En el gran teatro del mundo la historia va llegando a su
fin. Tiempo hace que se levantó el telón del escenario y el desenlace ya fue
anunciado. El final nada tiene que ver con paraísos sexuales, la tumba o unirse
a una conciencia universal. Cuando el telón caiga nos veremos las caras con el
protagonista de la historia.
El Señor ha hecho notoria su salvación; A vista de las naciones ha descubierto su justicia. (Salmo 98:2)
Dios ha manifestado Su salvación. Ha descorrido el telón que
impedía ver Su justicia. Entre el público sólo hay dos tipos de asistentes: los
que aplauden olvidando la historia y los que aplauden creyendo la historia.
¡Todos en el gran teatro del mundo aplauden! Pocos creen la historia. Sea como
fuere Dios ha revelado ante los hombres Su plan de salvación y Su justicia.
Jesucristo nos visitó con la misión de revelar la salvación
de Dios y Su justicia. Él nos legó escenas vívidas que no han sido olvidadas
generación tras generación. La cruz es la escena cumbre. Allí Jesucristo
desplegó todo Su poder de salvación y justicia. Aún está abierto el telón y hay
oportunidad de ver la escena del amor de Dios. Un día caerá el telón y se
acabará la oportunidad de salvación. Querido lector, arrepiéntete de tus
pecados y cree en Jesucristo, no como un mero espectador sino como uno de los
actores.
Sé actor, no público.
¡QUE DIOS TE BENDIGA!
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