Si alguien dice que Dios no existe significa que lo sabe
todo. Ha viajado por las galaxias, ha descubierto todo lo que la ciencia aún no
ha descifrado, conoce la mente del ser humano hasta su más recóndita neurona,
ha visto y experimentado lo que nadie ha alcanzado ni siquiera a soñar, domina
todas las leyes de la naturaleza a la perfección y está sobre el bien y el mal.
Para él no hay barreras ni fronteras en cuanto al conocimiento. Un conferenciante
decía que solo usamos el seis por ciento de nuestro cerebro. Con un cerebro
subdesarrollado y lleno de lagunas, ¿cómo es posible aseverar que Dios no
existe? SOBERBIA HUMANA. No hay que dar más vueltas al asunto.
Millones viven sus vidas asegurando la no existencia de
alguien superior a ellos mismos porque lo contrario equivaldría a tener que dar
cuentas a ese Ser… y ellos no quieren dar cuentas a nadie en pro de su libertinaje
y amoralidad. Muchos millones de personas se visten de cristianos en navidades,
Semana santa y entierros. El resto del año se lo pasan al margen del
Cristianismo porque realmente solo viven los postureos de la tradición
religiosa o social.
Intuyen al ser humano detrás de su obra pero no ven (o no
quieren ver) a Dios detrás de la Suya. ¡Qué gran pintor era Velázquez! ¡Qué
excelso compositor fue Bach! ¡Qué deslumbrante científico fue Einstein! Enseñan
que algo ordenado requiere alguien que lo haya ordenado previamente pero niegan
que esto suceda con la naturaleza. ¡ROTUNDAMENTE ABSURDO! Ellos lo saben.
Así que, no les hagan caso. Son guías ciegos que conducen a
los ciegos y, si un ciego guía a otro, los dos caerán en una zanja. (Mateo
15:14)
Si alguien sigue a estos ciegos caerá en su misma trampa. Su
vista, mente y corazón estará en densa oscuridad. Pido a Dios que te abra los
ojos del entendimiento y el corazón de piedra te lo cambie por uno de carne. De
esta forma podrás atisbar un poco de la luz del evangelio que anuncia que no
solo Dios existe, sino que vino aquí, por medio de Jesucristo, para sacarte de
las tinieblas en que te hayas inmerso. Jesús pagó en una cruz por la culpa de
tu ceguera espiritual que va más allá que la material. Busca a Dios mientras
pueda ser hallado. Queda muy poco tiempo.
El poco cerebro hace errar.
¡QUE DIOS TE BENDIGA!
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