismo utilizándolas sabiamente, con amor pero con autoridad.

Hay una regla de interpretación de textos básica. Sin esta regla llegaríamos a verdaderos desatinos históricos, científicos y espirituales. Reza como sigue:

«UN TEXTO SIN SU CONTEXTO ES UN PRETEXTO»

Querido lector e inspirador de esta segunda contestación por parte mía, eso es lo que has hecho: sacar los textos de su contexto y desarrollar así pretextos con el fin que a ti te pudiera convenir. Continuemos con la segunda pregunta que me has hecho.


2º ¿De verdad crees en esta clase de dios? YO, NO.

El primer prolegómeno, antes de la pregunta anterior es como sigue:

«La segunda parte también es severa: "El ser humano se reveló contra Dios desobedeciéndolo, y pecó. De esta forma rompió su amistad con el Creador". Todo porque la tal Eva se comió una manzana!! Pero si tu libro dice que si los padres comen las uvas verdes, los hijos no tendrán la dentera. Entonces... alguien miente.»

No voy a explicar la primera frase entrecomillada pues se explica por sí sola siendo cierta y comprensible. Lo que he querido decir ha quedado dicho. Lo que me llama la atención es, como apunté antes, la salida interpretativa de la Biblia que haces.

Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: ¿Qué pensáis vosotros, los que usáis este refrán sobre la tierra de Israel, que dice: Los padres comieron las uvas agrias, y los dientes de los hijos tienen la dentera? Vivo yo, dice Jehová el Señor, que nunca más tendréis por qué usar este refrán en Israel. He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá. (Ezequiel 18:1-4)

En aquellos días no dirán más: Los padres comieron las uvas agrias y los dientes de los hijos tienen la dentera, sino que cada cual morirá por su propia maldad; los dientes de todo hombre que comiere las uvas agrias, tendrán la dentera. (Jeremías 31:29-30)


Estamos ante un refrán dicho por los israelitas. Si elevas el refrán a Palabra de Dios estás sacando el texto de su contexto y creando un pretexto que te está sirviendo para alejarte de Dios. Ahora bien, Dios lo usa para explicar que las consecuencias del pecado son particulares de cada ser humano. Tú tienes que dar cuenta un día por ellos al igual que yo, con la salvedad de que los míos ya han sido perdonados por Cristo. Jesús ya ha dado cuenta por ellos y yo solamente tuve que arrepentirme de mis pecados y creer en el evangelio.

Tú, como cada ser humano, tiene la responsabilidad de ponerse a cuentas con Dios antes de morir. Dios quiera regalarte ese entendimiento que te llevará al Cielo, pues el Infierno es la consecuencia de querer ser obstinado, la incredulidad.


El mundo tiene muchas “clases de diosecillos”. Hay tantos diosecillos como personas. Yo todavía tengo que liberarme de muchos pero lo puedo conseguir porque tengo de mi parte al ÚNICO DIOS VERDADERO que es ni más ni menos el revelado en la Biblia. Amigo, ten cuidado en dónde te metas, con lo que estés dando cabida en tu mente, espíritu y hogar. Cuando Jesús hablaba hacía que las personas reaccionaran positiva o negativamente. Si mi soliloquio no te hace reaccionar pido a Dios nuevamente que te ilumine y redirija a los caminos que ya conociste de pasada y que tu mirada y coqueteo con el mundo te hizo ser deslumbrado artificiosamente.

De verdad creo en esa clase de Dios.


¡QUE DIOS TE BENDIGA, QUERIDO AMIGO!

1 comentario:

  1. Anónimo7.9.13

    Como bien dices, querido amigo, errar es de humanos, y no sé qué hago escribiendo aquí sobre un asunto que no me interesa: el de la biblia y la religión evangélica...

    Si no he leído mal (no he leído mal, sé leer) hablas de un "refrán" que no puede ser elevado a la categoría de palabra de Dios. Pues en la biblia está, no lo he inventado yo. Por supuesto, yo creo que la biblia NO es Palabra de Dios ni muchísimo menos. Pero acabas de poner arriba que he usado un refrán como pretexto y que no es palabra de Dios (insisto, sé leer)... A partir de aquí ya no es viable el diálogo tal como yo lo entiendo. No puedes decirme que saco textos fuera del contexto porque perdí demasiado tiempo leyendo el contexto entero (la biblia) y tú ahora consideras unas partes palabra de Dios y otras no. No invento nada, lo has puesto arriba y entiendo lo que leo. Si hay partes de la biblia que no consideras palabra de Dios, vamos progresando, yo no considero nada de ese libro como la Palabra de Dios. Pero no busco nada, no tengo ningún interés en que abandones o cambies tus creencias, es asunto tuyo si crees en esa clase de dios. Naturalmente tengo mi opinión acerca de tu fe y tu iglesia, pero me la voy a reservar porque para mí se impone el respeto a las personas y el no juzgarlas por sus creencias y opiniones. Por eso, querido amigo, no seguiré contestando o comentando lo que escribes. Me quedo siempre con tu amistad y con los gratos recuerdos que me dejas por el tiempo compartido cuando la vida cruzó nuestros caminos. Te dejo dormir en paz el sueño que yo también dormí durante mi juventud, no es mi intención despertarte. Deseo que Dios te bendiga, aunque no puedas entender que Dios esté fuera de tu iglesia...

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