sábado, 23 de junio de 2018

Inhumano

Inhumano es todo aquel que no piensa y no actúa como tú. Solo tres ejemplos: Pienso que el aborto es asesinato y actúo protegiendo al débil: ¡Inhumano! Pienso que la ideología de género es la nueva dictadura y actúo defendiendo la familia tradicional: ¡Inhumano! Pienso que los niños deben ser educados moralmente en sus hogares y actúo rechazando el adoctrinamiento gubernamental: ¡Inhumano! Inhumano es una palabra que oigo últimamente de forma definitivamente incorrecta. Solo los que actúan y piensan desnaturalizadamente son inhumanos. Solo los que niegan la realidad, trastornados por la hipocresía de lo políticamente correcto, son inhumanos o desnaturalizados. Sexo sin límites para comenzar con la fiesta, abortar para seguir con la fiesta, y adoctrinar para acabar siendo el hazme reír de la fiesta, eso sí que es inhumano.

Cualquier imposición es inhumana sea religiosa, política o cultural. El ser humano fue creado libre y para que tuviese conciencia de su libertad se establecieron reglas. Hay leyes físicas y morales. Las leyes físicas suelen ser más radicales que las morales. Esto es sencillo de entender: Si te tiras desde el Empire State en caída libre y sin paracaídas o sujeción, te matas. Si tienes dudas, haz la prueba. El problema es que no podrás contarlo. Las leyes morales en principio parecen más bondadosas. Como un gusano te va horadando el alma hasta que terminas consumido y renegando de la vida.

Aun los gentiles, quienes no cuentan con la ley escrita de Dios, muestran que conocen esa ley cuando, por instinto, la obedecen aunque nunca la hayan oído. Ellos demuestran que tienen la ley de Dios escrita en el corazón, porque su propia conciencia y sus propios pensamientos o los acusan o les indican que están haciendo lo correcto. Y el mensaje que proclamo es que se acerca el día en que Dios juzgará, por medio de Cristo Jesús, la vida secreta de cada uno. (Romanos 2:14-16)

Dios puso Su Ley en lo más profundo del ser humano y por esta simple razón tendremos que dar cuentas ante Él por nuestros actos. Algunos parecen escaparse en este lado de la realidad pero en la otra orilla no podrán zafarse del juicio justo de Dios. Todos los delitos han de ser pagados, tarde o temprano. ¿Qué le vas a decir a Dios cuando te pida cuentas? No imagines nada porque nada es lo que podrás argumentar. Jugar a dios en esta vida te hace inhumano porque la medida de lo bueno y correcto no eres tú, sino Él. Aún tienes la oportunidad de ser como Dios te creó: ¡Humano! Con defectos, por causa de tu pecado, pero perdonado de ellos gracias a que Jesucristo murió por ti en la cruz, pagando el precio de tus delitos. Cree en Jesús y arrepiéntete de tus pecados hoy, mañana puede ser muy tarde.

Humanízate.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

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