Oír de boca de algunos diputados españoles pasajes bíblicos
me alegra, como no podía ser de otra forma. Las Verdades bíblicas se han
acallado en este país de forma sistemática y directa. De hecho, se viene
creando una nueva moralidad que vaya en contra de todo lo que tenga un tufo
bíblico o cristiano. El resultado es lo que llamo “nueva inmoralidad” frente a
la “nueva normalidad” debido a que, por mucho que se empeñen, el tiro siempre
les saldrá por la culata al intentar saltarse a la torera los preceptos
vertidos en las páginas de las Escrituras, que por algo son santas y justas.
Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. (Juan 8:31-32)
El versículo anterior es el más usado en el Parlamento. Me imagino
que la causa es tanta mentira que quieren filtrar por verdad. La mentira
esclaviza, la verdad libera. El problema interpretativo es el uso sesgado de
las palabras de Jesús ya que se “comen” cómo se conoce la Verdad y qué es la
Verdad. Jesucristo da un aviso a aquellos que habían creído en Él instándoles a
ser constantes seguidores de Su Palabra. Ese seguimiento fiel mostraría que son
Sus discípulos reales. Sólo ellos conocen la Verdad y reciben la libertad que
ella otorga. En resumen, la Verdad son las palabras de Jesús (¡Él mismo!) siendo ellas
entendidas por aquellos que lo siguen verdaderamente. Por consiguiente, la
Verdad en mayúsculas no tiene que ver con las palabras humanas, dichas por
hombres injustos y caídos por sus pecados. La Verdad mayúscula tiene que ver
con las palabras divinas, dichas por Jesucristo Justo y Santo.
¿Cómo se sigue a Jesús verdaderamente? Obedeciendo Su Palabra.
En este mundo no hay verdad que salve del infierno que los seres humanos se han
ganado por sus pecados contra Dios. El hombre no puede salvarse asimismo porque
es pecador. Ha delinquido contra Dios y ha de pagar el precio de sus
desprecios. La única salida es la Verdad que encarnó Jesucristo. La única tabla
de salvación es asirse a Jesucristo. La única salida es creer en Él con fe en
medio de tanta mentira que envuelve todo lo que oímos, respiramos y digerimos
diariamente. Todos mienten todo el tiempo y sólo Cristo habla la Verdad todo el
tiempo. Su Verdad, la Única Verdad la firmó con Su sangre en una cruz en
beneficio de aquellos que crean con fe en Sus palabras. La fe en Jesús salva. La
fe en el hombre condena. Tú eliges.
La Verdad es Jesús.
¡QUE DIOS TE BENDIGA!
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