Debo confesar que me quedé, no solo perplejo, sino también
algo molesto por lo que estaba escuchando por medio de las ondas radiales.
Cristianos de una organización muy importante, por el número, en España habían
resuelto que la mejor forma en que podían trasmitir el evangelio, es decir, el
mensaje de salvación a los perdidos, era por medio de lo que llaman “cristianismo
no explícito”. CRISTIANISMO NO EXPLÍCITO. Estás palabras se me han quedado
grabadas en lo más profundo de mi mente y corazón, porque realmente no me han
gustado ni un ápice.
Mientras que muchos cristianos están siendo decapitados en
el mundo musulmán por mantener en alto su fe en Cristo, otros están intentando
en medio de una sociedad “cristiana” no molestar o sufrir el descrédito por exponer
de forma clara el ÚNICO MENSAJE DE ESPERANZA A UN MUNDO PERDIDO SIN JESUCRISTO.
Puedo entender, y entiendo, a esos misioneros y misioneras que bajo la fiera
oposición de la religión musulmana, las dictaduras políticas o cualquier otro
peligro que expone sus vidas abiertamente, opten por el anonimato, pero aún
ellos, en cuanto tienen la más mínima oportunidad abren sus labios para
bendecir a otros con la esperanza del evangelio.
Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. (Romanos 10:17)
Hoy escuchaba a un guitarrista muy admirado por mí contar
como había aprovechado ciertas oportunidades para llevar alegría y consuelo a
enfermos. Eso es extraordinario. Actos de bondad puede hacerlos cualquiera, o
lo que es lo mismo, todos. Cristianos y no cristianos han llegado a cotas de
bondad encomiables, y eso es maravilloso. El punto que hace la diferencia es
seguir el ejemplo de Jesús. Su gran misión no fue librar al oprimido de las
garras del opresor, erradicar el hambre, la paz entre los hombres o cualquier
otra cosa que la imaginación humana inventase. JESÚS VINO A SALVARNOS, NO CON COSAS PERECEDERAS, SINO CON LO ETERNO. Si como cristiano comparto solamente lo
perecedero y no hablo de la eternidad que Dios me ha regalado y que está
disponible para los que me oyen, o leen, estoy errando el blanco de lo que
Jesús me muestra en Su Palabra, la Biblia.
Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. (Romanos 1:16)
El evangelio, las buenas nuevas de salvación, es poder de
Dios para salvarte si tan solo crees en Jesús. Su poder te libra del pecado, de
la muerte, de una vida sin sentido y todo eso no se puede hacer por medio de “cristianos
no explícitos”. ¿Recuerdas esta gran frase del Maestro? “Os digo que si éstos callaran, las piedras
clamarían” (Lucas 19:40). Jesús es tan poderoso que siempre tiene
alguien que clame a voz en cuello su precioso evangelio. Los cristianos no explícitos siguen sin entender un matiz: Jesús no estuvo entre nosotros para
instaurar el cristianismo, Jesús estuvo entre nosotros para enseñarnos y
ordenarnos a imitarlo. Estas fueron sus últimas palabras para nosotros:
Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,(B) bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. (Mateo 28:18-20)
¿Cristiano no explícito? ¡Sé un discípulo de Jesucristo!
¡QUE DIOS TE BENDIGA!