sábado, 25 de enero de 2020

Planes Frustrados


Detrás de los planes, a simple vista bondadosos, de la agenda 2030 emergen la tiranía, el lucro, la lascivia y  el desprecio por la vida de los poderosos. Ojalá que fuese una intriga o un delirio conspiranoico, pero no lo es. No lo es por la sencilla razón de que está en negro sobre blanco, todo punto por punto. Puedes buscarlo en Internet. Al final, estamos inmersos en un proyecto de ingeniería social donde muchos perecerán para que unos pocos vivan a tutti pleni. Vas bien parado si te sigues fiando de los políticos y de todos aquellos que detentan el poder en sus muchas formas. Todos, absolutamente todos, buscan su bien, no el tuyo.
El Señor frustra los planes de las naciones y hace fracasar todas sus intrigas. (Salmos 33:10)
¡Yo tengo esperanza! Dios pondrá todo en su sitio cuando Él lo disponga. En el momento adecuado torcerá las maquinaciones perversas de los potentados anulando totalmente sus planes. Dejarán de hacer el mal a sus semejantes y serán ajusticiados tal y como se merecen por sus crímenes de lesa humanidad. A la justicia humana se le pueden escapar algunos que merecen el castigo, es más, la justicia humana está corrompida, como hemos tenido la oportunidad de ver en muchos y desgraciados casos. Pero a Dios, tenlo por seguro, no se le escapará nadie. Todo el que haya cometido pecados se las tendrá que ver con Él y no quedará impune. Dios es Justo. Absolutamente Justo. Mientras que en China y en los países árabes persiguen virulentamente a los cristianos, Dios obra el milagro y cada día son más, por poner un ejemplo de cómo Dios nulifica la maldad.

¡Tú tienes esperanza! Jesús se acercó a ti y a mí cuando caminó entre nosotros. Dios hecho hombre para que el pecador tuviese la oportunidad de perdón. Él pagó la deuda que nosotros no podíamos pagar en una cruz y dejó las puertas abiertas para reconciliarnos con el Padre. Ahora puedes librarte de la condena que pende sobre tu vida creyendo en Jesús. Arrepiéntete de tus pecados y deja de seguir las maquinaciones de personas que sólo buscan sus intereses y a los cuales no les importas nada, absolutamente nada. En Jesús podemos estar seguros, totalmente seguros: “…los planes del SEÑOR se mantienen firmes para siempre; sus propósitos nunca serán frustrados” (Salmos 33:11). No lo dudes, ellos te mienten. Sólo en Jesús hay firmeza.

Naciones, temblad.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 18 de enero de 2020

Agenda Globalista


El globalismo es una buena cosa. Poder compartir productos entre naciones en cuestión de horas, es una pasada. Hacer parecer a la tierra una aldea donde todo está cercano es algo, a mi parecer, bueno. El transporte e internet han posibilitado que productos, servicios e información estén a la mano de todos. Ahora bien, globalismo y agenda global no deben confundirse. Mientras que globalismo es lo anteriormente expuesto, la agenda globalista es el contrato de una serie de personas potentadas que están decidiendo el destino de los habitantes de este planeta por medio del aborto y la ley LGTBI, que regulan la cantidad de seres humanos que pueden vivir; la violencia de género da poder a las mujeres sobre los hombres en clara desigualdad y eterniza la disputa sin aportar soluciones, persiguiendo el fracaso del matrimonio; el calentamiento global, con sus tintes apocalípticos, culpa al propio ser humano de la situación de la Tierra, aunque poco o nada tenga que ver.
Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte. (Proverbios 14:12)
¿Qué hay en la trastienda de esta agenda globalista? Un ansia de poder ilimitado. Tan ilimitado que intenta usurpar el papel de Dios quitándolo de escena y asumiendo que ellos son dioses. Esto no es nada nuevo y original porque desde el Edén el ser humano quiso ser como Dios, y así nos va. El gran problema es que asumen ser dioses pero hacen lo contrario a Dios: en vez de dar vida, dan muerte; en vez de dar paz, dan guerra. Hacen lo bueno para ellos y nos llevan a la muerte a nosotros. He aquí, el egoísmo en su máximo exponente. Al final su objetivo declarado es destruir el Cristianismo. Esa es la trastienda real de la agenda globalista.

Hay un camino que al hombre le parece torcido; pero su fin es camino de vida. Ese camino es Jesucristo. No hay otro Camino. Todos, un día, compareceremos ante Él y seremos juzgados no por nuestros talentos, belleza, logros o bondad. Seremos juzgados por haberle creído o haberle rechazado. Aún hay tiempo de huir de los planteamientos humanos que nada tienen que ver con los divinos. Jesús murió en una cruz por ti y por mí para facilitarnos el camino al Padre. Sólo nos pide confiar en Su sacrificio que pagó por nuestros pecados poniéndose literalmente en nuestro lugar. Querido lector, arrepiéntete de tus pecados, cree en Jesús y serás eternamente salvo.

Menos agenda globalista y más Cristianismo.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 11 de enero de 2020

No Hay Plan B


Un buen estratega siempre idea un plan para salvarse si el principal ha fracasado. No es prudente ir por la vida de sobrado y auto engañarse, creyendo que todo saldrá como quiero o creo. Por lo tanto, planificar diferentes opciones es plausible ya que la vida da muchas vueltas de forma imprevisible. Estos consejos son excelentes para la vida en la tierra, donde trazamos planes según nos convengan y los vamos adecuando a las circunstancias e intereses personales y grupales. Ahora bien, estos consejos no son aplicables a la vida más allá de la tumba… allí no hay plan B que nos salve si no nos acogemos al plan A.
El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio. (Marcos 1:15)
El plan A de Jesús es la única forma de salvarse que tenemos los seres humanos que Dios creó. De nada sirve tu estatus social, religioso, económico, nacional o académico. Tampoco es ningún mérito ser “bueno” ayudando a las ancianitas a cruzar la calle, ceder tu asiento en el autobús, dejar pasa a alguien en la cola del supermercado, defendiendo con el alma y el corazón a los lindos animalitos, ni siquiera sembrar un árbol te hace merecedor del plan A de Jesús. A este lado de la vida tu plan B para salvarte sólo se queda en la tumba, no trasciende. Arrepentirse y creer en el evangelio es el plan A de Jesús para que tu vida merezca la pena al otro lado del sepulcro. Jesús te ha tendido Su mano, ¿seguirás con tu plan B?

Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte. (Proverbios 14:12). Querido lector, ¿a dónde te lleva tu singladura planificada? Tú no puedes salvarte a ti mismo. ¡Nadie puede! Tu pecado lo impide. Tu incredulidad en el evangelio, también. Esto no es un llamado a hacerte religioso sino a seguir a Jesús. Si quieres vivir eternamente sigue el plan A de Jesús, no hay otro. Arrepiéntete de tus pecados y cree en el evangelio, las Buenas Noticias de Dios. El reino de Dios está cercano por medio de Jesucristo. Él abrió la puerta de Su reino, padeciendo en una cruz por ti y por mí, Es más, nosotros deberíamos haber estado en esa cruz pero Su justicia y amor nos alcanzó.

¿Seguirás con tu plan B?

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 4 de enero de 2020

2020


Este nuevo año, que estrena decenio, trae consigo incertidumbres a nivel político, social y moral. Los fundamentos de siempre, por lo menos desde que el Cristianismo hizo su presencia en escena, están siendo directamente bombardeados por aquellos, que por motivos de soberbia, ansia de poder y falta de escrúpulos, detentan el poder. La política se ha centrado en la obtención del poder dejando atrás su papel de servicio al pueblo; la sociedad está enfrentada por los políticos que la dirigen; la moral, al perder su base cristiana, muta hacia los intereses personales de cada momento.
Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas. (Mateo 7:12)
Aún tenemos, Dios mediante, la oportunidad de mejorar nuestro estado actual. Te invito a que pongas este 2020 en práctica la regla de oro que Jesús nos enseñó de forma escrita y vivencial. Jesús nos dice que el meollo de Su mensaje no está centrado en tu bienestar sino en el de los demás. La regla es simple: trata a los demás como quieras ser tratado. A veces es difícil, hay que reconocerlo, pero la dificultad no es un obstáculo que justifique el maltrato. ¡Cuántas veces he mordido el polvo por no tratar a los demás como quiero que me traten ellos!

Sigamos el ejemplo de Jesús. Él se dio por nosotros aún cuando lo odiábamos. Sufrió la cruz por causa de nuestras rebeliones y nos amó de forma incondicional, abriéndote un camino de reconciliación con Dios por medio del arrepentimiento de tus pecados y la fe en Él. Ante Su ejemplo cualquier sacrificio que hagas en hacer el bien que quieres que te hagan, es una pequeñez. Jesús hizo por ti lo que no puedes hacer por ti mismo: salvarte del pecado, del infierno y de la muerte. Sólo ven a Él este nuevo año y comienza a seguir Su ejemplo de amor y entrega por los demás, sin pedir nada a cambio.

Siegas lo que siembras.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!