sábado, 30 de enero de 2016

Ten Confianza

La historia del ciego Bartimeo es para aquellos que buscan algo más que sanidad. Jesús por aquel entonces ya era un personaje de cierta fama debido a Su mensaje y hechos milagrosos. Bartimeo, que había oído de Él, aprovecha que lo tiene cerca y a voz en cuello, clama: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! No sé porqué, pero algunos estaban molestos por su clamor, y en vez de ayudarlo lo increpaban para que se callase. El ciego Bartimeo seguía gritando mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí! Jesús lo oyó.

Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama. (Marcos 10:49)

Querido lector, ¿qué harías si la salvación pasara cerca de ti? ¿Cómo actuarías si se pudiese solucionar tu situación? Jesús se interesa por ti, por tu caso en concreto y se detiene. Muchas veces te habrás sentido incomprendido, desasistido u olvidado porque tu clamor se ha topado con la indiferencia, hasta la molestia, de los que te rodean. Jesús no actúa así. Clamamos en direcciones equivocadas porque solamente Jesús tiene en Sus manos el poder de sanar nuestras almas. El ciego Bartimeo dio en la diana al buscar a Jesús, aún en medio de la incomprensión.

Jesús te llama. Ten confianza; deja lo que estás haciendo, el Maestro te llama. ¿Estás dispuesto a hacer lo que hizo Bartimeo? Él tiró su capa, aquello que le estorbaba para correr, se levantó y obedeció el llamado de Jesús. ¿Cuántos Bartimeo hay entre nosotros? Personas que cuando escuchan el llamado de Jesús dejan aquello que los lastra y obedecen lo que Jesús les dice. ¿Estás dispuesto a que Jesús te cure tu ceguera espiritual o quizá estás tan “a gustito” ciego?

Jesús, en cuanto Bartimeo llegó ante Él, le preguntó: ¿Qué quieres que te haga? Él lo sabía, pero quería escucharlo de labios del ciego. –Maestro, que recobre la vista, le dijo. ¿Qué es aquello que te gustaría que Jesús hiciese contigo? Bartimeo es un gran ejemplo de ello. Él no pidió riquezas, fama, inteligencia o cualquier otra cosa porque en su estado precario de oscuridad nada de ello serviría de mucho. A veces pensamos que las riquezas y la notoriedad amortiguarán el vacío que sentimos, y nos equivocamos rotundamente. Solo Jesús tiene el poder de darnos aquello que realmente necesitamos.

Querido lector, tu trabajo consiste en saber qué necesitas realmente para ser salvo. Para ser salvo debes pedir encarecidamente a Jesucristo que tenga misericordia de ti y te quite la ceguera que hasta el momento no te deja ver más allá de tu vida material. Hay una realidad que es mayor que la vida terrenal. Jesús vino para sensibilizarnos en la búsqueda de la vida celestial. Si quieres ir al Cielo debes buscar a Jesús y obedecerle porque Él es la fuente de sanidad, no hay otra.

El amor del Padre por nosotros movilizó a Jesús en nuestro favor, porque habíamos pecado contra Dios. Jesús se puso en nuestro lugar siendo sacrificado voluntariamente en una cruz. Gracias a este hecho podemos acercarnos confiadamente ante el Padre sin ser rechazados, porque la deuda ha sido cancelada. Si no aceptas Su llamado, un día, cuando Jesús juzgue al mundo, serás llamado ante Él y esta vez no te podrás esconder. ¿Qué le dirás? No habrá nada que te justifique y entonces será tarde.

Vete, tu fe te ha salvado. Con esta sencilla afirmación Jesús bendijo a Bartimeo. Al instante recobró la vista y seguía a Jesús. Sí, la historia del ciego Bartimeo es para aquellos que buscan algo más que sanidad de una tara física. La historia del ciego Bartimeo es para aquellos, que como yo, veíamos como nuestra alma estaba cegada y lo buscamos a Él. Después, como Bartimeo, le seguimos por el camino.

¿Cómo va tu ceguera?

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 23 de enero de 2016

Le Amó

Siempre he creído que los mejores consejos se inician con un verdadero interés amoroso hacia la persona que los recibe. ¿Recuerdas, querido lector, algún consejo de los muchos que seguro has recibido, que haya afectado severamente a tu vida? Recuerdo un gran consejo que recibí cuando era adolescente. Mi padre espiritual se acercó a mí y me dejó esta frase: “Estudia lo que desees ahora porque más adelante te arrepentirás de haber desaprovechado el tiempo”. ¡Cuánta sabiduría en un consejo! Para mi desgracia, no siempre he seguido el consejo de mi querido maestro. Lamentable.

Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. (Marcos 10:21)

El anterior texto extraído de la Biblia relata el consejo de Jesús al joven rico. Este joven le preguntó al Señor cómo entrar en el Cielo y Jesús le dijo que para entrar en el Cielo era necesario obedecer a la Ley de Dios, los conocidos Diez Mandamientos. El joven rico le hizo saber a Jesús que desde su juventud obedecía los mandamientos de Dios y Jesús le amó…

Jesús le amó, no porque cumpliese con las normas divinas sino porque Dios es amor, y Jesús es Dios hecho carne por nosotros. Jesús es la muestra de amor más poderoso que Dios haya exhibido jamás. Aquella carencia que mi amado maestro intentó subsanar en mí es la misma que Jesús intentó erradicar del joven rico: ¡No somos perfectos porque siempre fallamos en algún punto! Yo podía tener muchas capacidades pero estaba fallando en perfeccionarlas. El joven rico cumplía con algunas ordenanzas pero fallaba en otras.

Jesús le amó… pero el joven rico amaba más sus riquezas que a Jesús, o lo que es lo mismo, que a Dios. ¡Cuán difícil es que alguien ame a Dios si su corazón ama otras cosas! Querido lector, si quieres entrar en el Cielo y heredar la vida eterna, ama a Dios sobre todas las cosas. Dios no se conforma con menos. Jesús se entregó por nosotros. Amándonos entregó Su vida para perdón de nuestros pecados. Cree en Jesucristo y arrepiéntete de tus pecados. Aprenderás a amar a Dios sobre todas las cosas de este mundo perecedero, sabiendo que tu destino eterno está en el Cielo. Serás eternamente salvo.

Jesús te amó.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 16 de enero de 2016

Lo Que Hay Que Saber

Hay tres preguntas claves que todos debemos hacernos y contestar. Las tres preguntas tienen su respuesta en la Biblia, la Palabra de Dios. Te dejo el material para que lo investigues, si realmente estás buscando las respuestas a propósito de la vida, tu vida, querido lector. Todos, en algún momento, nos hemos preguntado ¿quién es Dios?  ¿Quién soy yo?  ¿Qué (o a quién) necesitamos? He aquí las respuestas.

¿Quién es Dios?

Creador Soberano: Nehemías 9:6; Salmos 24:1-2
Conoce todas las cosas: Job 37:16; 1 Juan 3:20
Sostiene todas las cosas: Salmos 36:6; Salmos 104:24-30
Dueño de todo: Deuteronomio 10:14
Santo: 1 Samuel 2:2
Recto: Deuteronomio 32:4
Justo en la ira: Romanos 3:5-6
Amoroso: 1 Juan 4:16

¿Quiénes somos?

Malos desde la niñez: Génesis 8:21
Sabemos que somos malos: Lucas 11:13
Amamos a un dios inventado pero odiamos al Dios de la Biblia
Rebeldes contra Dios: Génesis 3
Menospreciamos la autoridad de Dios sobre nosotros: Romanos 1:28-32
Esclavos del pecado: Juan 8:34
Cautivos del diablo: 2 Timoteo 2:26
Ciegos a la verdad de Dios: Efesios 4:18; 2 Corintios 4:4
Enemigos de Dios: Romanos 5:10-12; Santiago 4:4
Objetos de la ira de Dios: Romanos 1:18-20
Espiritualmente muertos: Efesios 2:1, 3; Efesios 5:14
Eternamente separados de Dios: Romanos 6:23

Enfrentando la realidad

No podemos hacer nada para cambiar por cambiar nuestra condición delante de Dios
Nadie malo en lo moral puede elegir el bien
Nadie que es esclavo puede liberarse a sí mismo
Nadie que es ciego puede recuperar por sí mismo la vista
Nadie que es objeto de ira puede apaciguar esa ira
Nadie que está muerto puede volver por sí mismo a la vida

¿Qué (o a quién) necesitamos?

La religión humana es el esfuerzo del hombre por acercarse a Dios. La religión divina es el esfuerzo de Dios por acercarse al hombre. Si comprendemos quién es Dios y quiénes somos nosotros nuestra comprensión de quién es Cristo y por qué le necesitamos, cambiará drásticamente

Este es el evangelio: El Creador justo y amoroso del universo miró a la pecaminosa gente sin esperanza y envió a Su Hijo, Dios hecho carne, para soportar en la cruz su ira contra el pecado y mostrar su poder sobre el pecado en la resurrección, de modo que todos los que confían en Jesús se reconciliarán con Dios para siempre.

Solo el que hace la voluntad de mi Padre (Mateo 7:21-23)

La voluntad de Dios no es que aceptemos a Jesús. Jesús no necesita nuestra aceptación. La voluntad de Dios es que necesites a Jesús. Nosotros necesitamos a Jesús. Jesús no necesita de nosotros
Hay que recuperar la pasión por Dios, si eres salvo. Hay que recibir un corazón nuevo, si no eres salvo.*

Eres alguien que necesita a Dios.


¡QUE DIOS TE BENDIGA!

*Extraído del libro RADICAL, D. Platt

sábado, 9 de enero de 2016

Amor Práctico

“El movimiento se demuestra andando”. Tal aseveración es una regla universal que define que una verdad se basa en un hecho indiscutible y objetivo. Si quieres demostrar el movimiento, anda. Así de simple, así de claro. Jesús nos retó con una afirmación por el estilo, para que no tuviésemos dudas sobre la causa y su efecto lógico. He aquí la frase de Jesús:

Si me amáis, guardad mis mandamientos. (Juan 14:15)

El amor por Jesucristo se ve. El amor hacia Su persona es algo medible y palpable. El amor a Jesús no deja lugar a dudas. El amor a Jesús se ve porque la persona que lo ama guarda, respeta, atiende, acata, obedece Sus leyes. Por lo tanto, el que no ama a Jesús no vive conforme a Sus mandamientos, o dicho de otra forma, el que no obedece Sus mandamiento, no le ama.

Jesús nos propone en una sencilla frase las más altas aspiraciones: el amor y la ley. El amor hacia Él, que lo dio todo por nosotros, y la ley, que determina si se ha entendido el amor a Jesús, pues hace ver que se quiere agradar a la persona amada por medio de la obediencia. ¿Entiendes, querido lector, por qué amar a Jesús? Porque es el único medio de salvación. ¿Entiendes, querido lector, por qué obedecer Sus mandamientos? Por amor a Jesús que nos amó hasta la última gota de Su preciosa sangre.

La prueba de amor que Jesús nos exige es poco comparada con la prueba de amor que exhibió en la cruz, pagando por nuestras ofensas y pecados. La cruz fue el camino que Jesús eligió para abrirnos las puertas celestiales y tener libre acceso al Padre. Da marcha atrás en tu camino de olvido de Dios porque un día, no muy lejano, darás cuenta ante el Padre y ante Jesús mismo si tu rechazo a amarlo perduró más allá de la muerte. Hoy hay oportunidad para tu salvación y aprovecha la mano tendida del amor de Dios.

Su más alto mandamiento es el amor.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

sábado, 2 de enero de 2016

A Toda Costa

A veces imaginamos lo que estaríamos dispuestos a hacer por el bien de los demás. La diferencia con otros es que van más allá de la imaginación y hacen realidad sus más altos pensamientos. Si sabes algo que verdaderamente es bueno para ti lo normal es que sepas qué es bueno para los que te rodean. Este es el singular caso de los cuatro amigos del paralítico. Por medio de este blog intento acercarte, querido lector, al mismo Jesús porque en Él, y solamente en Él, se encuentra la solución a tus necesidades. Hagamos una lectura detenida de esta historia que se halla en Marcos 2:1-12 sabrás las vicisitudes de su buena obra.

- Sabían dónde estaba Jesús

Entró Jesús otra vez en Capernaúm después de algunos días; y se oyó que estaba en casa. E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. (Marcos 2:1-2)

Hicieron una labor conjunta, en equipo, dando oportunidad al paralítico de sanar

Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro.(Marcos 2:3)

- Salvaron los obstáculos


Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico. (Marcos 2:4)

- Pusieron su fe en Jesús a trabajar

Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. (Marcos 2:5)

- Experimentaron la oposición de los escépticos

Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones: ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios? (Marcos 2:6-7)

- Jesús está dispuesto a sanar

Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda? (Marcos 2:8-9)

- Experimentaron el poder de Jesús

Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. (Marcos 2:10-11)

- Su fe provocó que todos glorificarán a Dios

Entonces él se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa. (Marcos 2:12)

Que este nuevo año derribes las barreras que te alejan de Jesús.



¡QUE DIOS TE BENDIGA!