El evangelio de Jesucristo significa que hay buenas noticias
de parte de Dios para nosotros. Las buenas noticias merecen la pena de ser
escuchadas. La contrapartida se encuentra en que existe una sordera que va más
allá de lo físico en cada uno de nosotros, imposibilitando que las entendamos. Aunque
nuestra sordera espiritual es absoluta quien se acerca a Jesús puede
experimentar el milagroso hecho de entender el evangelio.
Y en gran manera se maravillaban, diciendo: bien lo ha hecho todo; hace a los sordos oír, y a los mudos hablar. (Marcos 7:37)
Jesús hace milagros que afectan a la vida de las personas. Él
no te deja igual, te cambia. Cuando Jesucristo toca el leproso sana, el cojo
anda, el mudo habla, el ciego ve y el sordo oye. Es por eso que el evangelio es
para enfermos de la enfermedad peor que padece la humanidad, el pecado. Del
pecado parte nuestra sordera pues genera un estado de insensibilidad al
evangelio. Cada uno recibimos lo que necesitamos para entender el evangelio y
nuestros sentidos se abren a la verdad.
Las buenas noticias de Jesucristo son que podemos tener paz
con Dios por medio del perdón de nuestros pecados. Él pagó el precio de esa paz
y de ese perdón derramando Su sangre en una cruz. Desde entonces todos podemos
recibir sanidad de la sordera espiritual que sufrimos si tan sólo nos
arrepentimos del pecado y seguimos con fe a Jesús. Al igual que aquellos, te
maravillarás del bien que Jesús ha hecho contigo.
Ponte en Sus manos.
¡QUE DIOS TE BENDIGA!
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