Detrás de los planes, a simple vista bondadosos, de la
agenda 2030 emergen la tiranía, el lucro, la lascivia y el desprecio por la vida de los poderosos.
Ojalá que fuese una intriga o un delirio conspiranoico, pero no lo es. No lo es
por la sencilla razón de que está en negro sobre blanco, todo punto por punto. Puedes
buscarlo en Internet. Al final, estamos inmersos en un proyecto de ingeniería
social donde muchos perecerán para que unos pocos vivan a tutti pleni. Vas bien parado si te sigues fiando de los políticos
y de todos aquellos que detentan el poder en sus muchas formas. Todos,
absolutamente todos, buscan su bien, no el tuyo.
El Señor frustra los planes de las naciones y hace fracasar todas sus intrigas. (Salmos 33:10)
¡Yo tengo esperanza! Dios pondrá todo en su sitio cuando Él
lo disponga. En el momento adecuado torcerá las maquinaciones perversas de los
potentados anulando totalmente sus planes. Dejarán de hacer el mal a sus
semejantes y serán ajusticiados tal y como se merecen por sus crímenes de lesa
humanidad. A la justicia humana se le pueden escapar algunos que merecen el
castigo, es más, la justicia humana está corrompida, como hemos tenido la
oportunidad de ver en muchos y desgraciados casos. Pero a Dios, tenlo por
seguro, no se le escapará nadie. Todo el que haya cometido pecados se las
tendrá que ver con Él y no quedará impune. Dios es Justo. Absolutamente Justo. Mientras
que en China y en los países árabes persiguen virulentamente a los cristianos,
Dios obra el milagro y cada día son más, por poner un ejemplo de cómo Dios
nulifica la maldad.
¡Tú tienes esperanza! Jesús se acercó a ti y a mí cuando
caminó entre nosotros. Dios hecho hombre para que el pecador tuviese la
oportunidad de perdón. Él pagó la deuda que nosotros no podíamos pagar en una cruz y dejó
las puertas abiertas para reconciliarnos con el Padre. Ahora puedes librarte de
la condena que pende sobre tu vida creyendo en Jesús. Arrepiéntete de tus
pecados y deja de seguir las maquinaciones de personas que sólo buscan sus
intereses y a los cuales no les importas nada, absolutamente nada. En Jesús
podemos estar seguros, totalmente seguros: “…los planes del SEÑOR se mantienen firmes para siempre; sus
propósitos nunca serán frustrados” (Salmos 33:11). No lo dudes,
ellos te mienten. Sólo en Jesús hay firmeza.
Naciones, temblad.
¡QUE DIOS TE BENDIGA!