sábado, 9 de mayo de 2020

No Escaparán


La sociedad, en general, se ríe de los mensajes apocalípticos. Es más, esos mensajes con un final nada halagüeño para  la humanidad son denostados y burlados como simples cuentos para asustar al personal. La contrapartida es evidente: la burla y el desprecio no hacen que el final preparado por Dios para la humanidad mengue en absoluto. Etiquetadme como ave de mal agüero o adjetivadme como gustéis porque prefiero pasar por eso que por mal amigo. Sí, un mal amigo es el que calla y deja que te estrelles por temor a tus represalias. Por lo tanto, un buen amigo te avisa del peligro informándote y hasta impidiéndote que cometas errores por los cuales pagarás caro.
“…y no escaparán.” 1 Tesalonicenses 5:3
Pablo recuerda a los cristianos, los que han confiado en Cristo, sobre el regreso por segunda vez de Jesús a este mundo reconociendo que están preparados para tal magno evento. Asimismo, profetiza que los demás, los que no han confiado en Jesucristo, no escaparán de Su venida. Los creyentes velan esperando al Señor mientras que los no creyentes, duermen. ¿Velas o duermes? Esa es una diferencia evidente para conocer tu estado delante de Dios. Si velas la salvación de Jesús te alcanzará. Si duermes la ira de Dios será la que te alcance. No hay medias tintas, atajos ni puertas giratorias. Ni siquiera plan B. Los que duermen no escaparán al juicio de Dios. El mensaje apocalíptico para los que dormís es una serie de juicios y castigos que culminarán en un veredicto de culpabilidad y un castigo que se pagará eternamente en el infierno. Puedes despreciarme o reírte de mí pero recuerda: soy tu amigo. Los demás sólo te ríen las gracias.


¡PERO! Todavía puedes despertar de tu sueño de Morfeo y salir de la hipnosis que te provocas al vivir según los parámetros de pensamiento y acción de un mundo narcotizado por Satanás y sus propios pecados. Escapa del sueño y te encontrarás con el amor de Dios. Un amor que llevó a Jesucristo a la cruz por ti y por mí en pago por nuestros pecados. La cuenta con Dios está saldada, tan sólo debes creer y arrepentirte de tus pecados y Dios amorosamente te adoptará como Su hijo. Consejo de tu amigo: si velas, vivirás; si duermes, morirás. ¡Vela!

¿Velas o duermes?
                                                        
¡QUE DIOS TE BENDIGA!

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